¡°Mira la que hemos armado¡±
Madrid celebr¨® por vez primera en su historia el Orgullo Mundial, que atrajo a 2,3 millones de personas
Boti G. Rodrigo (Madrid, 1945) ha sido muchas cosas en su vida. Pero por encima de todo, ella es activista: ¡°Nunca he hecho nada con tanta ilusi¨®n. Me conmueve pelear por lo que soy¡±. Su primera lucha fue contra su nombre. ¡°Mar¨ªa Dolores sonaba muy triste¡±, cuenta, ¡°en clase hab¨ªa una ni?a a la que llam¨¢bamos Boti, pero a ella no le gustaba. Un d¨ªa nos dijo que no la llam¨¢semos as¨ª. ¡®?Entonces el nombre queda libre?¡¯, pregunt¨¦¡±. Boti es lesbiana, luchadora por los derechos del colectivo LGTBI+ ¡ª¡°el de la diversidad sexual, de g¨¦nero y familiar¡±, apunta¡ª, y el pasado 28 de junio fue una de las responsables de recibir, rodeada de miles de personas, el World Pride; el Orgullo Mundial, que por primera vez se celebraba en Madrid y que, seg¨²n datos del Ayuntamiento, atrajo a 2,3 millones de personas y dej¨® un impacto econ¨®mico de 115 millones de euros de gasto directo. ¡°Fue muy emocionante hablar al mundo¡±.
¡°Madrid ha dado este a?o un ejemplo de aut¨¦ntica lucha por la libertad, la diversidad y la visibilidad¡±, describe el evento, que se celebra cada cuatro a?os en una ciudad diferente del mundo. Habla tomando un caf¨¦ en la Plaza de Pedro Zerolo, ¡°la plaza de mi amigo¡±, matiza Boti, que ha ejercido de presidenta de la Federaci¨®n Espa?ola de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB). Este a?o, Espa?a celebraba tambi¨¦n 40 a?os de la primera manifestaci¨®n que reclamaba derechos para el colectivo y la capital fue elegida sede del Orgullo Europeo. Era la primera vez que la misma ciudad acog¨ªa ambos eventos.
¡°Hace cuatro d¨¦cadas un pu?ado de activistas salieron a la calle contra las leyes fascistas y pidiendo derechos. Desde entonces, mira la que hemos armado y todo lo que hemos revuelto este pa¨ªs. En Espa?a hemos alcanzado cotas de libertad inimaginables¡±. Boti mira atr¨¢s en el tiempo y recuerda que no fue hasta 1978 cuando se despenaliz¨® la homosexualidad. ¡°Muerto el dictador, con la Constituci¨®n promulgada, con una amnist¨ªa a los presos pol¨ªticos¡ nosotras segu¨ªamos perseguidas y en las c¨¢rceles. Nadie hizo nada. Fuimos nosotras mismas las que conseguimos la libertad¡±.
Pasa por su mente el efervescente activismo de los a?os ochenta, la pandemia y estigmatizaci¨®n social que conllev¨® la epidemia de SIDA de esa ¨¦poca y el resurgir del colectivo, ¡°como un ave f¨¦nix¡±, en los noventa. As¨ª llega a 2005, cuando el Gobierno de Zapatero aprob¨® la Ley de Matrimonio igualitario. Y rese?a 2012, cuando el Tribunal Constitucional rechaz¨® el recurso del Partido Popular contra esa norma. ¡°El PP nos tuvo a?os en la cuerda floja. Si hubieran podido, nos hubieran echado para atr¨¢s¡±, apunta Boti. Ella se cas¨® amparada por esa norma. Luego se divorci¨®.
¡°En la ¨¦poca de Aznar en la Moncloa, un representante del Gobierno nos reuni¨®: ¡®Puedo ofrecerles una ley de parejas tan amplia como ustedes quieran si renuncian a la palabra matrimonio¡¯. Dijimos que no, que quer¨ªamos los mismos derechos que el resto de ciudadanos, que quer¨ªamos el matrimonio¡±. El representante gubernamental acab¨® la reuni¨®n diciendo que eso nunca se iba a conseguir: ¡°Salimos, nos miramos y nos echamos a temblar: hab¨ªamos renunciado a algo real por una utop¨ªa. Decidimos que ten¨ªamos que pelear por ese sue?o. Al poco nos reunimos por primera vez con Zapatero¡±.
Esa ley coloc¨® a Espa?a en una posici¨®n privilegiada dentro del colectivo LGTBI+. ¡°Eso fue consecuencia de la lucha, y la ley allan¨® el camino para acoger el World Pride 2017, que ha sido ejemplar. Las siguientes ciudades van a tener muy dif¨ªcil superar lo que ha sido Madrid porque la ciudad entera ha estado volcada con el Orgullo. A la multitudinaria manifestaci¨®n, celebrada el 1 de julio, fueron Manuela Carmena (Ahora Madrid), alcaldesa de Madrid y, por sorpresa, Cristina Cifuentes (PP), presidenta regional. Era la primera vez que un representante de los populares de ese nivel acud¨ªa a la cita.
¡°El Orgullo es un lugar simb¨®lico. Un espacio donde mi colectivo se siente representado. Es el d¨ªa de la lucha, pero como la vivimos nosotros, con alegr¨ªa. Mi colectivo ha sido perseguido, maltratado y asesinado. Seguimos siendo atacados y, sin embargo, no dejamos de sonreir con la esperanza de que todo eso se va a superar. Eso es el Orgullo: luchar con la alegr¨ªa de saber que vamos a cambiar el mundo¡±
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