Conductores de la EMT denuncian un aumento de las agresiones en los ¨²ltimos meses
Varios afectados afirman que tambi¨¦n reciben insultos y protestan por la falta de respaldo de la empresa
La UGT de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT) denuncia que las agresiones f¨ªsicas a los conductores son frecuentes. Seg¨²n el secretario de comunicaci¨®n del sindicato, Javier Jes¨²s Herranz, y varios empleados que fueron agredidos, en los ¨²ltimos meses aumentaron los incidentes (el a?o pasado hubo 104 incidentes seg¨²n la EMT, 15 m¨¢s que en 2015). Adem¨¢s, los conductores denuncian que los insultos que reciben "ya son una costumbre diaria" y que la EMT ?les niega la asistencia psicol¨®gica cuando se producen altercados. Por su parte, la empresa municipal manifiesta que "todos los trabajadores agredidos son atendidos ¨®ptimamente por la empresa" y aseguran que disponen de un servicio m¨¦dico propio, adem¨¢s de un sistema de prevenci¨®n de riesgos laborales a disposici¨®n de los empleados.?
"La realidad de las agresiones no se refleja en las estad¨ªsticas porque los conductores que son insultados o maltratados ni siquiera redactan el parte de incidencia", critica el Secretario General de la UGT en la EMT, Juan Jos¨¦ Casta?eda Soriano.?Esta versi¨®n es compartida por Manolo Mart¨ªn, que lleva 17 a?os en la empresa y trabaja como conductor en la l¨ªnea 36, que cubre el trayecto desde Campamento hasta Santa Mar¨ªa de la Cabeza. El madrile?o asegura que lleva alrededor de 600 viajeros cada d¨ªa en su autob¨²s.
La agresi¨®n m¨¢s grave que sufri¨® fue en junio de 2015, cuando un conductor con el que choc¨® levemente le dio un pu?etazo en el tabique nasal a trav¨¦s de la ventanilla del autob¨²s, lo que le produjo una lesi¨®n en el propio tabique adem¨¢s de un traumatismo cervical severo. "Al d¨ªa siguiente del suceso fui al gabinete m¨¦dico y jur¨ªdico de la EMT para contar la agresi¨®n. Me dieron unos 10 d¨ªas de baja por accidente laboral y solicit¨¦ un psic¨®logo pero me lo denegaron", protesta. Tuvo que recurrir a un profesional de la Seguridad Social y su baja se prolong¨® durante nueve meses.?
Felipe Arias, lleva una d¨¦cada trabajando como conductor de la EMT en la l¨ªnea 66, que va desde Cuatro Caminos a Fuencarral. Arias ha sufrido dos agresiones f¨ªsicas desde que comenz¨® en la EMT pero asegura que los insultos son constantes. "Que se acuerden de nuestros familiares los viajeros que se suben al bus cada d¨ªa es habitual.?Incluso la empresa pone nuestra palabra en entredicho por si hemos sido nosotros los que hemos generado el conflicto", cuenta.
Arias sufri¨® la ¨²ltima agresi¨®n el pasado 23 de mayo, cuando una mujer entr¨® en el bus y empez¨® a golpearle por la espalda por haberle recriminado a su hijo, de unos 12 a?os, que le hubiera increpado al dejarles cruzar en un paso de peatones. "Me di la vuelta para que me pegara en la espalda y los hombros y no en la cara, golpes por los que tuve una contractura en el trapecio izquierdo, adem¨¢s de varios ara?azos y moratones. Despu¨¦s?me negu¨¦ a llevar el autob¨²s a la cochera, me temblaban las piernas", explica. El conductor est¨¢ de baja con anseol¨ªticos. "En el gabinete m¨¦dico de la EMT recib¨ª un trato horrible. Te hacen contar lo que sucedi¨® de 50 maneras diferentes porque buscan dirimir la parte de responsabilidad que a ellos les corresponde", afirma. Adem¨¢s, seg¨²n el afectado, la empresa le oblig¨® a coger la baja alegando "enfermedad com¨²n".
"Ha habido agresiones de arma blanca a conductores, incluso un ciudadano un d¨ªa la emprendi¨® a palos con un conductor. En Carabanchel u Orcasitas por ejemplo, en ocasiones nos tiran piedras a las ventanas del autob¨²s", se queja Fernando Carrasco, un conductor que lleva 17 a?os conduciendo en la l¨ªnea H, que llega el campus universitario de Somosaguas.
El ¨²ltimo enfrentamiento que ha sufrido ha sido con dos estudiantes de unos 22 a?os que le increparon y le dieron golpes leves en el hombro, supuestamente por no haberse detenido en una parada. "Al d¨ªa siguiente entregu¨¦ el parte de incidencias explicando la situaci¨®n y en la EMT me dijeron que hab¨ªa que tener paciencia. Estamos totalmente desprotegidos por la empresa", comenta. Hace un par de a?os ha estado de baja por ansiedad y reconoce que en muchas ocasiones ha trabajado con tensi¨®n e incertidumbre sobre lo que podr¨ªa pasarle en el autob¨²s cada d¨ªa.?
"Si me vuelve a ocurrir un episodio parecido igual me doy de baja porque la empresa solo me lo va a poner dif¨ªcil", manifiesta Carrasco. Mart¨ªn mantiene una postura similar. "Si llego a saber lo que s¨¦ ahora no hubiera entrado en la empresa. Como conductor no tengo ning¨²n tipo de calidad de vida, y tengo que aguantar porque con 53 a?os no me queda m¨¢s remedio que jubilarme aqu¨ª", reconoce.
Numerosas contradicciones
Por su parte, la EMT se defiende y explica que " cuando un empleado sufre una agresi¨®n f¨ªsica se pone en marcha "un protocolo perfectamente definido". Seg¨²n la empresa, los pasos a seguir son: asistencia al conductor en el lugar por un miembro del servicio jur¨ªdico de la EMT (adem¨¢s de que se alerta a la polic¨ªa y al SAMUR), acto seguido, el responsable de Relaciones Laborales del Centro de Trabajo al que est¨¢ adscrito el empleado contacta con la persona para conocer su estado y el alcance de la lesi¨®n.
A continuaci¨®n, seg¨²n la EMT, al lugar del incidente acude un inspector de la EMT "que asiste en todo momento al trabajador", despu¨¦s se elabora un parte de lesiones (y se hace un traslado al hospital si es necesario), se toma declaraci¨®n y se hace denuncia si es necesario, a parte de comunicar la agresi¨®n al Comit¨¦ de Seguridad y Salud de la empresa. Adem¨¢s, "en caso de necesitarse se proporciona asistencia psicol¨®gica al trabajador" y por ¨²ltimo, "desde el centro de operaciones se env¨ªa un conductor sustituto para continuar con el servicio que desarrolla el conductor afectado".
La empresa afirma que "cuando el trabajador est¨¢ apto para volver, pero esto puede tener connotaciones psicol¨®gicas, se le ofrece un cambio de l¨ªnea o de puesto". Este protocolo se contradice con la versi¨®n de Carrasco, Mart¨ªn y Arias. Los afectados comentan que algunos compa?eros fueron obligados a seguir conduciendo despu¨¦s de sufrir una agresi¨®n. "Solucionaron estas situaciones poniendo un escolta detr¨¢s del asiento del conductor para proteger al empleado, pero el conductor sigui¨® en el mismo autob¨²s", critican.
Sobre la supuesta obligaci¨®n de la EMT a los conductores de coger la baja alegando "enfermedad com¨²n", la EMT sostiene que "es absolutamente falso que se haya presionado a ning¨²n trabajador para modificar el tipo de baja laboral", Un portavoz asegura que si hay lesiones f¨ªsicas, la agresi¨®n se tramita como "accidente de trabajo", y si no hay lesiones f¨ªsicas, el incidente se registra como "enfermedad com¨²n" por tener resultados "meramente psicosom¨¢ticos".?
A pesar de las normas que la empresa manifiesta que desarrollan, los conductores agredidos denuncian que "se sientes solos en su trabajo". "No somos personas, para la EMT solo somos n¨²meros", concluye Carrasco.
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