Comanegra, los iconoclastas de la edici¨®n
El sello cumple 10 a?os con un cat¨¢logo ecl¨¦ctico por tem¨¢tica y formatos e idioma
Todos cobran igual que el jefe, que proviene del sector alimentario; los responsables de dise?o y comunicaci¨®n lo son, precisamente, porque no hab¨ªan trabajado antes en el sector del libro y ni que decir que en las oficinas no hay despachos. ¡°Se trataba de plantear una mirada nueva y esforzarnos todos, de implicarnos en esto: o est¨¢s o no est¨¢s¡±, resume Joan Sala, director y propietario de la editorial Comanegra, ¡°la grande de los peque?os¡±, y que, con esta filosof¨ªa, cumple ahora una d¨¦cada de vida, sin duda diferente, en el panorama editorial catal¨¢n.
Las anomal¨ªas de Comanegra (¡°es la monta?a m¨¢s alta de la Garrotxa, la que ve¨ªa cada ma?ana al abrir la ventana en mi infancia¡±) se detienen aqu¨ª: ¡°Tenemos un crecimiento anual de un 20%¡±, asegura Sala (Olot, 1959), bi¨®logo que no ha ejercido nunca, exdirector general de un grupo alimentario que ten¨ªa cinco plantas y 600 trabajadores, pero que con un grupo de amigos con los que com¨ªa a menudo hablaban de los libros que publicar¨ªan si fueran editores, que en 2007 decidieron arrancar, con un t¨ªtulo ya iconoclasta que dir¨ªa mucho del proyecto: Diari d¡¯un astre intercomarcal, de Quimi Portet. En 2010 tuvieron su primer campanazo, La llei del mirall, de Yoshinori Noguchi (hoy, con m¨¢s de 100.000 ejemplares) y ¨¦l, en 2013, harto de hacer de editor s¨®lo los fines de semana, decidi¨® profesionalizarse en eso y, dos a?os despu¨¦s, comprar todas las acciones.
¡°La estructura empresarial de la edici¨®n catalana, en general, es muy fr¨¢gil y encima persiste una especie de menosprecio intelectual por vender, hay algo elitista en eso, cuando la primera premisa debe ser vender porque eso permite perpetuarte en el tiempo¡±, defiende Sala, que como vicepresidente que tambi¨¦n es, desde enero de 2016, de l¡¯Associaci¨® d¡¯Editors en Llengua Catalana, conoce bien la trastienda del oficio: ¡°Cuesta entender de qu¨¦ viven muchas editoriales catalanas, que facturan entre 25.000 y 80 .000 euros al a?o y que son casi la mitad¡±. Ante esas cifras, la d¨¦cada de experiencia del editor le hace verlo claro: ¡°O eso repercute en el producto o se traduce en autoexplotaci¨®n o en mecenazgo familiar; eso es insostenible m¨¢s all¨¢ de unos a?os¡±. Es esa situaci¨®n, agravada los ¨²ltimos a?os por la proliferaci¨®n de sellos creados por ex trabajadores de medianos y grandes grupos afectados por la crisis del sector, lo que hace le hace presagiar que ¡°en menos de cinco a?os veremos m¨¢s fusiones o compras y alguna que otra deserci¨®n¡±.
Admite Sala que el adjetivo que mejor califica el producto que lanza el equipo de cinco personas que lidera es ¡°ecl¨¦ctico¡±. No puede negarse echando una mirada a un cat¨¢logo que hoy conforman 276 t¨ªtulos donde hay desde una recuperaci¨®n de una escritora y periodista de la ¨¦poca republicana como Rosa Maria Arquimbau al m¨ªtico Barcelona pam a pam de Cirici Pellicer, pasando por la premiada La Noria de Luis Romero, una gu¨ªa de criaturas fant¨¢sticas de Catalu?a, un relato de Pere Calders ilustrado para ni?os, un ¨¢lbum de fotograf¨ªas in¨¦ditas de la Guerra Civil espa?ola hechas por un brigadista ingl¨¦s o una historia del investigador Paco Villar sobre La Criolla, el local m¨¢s canalla de la loca Barcelona de los a?os 20 y 30. La mayor¨ªa, acompa?adas por ensayos o relatos complementarios que dan pie a estuches profusamente ilustrados. Y todo sin colecciones muy definidas. ¡°Son tan diferentes porque son los libros que queremos hacer en cada momento, no a partir de los siete u ocho originales que nos llegan ya cada d¨ªa¡ Las colecciones las vamos concretando cada vez m¨¢s, pero lo que les une es que son libros reconocibles por bellos¡±.
Catal¨¢n al 50%
En Comanegra tampoco hay distingo entre libros editados en catal¨¢n o castellano, biling¨¹ismo pr¨¢cticamente al 50% que, como todo en Sala y su editorial, es resultado de un ejercicio pragm¨¢tico: ¡°Es por un tema de estructura de costes: si quieres ser una empresa media y editas no-ficci¨®n lo has de hacer tambi¨¦n en castellano¡±, dice, recordando que vende libros tambi¨¦n en siete pa¨ªses de Am¨¦rica Latina. El mismo argumento le sirve para explicar el espectacular incremento de t¨ªtulos que lanzan al a?o: 30 en 2014; el doble, el a?o pasado. ¡°Con medio centenar cubres costes seguro para mantener la estructura; llegados a los 60, ya no haremos m¨¢s sino que intentaremos facturar m¨¢s afinando mejor los t¨ªtulos y vendiendo m¨¢s de cada uno¡±.
El eclecticismo ha llevado a que Comanegra lo hay probado todo (desde gastronom¨ªa a textos del soci¨®logo y cr¨ªtico de arte Arnau Puig), excepto la narrativa en catal¨¢n contempor¨¢nea. Hasta ahora: para celebrar esta primera d¨¦cada lanzar¨¢n este oto?o una serie cerrada de siete t¨ªtulos, que ser¨¢n ¡°por encargo, con condicionantes y de gente de nombre, removiendo un poco la narrativa catalana, muy Comanegra, vamos¡±, define Sala sin desvelar nombres. Ser¨¢ un primer paso en un g¨¦nero que califica de ¡°campo de minas: se publica demasiada narrativa en catal¨¢n y no se dice, pero con medias de 200 y 300 ejemplares, cuando de nuestros libros estamos entre los 800 y 1.000¡±. No es el ¨²nico mal de la edici¨®n en catal¨¢n, piensa quien lleva ya dos ediciones como responsable de la Setmana del Llibre en Catal¨¤: ¡°En las grandes superficies el catal¨¢n no est¨¢, apenas es un 18%, ah¨ª debemos incidir¡±, sostiene; pero sabe que la clave no est¨¢ en la lengua: ¡°Tenemos un problema de lectores, no de lectores en catal¨¢n: el libro tiene una competencia muy seria con la Red y los m¨®viles por el tiempo de ocio¡±.
¡°Soy bi¨®logo y estoy por la biodiversidad¡±, bromea Sala para sostener su tesis de que ¡°no hay mercado para tanta librer¨ªa especial y especializada; todos los modelos son necesarios: desde la librer¨ªa-mercer¨ªa del pueblo a las de grandes cadenas¡±. Y esa diversidad la lleva en Comanegra a todos los canales posibles: ¡°Cuatro de cada 10 libros los vendemos fuera del circuito de librer¨ªas, como regalos de empresa, por ejemplo¡±. Eclecticismo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.