La Comunidad da alas al chotis
El Gobierno regional promociona la ense?anza del tradicional baile tradicional madrile?o en centros de mayores
Madrid fue, como dec¨ªa Agust¨ªn Lara en su canci¨®n, ¡°la cuna del requiebro y del chotis¡±, aunque de eso hace ya mucho tiempo (m¨¢s de medio siglo). Cada a?o, en mayo con San Isidro y en agosto con las celebraciones de San Lorenzo, San Cayetano y La Paloma, resurge el esp¨ªritu ¡°chulapo¡±, ese que llena las calles de mantillas, claveles y limonada. Sin embargo, m¨¢s all¨¢ de las verbenas, el Madrid de ahora sucumbe a otras tendencias y ritmos, y son unos pocos ¨Casociaciones y agrupaciones de mayores¨C los que intentan preservar estas costumbres y tradiciones madrile?as.
El chotis, cuyo origen es centroeuropeo ¨Cdel escoc¨¦s Schottis¨C, se convirti¨® en el baile por antonomasia de las fiestas madrile?as en 1890. Cuenta Jos¨¦ Luis Campos, presidente de la Agrupaci¨®n de madrile?os y amigos Los Castizos, que a todos los socios de nuevo ingreso se les ense?a a bailar el chotis. ¡°Nuestras fiestas y reuniones giran alrededor de este baile, por lo que es necesario que lo aprendan¡±. La agrupaci¨®n, una de las m¨¢s antiguas de Madrid (1984), desarrolla anualmente multitud de actividades relacionadas con el folclore de la regi¨®n.
Campos, enamorado de las verbenas y de los trajes de chulapo, consigui¨® contagiar esta pasi¨®n por lo madrile?o a su esposa y al resto de su familia. ¡°Mi mujer forma parte de la agrupaci¨®n, mis hijos lo hicieron cuando eran m¨¢s peque?os y, al menos, he conseguido que mis nietos tambi¨¦n participen de esta tradici¨®n¡±, cuenta. ¡°A medida que crecen empiezan a desvincularse de las asociaciones que son, al fin y al cabo, los ¨²nicos espacios que organizan estos bailes y eligen otros ambientes¡±.
Hace un a?o, los responsables del club de chotis El Cielo de Madrid, le pidieron a la presidenta Cristina Cifuentes crear una escuela para promocionar este baile entre las nuevas generaciones. El pasado mes de junio, la Comunidad de Madrid respondi¨® a la petici¨®n inaugurando el primer centro oficial de la regi¨®n, cuyas clases se imparten en los centros de mayores de Tetu¨¢n y de Puente de Toledo. El chotis se incluye entre las actividades programadas en los centros de d¨ªa que gestiona la Agencia Madrile?a de Atenci¨®n Social (AMAS) ¨Cdependiente de la Consejer¨ªa de Pol¨ªticas Sociales y Familia¨C para promocionar el envejecimiento activo entre sus usuarios. Hace tres a?os tambi¨¦n se puso en marcha unos talleres de aprendizaje de chotis, de los que se han beneficiado, hasta la fecha, cerca de 500 personas.
Pilar Herranz y Agust¨ªn Orozco, fundadores de El cielo de Madrid y pareja ganadora de varios concursos de chotis de la regi¨®n, son los profesores voluntarios de la escuela en Tetu¨¢n. ¡°La gente tiene una idea equivocada del chotis, no es un baile aburrido, y mucho menos f¨¢cil¡±, advierte Orozco, ¡°se requiere de cierta t¨¦cnica porque se realizan figuras muy elaboradas y complejas, para las que hay que tener mucho equilibrio¡±. Y aclara: ¡°Pero, cualquiera puede aprender¡±.
Herranz, por su parte, se?ala:¡°Es muy importante que los j¨®venes aprendan y contin¨²en bailando el baile castizo para que no se olvide¡±. Y a?ade: ¡°Necesitamos un relevo, gente que aprenda con nosotros y que, a su vez, ense?e a otros, el chotis es parte de nuestra identidad y no lo podemos perder¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.