Joyas feministas poco conocidas

Si ha habido una revoluci¨®n exitosa durante el siglo XX es aquella que han liderado las mujeres. Las luchas feministas -que a¨²n siguen batallando d¨ªa a d¨ªa para hacer que la sociedad sea m¨¢s igualitaria- no hubieran sido posibles sin pioneras espa?olas como Concepci¨®n Arenal, Emilia Pardo Baz¨¢n, o Clara Campoamor. Su lucidez, visi¨®n y an¨¢lisis de las sociedades patriarcales en las que vivieron fueron fundamentales para los posteriores movimientos feministas que contin¨²an hasta nuestros d¨ªas. A pesar de la visibilidad y el protagonismo que el feminismo ha ganado en los ¨²ltimos a?os, muy poco se sabe de la existencia de la Biblioteca de Mujeres que, en la actualidad, cuenta con cerca de 30.000 t¨ªtulos en su haber, entre los que se encuentran estudios y ensayos feministas, femeninos y mis¨®ginos, biograf¨ªas, obras literarias, as¨ª como folletos, carteles, tebeos, pegatinas, o sellos, todos ellos de una enorme val¨ªa cultural, pol¨ªtica y social.

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Bibliotecas para no callar

La principal responsable de esta biblioteca es la feminista Marisa Mediavilla, bibliotecaria y documentalista que a mediados de los a?os ochenta decidi¨® montar un espacio que acogiera el material con el que los movimientos feministas hab¨ªan venido evolucionando a lo largo de la historia. "La idea primordial era hacer una biblioteca sobre mujeres y para mujeres, una biblioteca especializada con obras de ensayo y obras literarias", comenta Lola Robles, escritora que acompa?¨® a Marisa Mediavilla en esta aventura durante 16 a?os. "Marisa empez¨® en el a?o 1985 u 1986 en la calle Barquillo que, por entonces, era la sede del Movimiento Feminista de Madrid. Yo llegu¨¦ pocos meses despu¨¦s. En 1989 decidimos fundar una asociaci¨®n y, desde entonces, fuimos recolectando libros. Luego, con alguna peque?a subvenci¨®n del Estado compr¨¢bamos m¨¢s libros y organiz¨¢bamos charlas, ciclos y actividades culturales", dice Robles. "En ese entonces ven¨ªan muchas extranjeras, como estadounidenses, que ven¨ªan a buscar novelas, o libros que no encontraban en otros sitios". En 1997, ante el incremento del n¨²mero de t¨ªtulos, Marisa y Lola tuvieron que mudarse a la calle Villaalmil, sede del Consejo de la Comunidad de Madrid, con quien se hab¨ªa firmado un convenio de 10 a?os. Pero en 2005 se les oblig¨® a abandonar el lugar.

En la actualidad la Biblioteca de Mujeres cuenta con alrededor de 30 mil t¨ªtulos. El creciente n¨²mero de vol¨²menes que se fue acumulando hizo que en el 2006 Marisa Mediavilla cediera el fondo bibliogr¨¢fico de la Asociaci¨®n Biblioteca de Mujeres al Instituto de la Mujer. Sin embargo, la biblioteca, ahora mismo, a falta de un lugar propio, se encuentra en el Museo del Traje, que pertenece al Ministerio de Educaci¨®n, Cultura y Deportes. Si bien es cierto que el Instituto de la Mujer pone a disposici¨®n los miles de t¨ªtulos a trav¨¦s de su Centro de Documentaci¨®n, donde es posible acceder y consultar los libros y documentos que ostenta la biblioteca, no son muchas las investigadoras que hacen uso de ellos. "Desde el 2012 hasta la fecha se han acercado a consultar la biblioteca 15 investigadores", dice Mar¨ªa Prego de Lis, bibliotecaria del Museo del Traje y encargada de acercar los libros de la Biblioteca de la Mujer a los usuarios. "Se han consultado un total de 120 vol¨²menes".

"El problema es que para consultar los libros lo que uno tiene que hacer es entrar al Centro de Documentaci¨®n, copiar la asignatura y pedir la solicitud online al Instituto de la Mujer y esperar dos, o tres d¨ªas para consultarlo en la Biblioteca del Traje. No puede uno ir y pedir un libro directamente", dice Lola Robles. "Ese sitio no es el ideal para la biblioteca, lo ideal ser¨ªa que tuviera su espacio propio, con personal exclusivo para esos t¨ªtulos y que, claro, se pudieran actualizar constantemente los fondos. Ser¨ªa importante que los estudiantes universitarios, por ejemplo, supieran que pueden consultarlos", opina Robles.