Equilibrio extremo
La plaza de Pablo Picasso ha acogido este viernes una exhibici¨®n profesional del deporte urbano conocido como 'slackline'
Rodeado de rascacielos madrile?os y bajo la atenta mirada de decenas de personas, Abraham Hern¨¢ndez se impulsa sobre una delgada cinta de nailon y poli¨¦ster anclada a dos puntos y que le catapulta unos cuatro o cinco metros. Ya en el aire realiza un giro de 360 grados para aterrizar, con su pecho, de nuevo sobre la cinta. El p¨²blico le ovaciona.
Hern¨¢ndez, actual campe¨®n del mundo de slackline (deporte urbano de equilibrio que va ganando adeptos) ha participado este viernes en una exhibici¨®n organizada por el Ayuntamiento de Madrid, dentro del programa Veranos de la Villa en Azca. Junto a ¨¦l, los tambi¨¦n profesionales de esta disciplina deportiva: Mikel Ros de Zarobe, Adri¨¢n Portoles Isla y Oscar Cortegoso Galm¨¢n.
El origen del slackline se remonta a la d¨¦cada de los ochenta, cuando una pareja de escaladores del Valle de Yosemite (California), Ad¨¢n Grosowsky y Jeff Ellington, comenzaron a practicarlo como forma de entretenimiento en los aparcamientos pr¨®ximos al parque. Ah¨ª comenz¨® a popularizarse.
"En Espa?a la pr¨¢ctica de este deporte va creciendo pero todav¨ªa necesita visibilizaci¨®n, por eso cre¨ªmos importante incluirlo, por primera vez, en la programaci¨®n estival", explica Javier Benedicto, coordinador art¨ªstico de Veranos de la Villa.
A diferencia del funambulismo ¡ªque se realiza sobre un cable de acero¡ª, la cinta de slackline es din¨¢mica permitiendo un cierto grado de balanceo y flexibilidad. Var¨ªa su grosor y longitud dependiendo de la modalidad practicada: trickline, longline, highline, waterline, rodeoline y yoga slackline.
Hay una opini¨®n dividida entre aquellos que lo consideran un deporte extremo como el skateboarding o el parkour, y los que creen que se trata de un arte circense. Para Brian Mathews, presidente de la Asociaci¨®n Madrile?a de Slackline Mad Primates, es una mezcla de ambos porque ¡°se necesita una buena condici¨®n f¨ªsica y un poco de gracia sobre la cinta¡±. Y as¨ª lo quisieron dejar claro en la jornada de este viernes, realizando un n¨²mero que mezclaba t¨¦cnicas de equilibrio con una coreograf¨ªa sobre la cinta al m¨¢s puro estilo clown. El evento cont¨® tambi¨¦n con talleres de iniciaci¨®n para todos los p¨²blicos.
Parad¨®jicamente, aunque no es un deporte ilegal, la ciudad no permite practicarlo de una forma totalmente regular. Esto se debe al riesgo que supone atar una cuerda a dos ¨¢rboles. Mathews explica que entre los materiales que permiten su pr¨¢ctica se encuentran los protectores de ¨¢rboles, que evitan da?os en la corteza y que han sido examinados por ingenieros medioambientales. "Es muy importante para nosotros no da?ar el ¨¢rbol. Adem¨¢s del protector, siempre escogemos aquellos ejemplares que tienen un di¨¢metro superior a los 50 cent¨ªmetros y que se vean sanos", asegura el presidente de Mad Primates, quien cuenta que fue precisamente esta situaci¨®n de confusi¨®n jur¨ªdica la que les llevo a agruparse como asociaci¨®n: "De esta manera, podemos identificarnos como colectivo, entablar dialogo con las autoridades locales y solicitar un lugar de reuni¨®n y entrenamiento, como un Slackpark", dice Mathews.
Pese a haber tocado muchas puertas, Mad Primates no cuenta todav¨ªa con ese espacio, pero esperan que exhibiciones como esta hagan como la cinta de slackline y les impulsen para conseguirlo.
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