La brigada del ¡®No es no¡¯
Cuatro ¡®agentes antimachistas¡¯ conciencian contra la violencia machista en la zona de ocio de la Barceloneta
El frente mar¨ªtimo de la Barceloneta es desde hace a?os uno de los epicentros del ocio nocturno de la ciudad. Desde el pasado jueves, tambi¨¦n cuenta con una brigada antimachista de cuatro miembros impulsada por el Ayuntamiento para combatir las agresiones sexistas. Un equipo que pretende concienciar y asesorar sobre la violencia sexista y, en caso de detectar un caso, activar un protocolo de asistencia m¨¦dica y policial para las v¨ªctimas. El Consistorio ha instalado un puesto pintado en violeta donde una mano da el alto. Tambi¨¦n pueden leerse mensajes que buscan ara?ar conciencias, como ¡°?No es no!¡± y ¡°?Si lo ves, no calles, act¨²a!¡±.
EL PA?S acompa?¨® el pasado viernes a la brigada en su segundo d¨ªa de servicio. El dispositivo funcionar¨¢ de jueves a s¨¢bado hasta el 25 de septiembre. Raquel, Aida, Joan y Sara empiezan preparando la caseta. ¡°Mientras dos se quedan en el puesto informando, otros dos hacen rondas por la zona¡±, informa Raquel. Los cuatro j¨®venes tienen carrera universitaria y han superado un curso espec¨ªfico. Dentro de la caseta violeta ordenan tr¨ªpticos y pegatinas, y recuentan uno de los objetos m¨¢s codiciados por los miles de j¨®venes que empiezan a llegar a la zona de discotecas: chapas. ¡°Hoy se nos ha ca¨ªdo pero normalmente instalamos aqu¨ª una cortina por si viene alguna persona y necesita intimidad para explicarnos algo¡±, explica Raquel.
Joan y Sara comienzan la ronda. Se entremezclan, ataviados con unos chalecos negros, entre oleadas de j¨®venes entusiastas en una noche de verano. Tres chicas con los 18 a?os reci¨¦n cumplidos son las primeras elegidas para recibir consejos. ¡°Hola, estamos informando sobre las conductas que no deb¨¦is tolerar y queremos daros estos tr¨ªpticos¡±, rompe el hielo Sara. Una de las j¨®venes habla por el m¨®vil sin cara de entender muy bien lo que ocurre. Es entonces cuando Joan inicia un interrogatorio que conoce al dedillo: ¡°?Sab¨¦is qu¨¦ es violencia machista?¡±. Ante la cuesti¨®n, las j¨®venes responden describiendo acciones que suponen agresiones sexuales y violaciones. Pero los dos brigadistas del antimachismos corrigen: ¡°No es s¨®lo eso, tambi¨¦n es un insulto. Ten¨¦is que recordar que qui¨¦n marca los l¨ªmites en todo momento sois vosotras¡±. ¡°Yo cuando me tocan el culo en la discoteca lo que hago es dar un par de hostias¡±, salta la joven que sigue enganchada al m¨®vil. Joan informa de que en esos casos incluso se puede denunciar y les anuncia que la caseta estar¨¢ abierta toda la noche, por lo que pueden dirigir a ella ante cualquier problema. Adem¨¢s, el brigadista suplica que no sean c¨®mplices de las actitudes machistas que vean y que las denuncien.
La ruta contin¨²a. Joan y Sara siguen entregando informaci¨®n a los diferentes grupos. Cuatro agentes de paisano de la Guardia Urbana de Barcelona les miran con curiosidad. Lo mismo hacen, un poco m¨¢s all¨¢, los guardias de seguridad de una discoteca.
¡°Iniciativa interesante¡±
Cerca de la arena de la playa del Somorrostro, cinco amigas se disponen a comenzar una noche de fiesta. ¡°Somos au pair¡±, afirma una de ellas. Despu¨¦s de que Joan y Sara les informen, la joven concluye que la ¡°iniciativa es muy interesante¡±. ¡°No hace mucho tuvimos un percance en una discoteca y pedimos ayuda a un portero. Fue mucho peor¡±, denuncia.
Joan y Sara se acercan a m¨¢s grupos. Algunos beben en la arena y creen que son polic¨ªas los que se aproximan. Pasado el susto, aceptan chapas y tr¨ªpticos pero no interact¨²an demasiado. ¡°Las noches suelen pasar as¨ª. Durante la prueba piloto, en las pasadas fiestas de la Merc¨¨, una joven nos pidi¨® ayuda porque hab¨ªa sido agredida sexualmente¡±, recuerda Joan, que r¨¢pidamente puso en marcha el protocolo de actuaci¨®n con polic¨ªas y sanitarios.
Con todo, el joven reconoce que son escasas las agresiones sexuales de estas caracter¨ªsticas que les denuncian a ellos y asegura que cuando una mujer tiene alg¨²n tipo de problema suele explic¨¢rselo a sus compa?eras antes que a ¨¦l. ¡°En cambio cuando alguien del colectivo LGTBI es la v¨ªctima se suelen sincerar antes conmigo¡±, a?ade.
La ronda ha acabado y vuelven a la caseta. ¡°Ayer repartimos 400 d¨ªpticos y 250 chapas¡±, revisa Aida. Las au pair se acercan. Han intentado entrar en una discoteca y un promotor las ha rechazado llam¨¢ndolas ¡°malditas perras¡±. Joan rellena un informe con el caso. La noche contin¨²a para la brigada antimachista.
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