17 miembros de un clan familiar, al banquillo por narcotr¨¢fico y tenencia de armas
La fiscal¨ªa de Ferrol pide penas que suman 124 a?os de prisi¨®n por vender coca¨ªna y hero¨ªna en el asentamiento de Freixeiro
La secci¨®n primera de la Audiencia de A Coru?a juzgar¨¢ a partir de este lunes a 17 miembros de un clan gitano, diez hombres y siete mujeres, la mayor¨ªa pertenecientes a una misma familia, acusados de los delitos de tr¨¢fico de drogas, integraci¨®n en grupo criminal, tenencia il¨ªcita de armas y atentado. La Fiscal¨ªa pide penas de entre 5 y 10 a?os de prisi¨®n para los imputados que hab¨ªan convertido el asentamiento de Freixeiro, situado en la carretera de Nar¨®n a Cedeira, en un supermercado para la venta de coca¨ªna y hero¨ªna.
Los diez hombres y siete mujeres que se sientan en el banquillo actuaban coordinados para la venta de estupefacientes al menos desde 2010, cuando comenzaron las investigaciones policiales dirigidas por el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero tres de Ferrol. El fiscal afirma que en el citado campamento chabolista ¡°era constante el trasiego de personas adictas para adquirir tales sustancias¡±. En total, los 17 acusados se enfrentan a penas que suman 124 a?os de prisi¨®n y 222.000 euros en multas.
En su relato de los hechos, el representante del ministerio p¨²blico se?ala al acusado A.C.C. ¡°como el encargado de suministrar las sustancias y supervisar la preparaci¨®n y venta de las dosis siendo, en definitiva, el destinatario principal de las ganancias obtenidas¡±. Para ello contaba con su madre y varios t¨ªos y familiares que se encargaban tanto de la custodia de las sustancias antes de su preparaci¨®n inmediata para la venta por dosis como de las ganancias obtenidas.
Siete de las mujeres del clan familiar eran las encargadas de realizar el pesaje y venta de sustancias a los toxic¨®manos, dosis que preparaban y empaquetaban junto a una hoguera con el fin de poder deshacerse de los estupefacientes en caso de ser sorprendidas por la polic¨ªa.
Tambi¨¦n se?ala el fiscal que A.C.C, el supuesto cabecilla del clan, contaba con un grupo de cinco colaboradores de confianza que se encargaban de asegurar las ventas realizando continuas rondas de vigilancia en las inmediaciones del asentamiento con el fin de indicar a los adictos los lugares de venta y, en su caso, advertir de una eventual presencia policial.
Adem¨¢s, este subgrupo ten¨ªa encomendada la custodia de las ventas al pie de la hoguera (normalmente armados con palos o bastones) para evitar conatos de revuelta entre los toxic¨®manos, dando as¨ª tiempo a las vendedoras a arrojar la sustancia a la hoguera en caso de una actuaci¨®n de los agentes antidroga.
Tras el registro del campamento ordenado por el juzgado de Ferrol el 18 marzo de 2011 de hallaron dosis de coca¨ªna y hero¨ªna dispuestas para la venta en las siete casetas que formaban parte del campamento, adem¨¢s de varias pistolas, munici¨®n, varias navajas, sustancias de corte y ¨²tiles para pesaje de los estupefacientes y 47.000 euros en efectivo.
Tras ser desmantelado el campamento y detenidos los 17 miembros del clan, la polic¨ªa tuvo conocimiento por el grupo de estupefacientes de la comisar¨ªa de Ferrol-Nar¨®n de que se hab¨ªa reanudado la ventas de drogas en una de las casetas del asentamiento, por lo que se realiz¨® una segunda intervenci¨®n el 24 de marzo por orden judicial.
Durante el registro, uno de los acusados, F.G.C. se enfrent¨® a los agentes a los que intent¨® agredir mientras los amenaz¨® dici¨¦ndoles: ¡°Os voy a matar y a pegar el sida haci¨¦ndome sangre en los calabozos¡±, seg¨²n recoge el informe de acusaci¨®n del fiscal.
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