El Jarama se renueva por sus bodas de oro

La inmensidad del asfalto es patente en Nuvolari y Fangio, las primeras curvas. A continuaci¨®n se encuentra el temible doble giro en la de Le Mans o la ceguera total cuando el coche se aproxima a Alberto Ascari. Esta descripci¨®n del trazado corresponde al primer circuito permanente de carreras que se cre¨® en Espa?a y que este a?o celebra su 50 aniversario, el del Jarama. Los 3.850 metros de pista, las 13 curvas (ocho a la derecha y cinco a la izquierda) y la recta principal de unos 900 metros tienen muchas historias que contar.

En el circuito se han celebrado competiciones de primer nivel de F¨®rmula 1, motociclismo, turismos e incluso rallies, al mismo tiempo que por el trazado han pasado pilotos de la talla de Emerson Fittipaldi, Niki Lauda, ?ngel Nieto, Carlos Sainz o Fernando Alonso. De los 60 a los 90, se celebraron en el Jarama nueve grandes premios de F¨®rmula 1 y 16 de motociclismo. Actualmente las instalaciones madrile?as (cuyo propietario es el Real Autom¨®vil Club de Espa?a (RACE) est¨¢n adquiriendo aires nuevos, abriendo el circuito a eventos corporativos, adem¨¢s de albergar una escuela de conducci¨®n y un karting entre otros. Una de las pruebas reinas que se mantiene es el Gran Premio de Cami¨®n de Europa (que se celebrar¨¢ los pr¨®ximos 7 y 8 de octubre).

¡°Competici¨®n, formaci¨®n, reuni¨®n y diversi¨®n. El Jarama es un circuito con todas las combinaciones posibles¡±, explica Ignacio Fern¨¢ndez, director de las instalaciones desde 2015. Fern¨¢ndez explica que el circuito (que se inaugur¨® en 1967 con una carrera de F¨®rmula 2) se qued¨® obsoleto hace unos a?os y por eso han puesto en marcha el proyecto Jarama 2021, orientado a modernizar el circuito. En apariencia, el objetivo se est¨¢ logrando, ya que la torre de control (el Jarama Padock Club) se ha renovado por completo y los 2.200 metros de los que dispone albergan eventos o presentaciones de nuevos veh¨ªculos. Cuando haya competiciones la direcci¨®n de carrera y la sala de cronometraje tambi¨¦n estar¨¢n situadas en esta torre.

Adem¨¢s del gran n¨²mero de fotos hist¨®ricas del circuito que decoran las paredes del interior de la torre, uno de los principales atractivos est¨¢ en la octava planta, desde la que se puede divisar perfectamente la totalidad de la pista. Fern¨¢ndez define el trazado como ¡°muy t¨¦cnico y complejo¡±. ¡°El Jarama forma parte del patrimonio emocional de todos los aficionados del mundo del motor en Espa?a. Adem¨¢s, su historia no se entiende si no es de la mano del piloto ?ngel Nieto¡±, comenta el director sobre uno de sus referentes deportivos. Una opini¨®n similar es la que tiene Ernesto Nava, director de la escuela de conducci¨®n del circuito y que lleva vinculado al Jarama y al automovilismo desde que asisti¨® a su primera carrera con 12 a?os.

¡°En el Jarama no hay dos curvas iguales ni que se tracen de la misma manera. Muchas no son previsibles, porque no las ves hasta que est¨¢s dentro o ya saliendo de ellas¡±, comenta mientras conduce su veh¨ªculo por el trazado. Nava sabe todos los nombres de las curvas casi mejor que el suyo propio y conoce a la perfecci¨®n el punto exacto donde se debe acelerar y frenar para que el coche no se salga de la pista. ¡°A uno de los lados de la curva de Farina hay una tribuna natural, la gente se sienta en el c¨¦sped y si das mal el giro y la fastidias puede haber 15.000 ojos examin¨¢ndote aqu¨ª perfectamente¡±, dice. Pasados unos minutos y varios acelerones, el coche de Nava empieza la subida a la parte del circuito decorada con un arco de la marca Dunlop simulando un neum¨¢tico. ¡°Aqu¨ª no se ve nada mientras subes, es una parte que vas ciego, tienes que saber muy bien lo que haces y conocer el trazado. La presi¨®n es a¨²n mayor si est¨¢s compitiendo con otros coches¡±, cuenta apasionado.

Una de las partes m¨¢s emotivas del circuito est¨¢ al final, donde hasta hace muy poco estaba la denominada curva del t¨²nel. Esta parte del trazado se rebautiz¨® el pasado 4 de julio y ha pasado a llamarse curva de Mar¨ªa de Villota, en recuerdo a la piloto fallecida. ¡°Mar¨ªa se form¨® en este circuito y su padre era uno de los grandes pilotos que pasaron por el Jarama. Le deb¨ªamos un homenaje¡±, afirma Gonz¨¢lez, el director del circuito. En otro de los puntos del trazado se encuentra tambi¨¦n el monolito en honor al expiloto de motociclismo ?ngel Nieto, campe¨®n del mundo en 13 ocasiones.

La experiencia del "drifting"

Dentro de la oferta de ocio del Jarama, destaca la experiencia de drifting, que consiste en realizar derrapajes sobre uno de los m¨ªticos veh¨ªculos Seven, unos coches de ¨¦poca (alrededor de los a?os 60) fabricados por la compa?¨ªa inglesa Westfield Cars, que se populariz¨® por la fabricaci¨®n artesanal de sus veh¨ªculos. ¡°En ning¨²n circuito de Europa salvo en el Jarama la gente puede experimentar conducir coches como estos de 190 caballos y 500 kilos. El hecho de derrapar es algo que intuitivamente sabemos hacer todos pero aqu¨ª est¨¢ la posibilidad de darle rienda suelta¡±, cuenta Manuel Rosado, que es piloto de automovilismo desde peque?o y campe¨®n de Espa?a de prototipos y GT.

A pocos metros de donde Rosado realiza su actividad, se encuentra la gran recta del circuito, donde se sit¨²a la l¨ªnea de salida. En este tramo se han vivido competiciones apasionantes y victorias de infarto, como la que destaca el director del circuito del expiloto canadiense Jacques Villeneuve. ¡°En el gran premio de F¨®rmula 1 de 1981 Villeneuve gan¨® la carrera en el ¨²ltimo instante. Fue tan re?ido que muchos de los coches llegaron pr¨¢cticamente seguidos con apenas segundos de diferencia¡±, comenta. Hoy, esa misma recta no vive tantos momentos llenos de adrenalina como lo hac¨ªa anta?o, pero es testigo de la evidente transformaci¨®n de este circuito, ambicioso donde los haya, y que no se resigna a que su nombre quede relegado en la historia.