Una gran escultura de Picasso dar¨¢ vida a la planta baja del museo barcelon¨¦s

Una gran escultura de Picasso, probablemente instalada en el patio del palacio Finestres, culminar¨¢ la remodelaci¨®n de la planta baja del Museo Picasso de Barcelona. Se trata de uno de los importantes objetivos del director del centro, Emmanuel Guigon, que desde su llegada en octubre de 2016 manifest¨® la voluntad de reestructurar este espacio infravalorado y oscuro. A la espera de conseguir la obra, que re¨²ne todas las condiciones para convertirse en un elemento ic¨®nico del museo ¡ªy seguro que objeto de infinitos selfies¡ª Guigon est¨¢ trabajando tambi¨¦n en un conjunto de medidas de seguridad, ya que por el momento el p¨²blico puede acceder a esta zona libremente. ¡°Hay que aprovechar m¨¢s los espacios de la planta baja, otorg¨¢ndoles nuevos motivos de inter¨¦s e integr¨¢ndolos en la visita¡±, asegura Guigon, desbordante de entusiasmo y proyectos, que van desde el replanteamiento del circuito de la planta baja a la publicaci¨®n del Quadern Picasso, la primera revista anual sobre el artista malague?o. La escultura es s¨®lo la guinda de un proyecto articulado, que abarca tambi¨¦n las ¨¢reas de recepci¨®n, las taquillas y las consignas, e incluye la apertura de un restaurante ¡ªotra hist¨®rica necesidad del museo¡ª con una terraza al aire libre, colindante con la zona de los arcos del palacio Finestres.

La remodelaci¨®n de la planta baja ha arrancado con la apertura de una sala dedicada exclusiva y permanentemente a la creaci¨®n contempor¨¢nea en di¨¢logo con la obra de Picasso. La llamada Sala 0, a la que se accede directamente por el mencionado patio as¨ª como por el pasillo interno que conecta los cuatro edificios g¨®ticos que forman el museo, se ha utilizado hasta ahora de forma intermitente como anexo para muestras o actividades educativas.

Ahora cuenta con una programaci¨®n dise?ada por el artista y comisario belga afincado en Barcelona Erich Weiss, que se estren¨® con Ruth drawing Picasso, v¨ªdeo de la holandesa Rineke Dijkstra, ganadora del Premio Hasselblad 2017, el Nobel de la fotograf¨ªa. La obra, grabada con c¨¢mara fija, capta a una ni?a sentada en el suelo de la Tate Gallery de Londres dibujando La mujer que llora de Picasso, si bien la obra que representa a Dora Maar, amante del artista por aquel entonces, s¨®lo se supone y nunca se ve. ¡°Exponer la obra de Dijkstra es una declaraci¨®n de intenciones; aunque es de 2009 se adapta perfectamente al planteamiento de la sala, pero por lo general presentaremos proyectos in¨¦ditos y espec¨ªficos tanto desde el punto de vista del espacio como del contexto, es decir, el museo que re¨²ne la colecci¨®n m¨¢s importante de obra juvenil de Picasso y la serie completa de Las meninas¡±, explica Weiss, que inaugur¨® la exposici¨®n como un proyecto piloto, en el marco del tercer congreso internacional Picasso e identidad del pasado abril.

¡°Trabajaremos con artistas en plena madurez y en colaboraci¨®n con grandes galer¨ªas e instituciones internacionales, como ha ocurrido con la galer¨ªa londinense Marian Goodman en el caso de Dijkstra¡±, indica el comisario, que empezar¨¢ la primera temporada de la Sala 0 a finales de octubre con Thomas Zipp, artista berlin¨¦s autor de una impactante reinterpretaci¨®n del Guernica, que pasa por el borrado de las figuras originales que son sustituidas por el vocabulario formal del artista. Despu¨¦s de Zipp, la sala acoger¨¢ un proyecto del artista japon¨¦s afincado en Vietnam Jun Nguyen-Hatsushiba, conocido por su c¨¦lebre v¨ªdeo Ho! Ho! Ho! Merry Christmas, protagonizado por un grupo de personas que pinta en las profundidades submarinas.

¡°Coincidiendo con la exposici¨®n dedicada a la comida en Picasso, queremos reservar el espacio para un proyecto relacionado, absolutamente sorprendente¡±, anticipa Weiss, que clausurar¨¢ la temporada con la primera muestra en Barcelona del artista georgiano Andro Wekua, que contar¨¢ con el apoyo de la poderosa galerista neoyorquina Barbara Gladstone. ¡°Queremos que el arte contempor¨¢neo desborde la sala y se plasme en otros elementos, empezando por los nuevos bancos de los patios, que ser¨¢n obra de reconocidos creadores actuales¡±, concluye Weiss.