Asuntos Sociales estudia aumentar la ratio de cuidadores en las residencias
La presi¨®n asistencial y los bajos precios de las tarifas que paga el Govern por cada plaza concertada han puesto en jaque al sector residencial
Los coletazos de los recortes que asolaron el sector de la dependencia durante el gobierno de Artur Mas todav¨ªa se resienten en las residencias catalanas. Los sueldos de los cuidadores no llegan a 1.000 euros y la presi¨®n asistencial no baja. Las patronales avisan adem¨¢s de una situaci¨®n financiera ¡°l¨ªmite¡±, pues las tarifas que paga el Govern por plaza concertada est¨¢n congeladas desde 2010, pero los costes de vida, dicen, han aumentado un 10%. El Departamento de Trabajo y Asuntos Sociales estudia aumentar la ratio de cuidadores en las residencias y que las nuevas licitaciones primen criterios t¨¦cnicos por encima de los econ¨®micos.
La pol¨¦mica por el caso de las cinco residencias en las que vecinos y familiares denunciaron falta de personal e irregularidades en la higiene de los ancianos, en la administraci¨®n de alimento y medicaci¨®n y en la falta de actividad de los usuarios, lanz¨® la voz de alarma. De hecho, tras un brote de sarna en uno de estos cinco centros (la residencia El Mol¨ª en Nou Barris), el Departamento suspendi¨® cautelarmente su gesti¨®n a la UTE Ingesan-Asproseat, filial de la constructora OHL y adjudicataria tambi¨¦n de las otras cuatro residencias. Asuntos Sociales anunci¨® un refuerzo de la plantilla en las cinco residencias (tres trabajadores por planta en cada geri¨¢trico) y se comprometi¨® a no prorrogar la concesi¨®n de las cinco residencias a la UTE Ingesan-Asproseat, por lo que en 2018 estos geri¨¢tricos volver¨¢n a salir a concurso p¨²blico.
En el fondo del asunto est¨¢n las licitaciones a la baja, que en este caso gan¨® la filial de la constructora OHL con una rebaja de precios de hasta el 15% de lo que estipulaba la Generalitat. El Departamento reconoci¨® que ¡°las ¨²ltimas licitaciones redujeron la presencia de profesionales de atenci¨®n directa, pese a estar dentro de las ratios legales¡± y admiti¨® que todo es consecuencia de ¡°los ajustes presupuestarios¡± entre 2011 y 2015. ¡°Es cierto que con la atenci¨®n efectiva de profesionales tan ajustada a la ratio, cualquier baja no prevista o absentismo por parte de los profesionales crea un impacto directo en la atenci¨®n a los usuarios¡±, reconoci¨® la Generalitat. En este sentido, una portavoz del Departamento explic¨® que ¡°se van a revisar los pliegos de cara a pr¨®ximas licitaciones porque desde 2012, se priman criterios econ¨®micos¡± por encima de cuestiones m¨¢s t¨¦cnicas.
Catalu?a dispone de 38.507 plazas de residencia con financiaci¨®n p¨²blica. De ellas, solo el 13% son propiedad de la Generalitat. El resto son plazas concertadas a empresas privadas del sector. Y precisamente estas entidades han denunciado tambi¨¦n la situaci¨®n de ¡°abandono¡± que viven los centros residenciales. Patronales y sindicatos han exigido a Asuntos Sociales una inyecci¨®n de 300 millones en tres a?os para ¡°poder situar las tarifas p¨²blicas al nivel necesario para dignificar el sector¡±. Durante la crisis, el presupuesto para residencias se redujo en m¨¢s de 43 millones de euros en dos a?os, pasando de 637,1 en 2011 a 593,9 en 2013, la ¨¦poca m¨¢s dura del tijeretazo.
Las cifras de los geri¨¢tricos
Presupuesto.?El Govern?ha destinado este a?o 629,9 millones de euros, 22 m¨¢s que en 2016. Pero todav¨ªa no se han alcanzado las cifras de antes de la crisis (en 2011 fueron 637,1 millones).
Plazas disponibles. Catalu?a dispone de 38.507 camas de financiaci¨®n p¨²blica en los geri¨¢tricos. De ellas, solo el 13% son de residencias propias de la Generalitat. El resto son de centros privados (se financia parte de la plaza con la prestaci¨®n econ¨®mica vinculada), o de residencias concertadas y colaboradoras.
Demandas del sector. Las patronales y sindicatos del sector piden una inyecci¨®n de 300 millones en tres a?os para regular las tarifas de acuerdo con los costes reales de una plaza. El 60% de esta partida ir¨ªa a mejorar los salarios.
El Departamento ha contestado a las demandas de empresarios y trabajadores (m¨¢s de 40.000 seg¨²n las patronales, el 90% mujeres) con ¡°un plan de mejora de la calidad y sostenibilidad de las residencias de ancianos¡± que discutir¨¢ con el sector. Entre las medidas propuestas, la consejera del ramo, Dolors Bassa, se aviene a hacer ¡°los ajustes necesarios en la cartera de servicios¡±, como establecer nuevas ratios, perfiles y horas de profesionales para atender a las nuevas necesidades. Asuntos Sociales ha reivindicado adem¨¢s el ¡°esfuerzo¡± del Departamento desde que Bassa lleg¨® al cargo en 2016 ¡ªha aumentado el presupuesto hasta los 629,9 millones, pero todav¨ªa no ha llegado a las cifras de antes de la crisis¡ª: ¡°Se han puesto en marcha 1.600 nuevas plazas colaboradoras con una inversi¨®n de 34,6 millones de euros y se ha aumentado por primera vez la tarifa del m¨®dulo de residencia de los usuarios con dependencia de grado II en un 3,5%¡±.
Mejoras insuficientes
Con todo, el sector ve estas mejoras insuficientes y alertan de que ¡°las tarifas p¨²blicas son las que condicionan las condiciones de trabajo¡±. ¡°Queremos un incremento de las tarifas para dignificar los sueldos de los trabajadores. Son muy bajos y no encontramos gente porque no llegan a mileuristas, los horarios son muy duros y el trabajo tambi¨¦n¡±, admite Vicente Botella, responsable de UPIMIR, la patronal de las peque?as y medianas residencias.
Pilar Cepri¨¢n lleva 23 a?os como auxiliar de enfermer¨ªa en una residencia p¨²blica. ¡°Ya entonces trabaj¨¢bamos bajo m¨ªnimos pero el 50% de los abuelos eran independientes, se hac¨ªan la cama solos¡ Ahora, el 99% de los ancianos necesitan asistencia para todo, son grandes dependientes, y el personal es el mismo que hace 20 a?os¡±, explica la trabajadora. Las ratios actuales, asegura, est¨¢n ¡°obsoletas¡± ¡ªun cuidador por cada 10 ancianos¡ª y culpa a la Generalitat de la ¡°situaci¨®n de impotencia¡± que viven los trabajadores. ¡°No llegamos a todo. Por la noche estamos una compa?era y yo a cargo de 72 personas. En los comedores y en las salas comunes est¨¢n solos tambi¨¦n y esto provoca ca¨ªdas, una detr¨¢s de otra. Estamos en un estado de ansiedad porque, si pasa algo, ?qu¨¦? ?Es una negligencia? Pero, ?de qui¨¦n? La Generalitat sabe que est¨¢ pasando esto¡±, denuncia.
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