El futuro ser¨¢ en 3D
Una exposici¨®n muestra algunas de las novedosas caracter¨ªsticas propias de la impresi¨®n en tres dimensiones
En el futuro tal vez todos tengamos en nuestra casa una m¨¢quina con la que fabricar todo aquello que necesitemos, ser¨¢ una nueva revoluci¨®n industrial que cambiar¨¢ completamente los modos de producci¨®n, seg¨²n auguran los miembros del movimiento maker (hacedor). ¡°Aunque m¨¢s bien habr¨ªa que llamarla una contrarrevoluci¨®n, porque cuestiona los principios de la industrial¡±, explica Carmen Baselga, comisaria junto a H¨¦ctor Serrano, de la exposici¨®n 3D. Imprimir el mundo, dedicada la impresi¨®n en tres dimensiones, que se puede ver en el Espacio Fundaci¨®n Telef¨®nica (Fuencarral, 3) hasta el pr¨®ximo 22 de octubre.
En efecto, en la exposici¨®n se muestran algunas de las novedosas caracter¨ªsticas propias de este tipo de producci¨®n: una sola m¨¢quina puede crear multitud de cosas, no genera residuos, permite la producci¨®n bajo demanda, fabricar cosas m¨¢s complejas no incrementa los costes, no requiere habilidades manuales ni necesita ensamblar piezas (por ejemplo, puede fabricar un juego de mu?ecas rusas o una cadena de una sola vez, sin necesidad de un montaje posterior), etc. ¡°Adem¨¢s es una cultura que hoy por hoy se construye de abajo hacia arriba, los dise?os de muchos objetos digitales se encuentran en plataformas abierta y colaborativas¡±, dice Baselga, ¡°con esta tecnolog¨ªa la relaci¨®n de la sociedad y el individuo con los objetos va a cambiar¡±.
La exposici¨®n muestra ejemplos de la utilizaci¨®n de esta tecnolog¨ªa en numerosos ¨¢mbitos de la vida: del arte a la medicina, de la arquitectura a la moda. Por ejemplo, en la escuela El Tur¨® de Montcada i Reixac (Barcelona) los alumnos de sexto curso fabricaron una mano para su compa?era Marian Sabar, que naci¨® sin mano derecha. Con la nueva pr¨®tesis su vida es m¨¢s sencilla: puede coger objetos o abrocharse la chaqueta.
El Proyecto Egg, es la mayor obra de arte impresa en 3D hasta ahora. Para su realizaci¨®n el dise?ador holand¨¦s Michiel Van der Kley coordin¨® a cerca de 5.000 personas: cada una imprimi¨® una pieza para construir una gran huevo. La dise?adora israel¨ª Danit Peleg triunfa imprimiendo sus dise?os en 3D. Los activistas Al-Badri y Nelles escanearon furtivamente la cabeza de Nefertiti en un museo berlin¨¦s y la reprodujeron con una impresora. Quer¨ªan ¡°revaluar cr¨ªticamente las condiciones del busto y superar la idea colonial de que se conserve en Alemania¡±.
En Madrid el 3D tambi¨¦n se desarrolla: en la Universidad Carlos III, los investigadores imprimen piel humana ¡°totalmente funcional¡± que podr¨ªa usarse, abaratando costes, en quemados graves y en pruebas de cosm¨¦ticos. Y en Alcobendas, en el Parque de Castilla-La Mancha, Acciona y el Instituto de Arquitectura Avanzada de Catalu?a han hecho lo propio con un puente, el primero peatonal del mundo realizado con tecnolog¨ªa 3D, en hormig¨®n microperforado con part¨ªculas de fibra de vidrio. Ya se imprime tridimensionalmente hasta la comida, como tambi¨¦n se muestra en la exposici¨®n.
En el lado m¨¢s peligroso del fen¨®meno se muestra c¨®mo con impresoras 3D se pueden fabricar pistolas indetectables por los detectores de metales y que se pueden colar con facilidad en cualquier lugar prohibido.
Entonces, ?fabricaremos en el futuro todas nuestras cosas en casa? ¡°Es posible, aunque lo m¨¢s probable es que vayamos a fabricarlas en fablabs donde dispongan de todos los materiales necesarios¡±, dice la comisaria. En definitiva: como hacemos ahora cuando vamos a la reprograf¨ªa con el pendrive para que nos impriman unos papeles. Solo que nos imprimir¨¢n gafas de sol. O armas.
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