En la cama de 101 vecinos
El proyecto de Lope de Aixela busca conocer la historia de quienes viven en Malasa?a pernoctando en sus casas
A los padres de Marcos Amat, m¨²sico de 44 a?os, les parec¨ªa extra?o que dejara dormir a un desconocido en su piso de Malasa?a. Pero Lope de Aixela, que se define como un astr¨®logo-peregrino, se lo hab¨ªa pedido un par de semanas antes. Este casual encuentro forma parte de 101 noches, proyecto de Aixela que busca poner nombre y biograf¨ªa a los vecinos del barrio.
La idea de dormir en casa de sus vecinos surgi¨® en 2014 cuando Aixela se vio en un apuro econ¨®mico. ¡°Me vi en la tesitura de no tener casa y me pregunt¨¦: ?Qu¨¦ pasar¨ªa si toco las puertas de mis vecinos?¡±. Aunque su situaci¨®n econ¨®mica se estabiliz¨®, esa inquietud qued¨® rondando por su cabeza. Finalmente, hace un a?o le puso nombre a la idea, 101 noches, y desde hace cuatro meses busca respuesta a su pregunta en camas o sof¨¢s ajenos. Por ahora solo siete le han abierto la puerta.
¡°La respuesta ha sido m¨¢s lenta de lo que esperaba¡±, reconoce, ¡°pens¨¦ que la gente de Malasa?a, al ser de mente abierta, reaccionar¨ªa de otra forma¡±. Pero Aixela pr¨¢cticamente no ha tocado puertas, sino que ha esperado a que lo inviten. ¡°A partir de septiembre ser¨¦ yo el que pregunte, no lo he hecho porque no quiero que piensen que soy un loco exc¨¦ntrico o un vagabundo¡±, aclara.
Lope de Aixela viste como un peregrino, con sandalias de cuero, un pa?uelo rojo y una boina. Desde hace tres a?os, recorre diariamente Malasa?a ayud¨¢ndose de un bast¨®n. Afirma que casi todo el vecindario sabe de su existencia, pero hay muchas cosas de las que no quiere hablar: no revela si Lope es su nombre real, ni en qu¨¦ calle vive o cu¨¢l fue su barrio anterior. Tampoco dice su edad. El vecino Amat se enter¨® de la existencia del peregrino por el documental Me gusta Malasa?a de Juanjo Castro en el que aparec¨ªan ambos. ¡°Un d¨ªa nos encontramos en un bar y nos quedamos conversando, luego me pidi¨® dormir en casa. Ha sido una experiencia interesante y vinculante¡±, cuenta desde su privilegiada terraza en la calle del Barco.
¡°Mis amigos tienen curiosidad por conocer a Lope, pero ahora todos se fueron de vacaciones. En septiembre alguno lo invita¡±, sostiene el anfitri¨®n. ¡°Es una gozada, porque una vez que me alojo en sus casas, cuando nos encontramos siempre nos ponemos al d¨ªa, pasan a ser mis amigos¡±, cuenta el ide¨®logo del proyecto.
El perfil de quienes han recibido a Aixela es gente de una media de 38 a?os, liberales y de profesiones independientes. Como obsequio, Aixela les lee la carta astral. Hasta el momento nadie ha rechazado el regalo, pero aclara que si alguien no quiere, no pasa nada: ¡°El objetivo es conocernos y conversar¡±.
Una vez que el peregrino abandona el hogar de su anfitri¨®n, sube su historia a Facebook para que otros vecinos de Malasa?a ¡ªy de otros barrios¡ª puedan conocer tambi¨¦n a quienes viven junto a ellos. ¡°Malasa?a es como un pueblo, tiene calles estrechas, como laberintos, suenan las campanas de la iglesia, no somos muchos... La ¨²nica diferencia es que no nos conocemos¡±, lamenta
¡°Con esta experiencia se vive la hospitalidad¡±, narra Aixela: ¡°En la casa de un sumiller aprend¨ª de los vinos que me dio a probar; en la casa de una pareja que cuidaba perros de acogida conoc¨ª el sufrimiento de esos animales¡ Voy entrando en diferentes mundos¡±.
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