Meterse a ganadero en el Madrid de 2017

Carlos Sanz es un hombre tranquilo de 37 a?os. No pierde los nervios cuando la muchachada excursionista y adolescente de distintos colegios bloquea el camino junto a Las Presillas, la popular zona de ba?o de Rascafr¨ªa, muy cerca del Parque Nacional de La Sierra de Guadarrama. ?l tiene que pasar por all¨ª ¡ªy cuanto m¨¢s avance el verano ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil¡ª para ir a los pastos comunales donde tiene sus vacas, a las que por cierto trata tambi¨¦n con bastante paciencia. Lleva toda la vida lidiando con ellas; su padre y su abuelo ya tuvieron, aunque ¡°m¨¢s por afici¨®n que por negocio¡±. Pero es ahora, dos a?os despu¨¦s de que le despidieran de la constructora para la que trabaj¨® durante tres lustros, cuando est¨¢ intentando convertirlas en su medio de vida. A pesar de las dificultades.

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Para empezar, la Comunidad de Madrid se salt¨® la convocatoria de 2016 de subvenciones para la incorporaci¨®n de j¨®venes agricultores y ganaderos (estaban redefiniendo las ayudas, asegura la Consejer¨ªa de Medio Ambiente) y la de 2015 le pill¨® a Sanz a traspi¨¦s: el plazo de solicitud se hab¨ªa cerrado en diciembre de 2014, cuando todav¨ªa estaba empleado en el mantenimiento de carreteras para OHL. Ahora, por fin, la convocatoria ha vuelto a salir, y Sanz ha presentado todos los papeles: el plan de negocio, el contrato de arrendamiento de la finca... Pero todav¨ªa no sabe si tendr¨¢ los 23.000 euros de subvenci¨®n con fondos europeos con los que comprar¨¢ algunas vacas (ahora tienen 13 y quiere llegar a 35, todas para producci¨®n de carne) y se abastecer¨¢ para el invierno. Aunque se lo den, sabe que el dinero no le llegar¨¢ para todo, as¨ª que tendr¨¢ que completarlo con un cr¨¦dito.

Alfredo Berrocal, presidente de la Uni¨®n de Agricultores y Ganaderos de la Comunidad de Madrid (UGAMA), se queja de que es muy dif¨ªcil sacar adelante en la regi¨®n cualquier explotaci¨®n del sector agropecuario, m¨¢s a¨²n cuando, sostiene, el Gobierno les tiene olvidados. Asegura que la Comunidad dej¨® sin gastar el 25% de las ayudas europeas para desarrollo rural en el periodo 2007-2013 y que en el actual (2014-2020) van por el mismo camino. Un portavoz de Medio Ambiente contesta, sin embargo, que todo est¨¢ marcha.

Lo cierto es que, si desde hace muchos a?os el sector es algo casi residual en la regi¨®n (representa menos del 0,3% del PIB madrile?o), ser agricultor o ganadero en la Comunidad de Madrid es cada vez m¨¢s dif¨ªcil, a juzgar por las cifras de la Encuesta de Poblaci¨®n Activa. Estas dicen que en el primer trimestre de 2008, hab¨ªa 22.400 personas que se dedicaban a estos menesteres; en lo primeros tres meses de 2017 eran 4.900. ¡°Es un sector que ofrece pocas garant¨ªas de futuro. El recambio generacional, l¨®gicamente, es muy peque?o¡±.

En la zona de Rascafr¨ªa (1.600 habitantes al norte de Madrid, a 97 kil¨®metros de distancia por carretera), entre la treintena de ganaderos que hay y que suman unas 1.100 vacas, la mayor¨ªa est¨¢n al borde o han sobrepasado ampliamente la edad de jubilaci¨®n. Todos menos cicno, aunque solo tres de ellos, incluyendo a Sanz, se dedican exclusivamente a la ganader¨ªa.

Muchas cosas han cambiado desde que ¨¦l aprendi¨® el trabajo con su padre y su abuelo: ya no hay que estabularlas cada d¨ªa, la alimentaci¨®n es mucho mejor y tambi¨¦n la higiene y la salud... Pero hay cosas que no cambian, el pastoreo en verano en los pastos comunitarios, los gritos con los que llama a los animales, esa tranquilidad en el trato de la que hablaba ¡ª¡°Si alguna no viene, ya vendr¨¢...¡±¡ª o los cencerros que pasan de padres a hijos.

Ahora que el peligro de los incendios est¨¢ en todos los peri¨®dicos tras el brutal incendio ocurrido en Portugal, Sanz recuerda todo lo que puede ayudar la ganader¨ªa a mantener limpios los campos y reducir la posibilidad de que haya fuegos. Pero se lamenta de lo dif¨ªcil que es poner en pie una explotaci¨®n ganadera en la Comunidad de Madrid del siglo XXI, en la que el campo se ha convertido en poco m¨¢s que un espacio de ocio tur¨ªstico y recreativo, con unas rentabilidades muy dif¨ªciles de alcanzar. "Ya no es por los precios, es por la cantidad de intermediarios", asegura.

Su objetivo es hacerse con una vacada de unos 130-140 animales en cinco a?os. Lleva prepar¨¢ndose desde que se qued¨® en paro; ha hecho cursos de formaci¨®n, est¨¢ sembrando patatas y empaquetando hierba para el invierno. ¡°Dice mi novia [se casar¨¢n el pr¨®ximo agosto] que no me imagina sin las vacas¡±, relata mientras muestra orgulloso el aspecto saludable y aseado de sus animales. Y por eso sabe que siempre conservar¨¢ algunas. Pero es consciente de que quiz¨¢ no pueda llegar a ganarse la vida con ellas. ¡°Si no me dan la subvenci¨®n me dar¨¦ por vencido. Lo dejar¨¦¡±.