Shikillo Festival, m¨²sica y compromiso

"Si quieres cambiar algo cambia t¨². El amor parece el discurso f¨¢cil pero es lo m¨¢s dif¨ªcil". Con un mensaje cargado de "buenas vibraciones", el rapero Kase.O se ha subido por primera vez este fin de semana al escenario del Shikillo Festival en Candeleda (?vila). "Quiero de tu droga", le grit¨® una seguidora que prefer¨ªa m¨¢s m¨²sica y menos palabras. Mientras, el p¨²blico entregado, a pesar del bochornoso clima, arrop¨® con una gran ovaci¨®n el parlamento del exvocalista de Violadores del Verso. La espiritualidad llen¨® la sierra de Gredos de la mano de El C¨ªrculo, el ¨²ltimo trabajo del zaragozano.

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Kase.O despleg¨® verborrea con los espectadores el viernes y les dedic¨® reflexiones entre cada canci¨®n. Les record¨® que la naturaleza est¨¢ ah¨ª. "Abrazad un ¨¢rbol, respetad a las hormigas", dijo el MC, contra la dictadura de las pantallas que "nos tienen siempre mirando hacia abajo". La l¨ªnea comprometida continu¨® con el rechazo a las actitudes machistas. "Las chicas se visten como quieren y si dicen no es no". Los temas nuevos dejaron paso a los cl¨¢sicos del grupo de hip hop del barrio de La Jota. Vivir para contarlo o Ballantines?tejieron el final del concierto para que entrara en escena el grupo de rap hardcore, Riot Propaganda.

La banda, una fusi¨®n entre Los Chikos del Ma¨ªz y Habeas Corpus, record¨® a los espectadores, que sumaron 18.000 en esta sexta edici¨®n del festival, la lucha por unas mejores condiciones laborales de los estibadores y de las camareras de habitaciones de hotel, conocidas como las kellys. Una sacudida de m¨¢s de una hora del directo m¨¢s pol¨ªtico y explosivo del Shikillo. La provocaci¨®n, sello del grupo Riot Propaganda, son¨® con el Bailar¨¦ sobre tu tumba de Siniestro Total en memoria de algunos pol¨ªticos imputados en casos de corrupci¨®n.

El ?ltimo Ke Zierre, grupo de punk rock de Castell¨®n, es el favorito del cartel de Carlos Garc¨ªa, de 33 a?os. "Les sigo desde hace 15 a?os, aunque es cierto que los temas que m¨¢s me gustan son los antiguos. Ahora se han enfocado m¨¢s en el rock que en el punk m¨¢s reivindicativo", explica este madrile?o. Pedro Alejandro Jara, de 25 a?os, ha venido al Shikillo desde Murcia. "Es un festival muy familiar y se est¨¢ a gusto. Puedes ver sin problema el concierto en primera fila porque no est¨¢ masificado", apunta. Este joven se declara seguidor de Vandal. Imita con una trompetilla el ritmo el¨¦ctrico que toc¨® la noche del viernes la banda de raggatek. "Se me quedaron los gemelos cargad¨ªsimos de bailar", recuerda.

Pero la m¨²sica no para cuando sale el sol en el Shikillo. La m¨²sica country, reggae y ska hizo m¨¢s llevadera la resaca durante estos tres d¨ªas de evento en la piscina natural del municipio. Los festivaleros, cargados con neveras y toallas, saltaban de una piedra a otra para cruzar el r¨ªo y hacerse con un sitio a la sombra. "Respetad a los pececillos. No tir¨¦is botellas ni orin¨¦is en el agua", record¨® un miembro de la organizaci¨®n del festival a unos j¨®venes reci¨¦n levantados.

Tras dos noches de alterne y pocas horas de sue?o, la noche del s¨¢bado aun hab¨ªa fuerzas para dejar sin suela las zapatillas durante la actuaci¨®n de los italianos, Talco. El grupo de ska removi¨® a motivados y rezagados. Un remolino humano, desordenado, se desplazaba a brincos de un lado a otro de la pista y puso la nota de color a la velada. Tremenda Jaur¨ªa, los reguetoneros feminista, cerraron el chiringuito hasta el a?o que viene.