Turismo de la Guerra Civil
La Comunidad de Madrid y numerosos Ayuntamientos de la regi¨®n ofrecen cada vez m¨¢s rutas senderistas y otras actividades en torno a vestigios de la contienda
Una de las primeras batallas de la guerra civil espa?ola se produjo en torno al puerto de Somosierra, cuando los milicianos de la Rep¨²blica lograron detener a duras penas, a finales de julio de 1936, a las tropas del general Mola que trataban de hacerse con el control de los dos embalses que abastec¨ªan a la ciudad de Madrid: Villares y Puentes Viejas. Pero tras el sangriento combate y la fortificaci¨®n de la delgada l¨ªnea que separaba a un bando del otro, aquello se convirti¨® en un ¡°frente dormido¡±; esto es, no hubo grandes intentos de avance y se mantuvo casi inalterado hasta el final de la guerra. En los pueblos de la zona (Puentes Viejas, Buitrago del Lozoya...), entre los recuerdos terribles de una contienda fratricida de este calibre, siempre se han contado tambi¨¦n historias de ni?os que se colaban entre l¨ªneas, de intercambios de tabaco y papel de fumar entre bandos e, incluso, de alg¨²n partido de f¨²tbol.
Todo esto lo explica, muy cerca de un nido m¨²ltiple de ametralladoras que se construy¨® en aquellos d¨ªas, Javier Fern¨¢ndez. Es el gu¨ªa de las rutas que, saliendo del centro de interpretaci¨®n del Frente del Agua de Paredes de Buitrago, recorren desde el mes de mayo 12 kil¨®metros de monte y pasan por 13 posiciones (entre b¨²nkeres, trincheras, nidos de ametralladoras y hasta un puesto de mando del bando franquista) que se han conservado hasta hoy. Esta actividad la ofrece el Ayuntamiento de Puentes Viejas (a 60 kil¨®metros al norte de la capital) en colaboraci¨®n con la Comunidad de Madrid. Desde el pr¨®ximo d¨ªa 16 y hasta el 29 de octubre se ofrecer¨¢ gratis a grupos de hasta 40 personas los s¨¢bados y los domingos, dentro de las Jornadas Europeas de Naturaleza y Patrimonio. Ya han reservado unas 250 personas, explica Fern¨¢ndez.
Han pasado 80 a?os, pero la Guerra Civil sigue siendo un tema tan sensible que hasta hace relativamente poco era muy dif¨ªcil encontrar propuestas as¨ª. Sin embargo, cada vez m¨¢s municipios est¨¢n recuperando y poniendo en valor los abundantes restos que se conservan diseminados por toda la regi¨®n, seg¨²n han reflejado en un reciente estudio el profesor de la Universidad de Alcal¨¢ ?scar Navajas y el experto de la Asociaci¨®n Espacios para la Memoria Juli¨¢n Gonz¨¢lez. Bajo el t¨ªtulo Turismo en espacios de conflicto, han recopilado y analizado una decena de ofertas culturales y de ocio cuyo objetivo es ¡°la activaci¨®n de relatos simb¨®licos, de sufrimiento, dolor; pero tambi¨¦n de valores c¨ªvicos, morales, ¨¦ticos y democr¨¢ticos¡±. Los especialistas se?alan carencias (falta de espacios did¨¢cticos, de estudios sobre el n¨²mero y el perfil de los visitantes, de las posibles rentabilidades econ¨®micas), pero tambi¨¦n las oportunidades de un movimiento muy incipiente.
Una de las sorpresas que encontraron fue un itinerario se?alizado ¡ª¡°del que casi nadie ten¨ªa noticia¡±¡ª en el peque?o municipio de Pi?¨²ecar-Gandullas, muy cerca del Frente del Agua, que recorre tambi¨¦n restos del frente de Somosierra. All¨ª, la gu¨ªa Rosa Fajardo ofrece rutas de 2,5 horas (de acuerdo con el bar del pueblo) a 20 euros por persona, que incluyen tambi¨¦n la comida.
Muchos senderistas, sin embargo, prefieren pasear a su aire. Y para ellos hay itinerarios bastante bien se?alizados. Por ejemplo, los que el Ayuntamiento de Guadarrama (a 46 kil¨®metros al noroeste de Madrid) ofrece en su p¨¢gina web. Entre ellos, la ruta llamada Por las trincheras es un paseo circular de 2,5 kil¨®metros, que pasa por varios parapetos y fortines e incluye paneles explicativos sobre la vida cotidiana de los soldados. Es similar al que propone el Ayuntamiento de Pinto (a 25 kil¨®metros al sur de la regi¨®n) por Los Yesares, que adem¨¢s est¨¢ dentro de la red de yacimientos visitables de la Comunidad.
La batalla del Jarama
Estos restos son parte de los que se han conservado alrededor del frente del Jarama; en este caso, los hay de la l¨ªnea que el Ej¨¦rcito republicano levant¨® paralela a la carretera de Andaluc¨ªa en 1936 y de la que construyeron m¨¢s tarde los sublevados al superarla en la ofensiva de febrero de 1937.
Esta cristaliz¨® en la batalla del Jarama, un violento choque en el que participaron unas 70.000 personas ¡ªadem¨¢s de espa?oles, hubo brigadistas internacionales, tanquistas sovi¨¦ticos, pilotos nazis, escuadrones marroqu¨ªes...¡ª durante 19 d¨ªas de avances y retrocesos sucesivos, que acabaron pr¨¢cticamente en tablas. Distintas asociaciones y responsables municipales de algunos de los escenarios de aquel brutal combate en el sureste de la regi¨®n (Arganda, Rivas, Morata de Taju?a y San Mart¨ªn de la Vega) llevan a?os reclamando la protecci¨®n de los restos e impulsando la creaci¨®n de un parque hist¨®rico. Mientras siguen intentando que el Gobierno regional los respalde, ofrecen 6 rutas y 10 puntos de inter¨¦s. Entre otros, el itinerario de Los Migueles o el puente de la Paz en Rivas; el Museo al Aire Libre del Cerro Melero en Arganda (con varios fortines y trincheras con recreaciones); el Museo de la Batalla del Jarama en Morata; o la Ruta de San Mart¨ªn, la Casa Blanca y el Pingarr¨®n en San Mart¨ªn de la Vega.
Un b¨²nker ¨²nico
La oferta tur¨ªstica de la Guerra Civil incluye tambi¨¦n restos muy singulares. Por ejemplo, el enorme b¨²nker de la Posici¨®n Jaca (2.000 metros cuadrados), construido a 15 metros bajo tierra en el parque del Capricho de Madrid en 1937 y que sirvi¨® de cuartel general para el Ej¨¦rcito republicano del centro. El Ayuntamiento de la capital ofrece hasta noviembre visitas guiadas gratuitas, pero ya est¨¢n agotadas todas las plazas.
Hay, en todo caso, otro b¨²nker ¨²nico: el Blockhaus n¨²mero 13, en Colmenar del Arroyo (a 60 kil¨®metros al oeste de Madrid). A finales de 1938, el ej¨¦rcito sublevado proyect¨® construir 22 fortines para defender las principales v¨ªas de comunicaci¨®n de la zona oeste de la sierra de Madrid, pero solo se lleg¨® a construir uno. Siguiendo dise?os militares de la Primera Guerra Mundial, estaban compuestos por cuatro nidos semiesf¨¦ricos conectados y una banqueta para arrojar bombas de mano en el patio interior.
Tambi¨¦n se conserva alg¨²n vestigio inmediatamente posterior a la guerra. Por ejemplo, volviendo al escenario del Frente del Agua en la sierra norte, el Ayuntamiento de Bustarviejo ha cedido la gesti¨®n del Destacamento Penal a la Asociaci¨®n para la Memoria Hist¨®rica Los Barracones, que ofrece regularmente visitas. Por esta c¨¢rcel franquista pasaron entre 1944 y 1952 cientos de presos republicanos que, dentro del programa de Redenci¨®n de Penas por el Trabajo, ayudaron a construir dos t¨²neles y un viaducto para el tren Madrid-Burgos.
Recorridos alrededor de una memoria traum¨¢tica
?Est¨¢ preparada la sociedad para rescatar del olvido y valorar los restos que hasta hace muy poco yac¨ªan en los campos y eran tratados como escombros? Es la pregunta que se hacen el profesor de la Universidad de Alcal¨¢ ?scar Navajas y Juli¨¢n Gonz¨¢lez, de la Asociaci¨®n Espacios para la Memoria. Se la plantean ahora que, espoleados por el desatendido y solitario trabajo voluntario de a?os y a?os por parte de asociaciones civiles, los organismos p¨²blicos ¡°se han dado cuenta ¡ªquiz¨¢ tarde o con prisas¡ª del potencial que posee el turismo de memoria traum¨¢tica¡±.
Los expertos reparten culpas entre unos y otros ¡ªhablan de ¡°las negligentes pol¨ªticas de algunos Ayuntamientos del sureste¡± y del ¡°oscurantismo¡± de la Comunidad de Madrid en torno a este tema¡ª, pero concluyen que sin duda es este ¡°uno de los mejores momentos para investigar y patrimonializar esta herencia¡±. ¡°Existe un marco jur¨ªdico que, sin ser excepcional, puede contribuir a protegerla; existe tambi¨¦n un conocimiento acumulado por parte de asociaciones y eruditos, y un inter¨¦s creciente en el mundo acad¨¦mico y profesional, y existe, al mismo tiempo, un inter¨¦s por parte de la ciudadan¨ªa por recorrer el territorio y conocer su memoria¡±, aseguran.
El pr¨®ximo lunes, el Gobierno regional presenta su plan asociado a la protecci¨®n, conservaci¨®n y puesta en valor de las fortificaciones de la guerra civil espa?ola, cuyo objetivo es proteger y conservar este patrimonio, crear herramientas ¡°que permitan visualizar, recuperar y analizar¡± los restos e impulsar ¡°las declaraciones de bien de inter¨¦s cultural dentro de la categor¨ªa de sitio o territorio hist¨®rico¡± de las fortificaciones o espacios singulares.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.