Un polo en honor a las v¨ªctimas
Operarios municipales documentan y clasifican los elementos y escritos de los 149 memoriales de los atentados
Una treintena de agentes de la Guardia Urbana de Barcelona peinan diariamente ¡ªvestidos de paisano¡ª las calles del distrito de Ciutat Vella en busca de carteristas, ladrones y descuideros. Son el Grupo de Delincuencia Urbana (GDU). El pasado 17 de agosto, a las 16:50, segundos despu¨¦s de haber recibido el aviso de que una furgoneta estaba arrollando a decenas de personas en La Rambla, abandonaron la caza de carteristas y corrieron hacia el epicentro del horror.
D¨ªas despu¨¦s del atentado, apareci¨® un polo de la polic¨ªa municipal barcelonesa en uno de los memoriales de la Rambla. En ella, alguien hab¨ªa escrito: ¡°Os llevamos en el coraz¨®n. No os olvidaremos nunca¡± y una firma, GDU Ciutat Vella.
El pasado 28 de agosto, operarios municipales rescataron el polo policial, al igual que el resto de objetos, del memorial donde los agentes lo depositaron. Ayer, la prenda estaba identificada con una etiqueta sobre una bandeja de pl¨¢stico en el centro de colecciones del Museo de Historia de Barcelona.
En el edificio municipal reposan miles de objetos que, como el polo de los urbanos, fueron recogidos del paseo m¨¢s ic¨®nico de la capital catalana.
El director del MUHBA, Joan Roca, asegur¨® ayer que la t¨¦cnica de recogida de los elementos fue ¡°casi arqueol¨®gica¡±. Seg¨²n Roca, se dise?¨® una verdadera ¡°topograf¨ªa del dolor¡±. El director revel¨® ayer que para realizar estas labores se han mantenido contactos con Par¨ªs o Manchester; ciudades que ya hab¨ªan afrontado la conservaci¨®n de memoriales por la acci¨®n de actos terroristas.
El jefe del departamento de colecciones y centros patrimoniales del MUHBA, Josep Bracons, inform¨® de que el museo ha recibido 155 cajas con peluches, juguetes, objetos personales¡ ¡°Estimamos que hay cerca de 5.000 objetos con un volumen aproximado de 11,52 metros c¨²bicos¡±, asegur¨®. La mayor¨ªa, un 75%, son peluches. Los operarios, primero desembalan los objetos, los identifican seg¨²n el punto de donde provienen, los inventar¨ªan y los fotograf¨ªan. Cada objeto se identifica mediante etiquetas donde se hace constar el c¨®digo de referencia as¨ª como detalles relevantes como idioma o dedicatorias. Tambi¨¦n se hace una catalogaci¨®n valorando su estado de conservaci¨®n y analizando qu¨¦ objetos en mal estado requieren de tratamiento preventivo.
Bracons aseguraba ayer que en el horizonte de estos trabajos se encuentra el primer aniversario del atentado donde ¡°se cristalizar¨¢ una serie de iniciativas y un trabajo de consolidaci¨®n¡±.
La directora del archivo municipal contempor¨¢neo de Barcelona, Montserrat Beltran, anunci¨® que en estos d¨ªas ha recibido 27 cajas con documentos escritos en diferentes lenguas y soportes. Beltran aseguraba que el trabajo que realizan prioridad la conservaci¨®n, limpieza y consolidaci¨®n de los papeles. ¡°La mayor¨ªa de documentos sufren deterioros y patolog¨ªas t¨ªpicas por haber sido expuestas en un espacio exterior, como son la suciedad, hongos, las manchas de humedad, las tintas difuminadas¡¡±., remarc¨®. Como en los improvisados memoriales se mezclaban los documentos con velas muchos elementos han sido da?ados con manchas de parafina, quemaduras¡ Desde el archivo se limpian y eliminan los elementos contaminantes y se colocar¨¢n los documentos en sobres y carpetas. Posteriormente se digitalizar¨¢n junto con los libros de condolencias en soporte de papel.
Zoel Fornier, uno de los conservadores del archivo municipal, destac¨® que tras el ¡°no tinc por¡± el mensaje que m¨¢s se repite en los escritos es: ¡°El fanatismo nos da miedo¡±.
El Consistorio pretende que todo el material sea consultable por parte de la ciudadan¨ªa a trav¨¦s de plataformas digitales.
Las velas recogidas, m¨¢s de 30.000 litros en total, se ceder¨¢n a mujeres de diferentes centros penitenciarios y entidades de personas sin hogar para que recauden fondos reciclando la cera. El polo de los agentes descansaba ayer sobre una bandeja. En el recipiente contiguo unos operarios revisaban un elefante de peluche y un mu?eco de la televisiva serie infantil: La Patrulla Canina.
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