Clavecinista en la Corte

Las artes, en los tiempos convulsos de la guerra o en los a?os crueles de las crisis, siempre son las primeras en ser abandonadas. Eso que nos hace personas, que refleja para la posteridad lo que el ser humano fue para reencontrarse con el que es, siempre es la primera v¨ªctima cuando caen a plomo sobre un pa¨ªs las sombras de los jinetes del Apocalipsis. Por eso, recordar a personajes como B¨¢rbara de Braganza es a medias una suerte y una necesidad. La infanta portuguesa, luego reina espa?ola, fue una mujer profundamente culta, mecenas y de mente inquieta. La Fundaci¨®n Juan March cierra con su persona y su relaci¨®n con Scarlatti su ciclo M¨²sica en las cortes del Antiguo R¨¦gimen este martes y este mi¨¦rcoles.

B¨¢rbara de Braganza fue, en Portugal y en Espa?a, una de esas personas de alta cuna que supieron aprovechar el privilegio de tener a su alcance la mejor cultura posible. Por ello se enfrasc¨® ¡ªentre otras cosas¡ª en sus estudios de clave. Tuvo a uno de los mejores maestros en ambas cortes para dirigir sus pasos y convertirse en una int¨¦rprete de altura: Domenico Scarlatti. En recuerdo de aquella complicidad profesional entre maestro y alumna se configura este concierto. Un recuerdo a una infanta portuguesa que en Espa?a fue gran protectora del castrato Farinelli en la corte de su marido, Fernando VI. Su afici¨®n a la m¨²sica fue grande, y por ello el propio Scarlatti le dedic¨® sus Sonatas, que interpretaba sin cesar, seg¨²n cuentan, con una gran calidad.

En esta ocasi¨®n, escucharemos no solo las obras de Scarlatti sobre las tablas de la fundaci¨®n de la mano del clavecinista Rinaldo Alessandrini, sino tambi¨¦n piezas de otros compositores que configuraron el d¨ªa a d¨ªa de la m¨²sica de la ¨¦poca, como Sebasti¨¢n de Albero y Carlos Seixas. La entrada, como en todos los conciertos de la fundaci¨®n, es completamente gratuita.