Pineda de Mar, el miedo a que prenda la mecha
Dirigentes locales llaman a la calma a vecinos y polic¨ªas, preocupados por la escalada de tensi¨®n
En una localidad donde "nunca pasa nada", en boca de un dirigente municipal de Pineda de Mar (Barcelona), cuatro vecinos empiezan a insultarse a mediod¨ªa de este mi¨¦rcoles en la plaza principal. Dos j¨®venes caminan junto a la calle del hotel donde pernocta un grupo de polic¨ªas trasladados a Catalu?a y, tras ver a un par de agentes en la puerta, les gritan. "Fills de puta [hijos de puta]", exclaman. "?Pega abuelas!", a?aden, antes de que un jubilado entre a la gresca. "?Hijo de puta t¨²!", les dice el se?or. "?Hijos de puta! ?Ninis! ?Iros a trabajar! [sic]", remacha otra sexagenaria, que pone punto final ¡ªlos chicos se marchan¡ª a un intercambio de exabruptos que ejemplifica la tensi¨®n que ha recorrido algunos puntos de Catalu?a estos d¨ªas. Una tensi¨®n que muchos observan con miedo a que salte una chispa y prenda todo.
"Aqu¨ª hemos vivido un clima de profunda preocupaci¨®n", reconoce Xavier Amor (PSC), alcalde de este municipio costero de 26.000 habitantes, donde unos 400 polic¨ªas nacionales llevaban semanas con motivo del dispositivo de Interior para el 1-O. "Hac¨ªan vida normal. Sal¨ªan a hacer deporte. Se les ve¨ªa. Sin problemas", recuerda el regidor, que se?ala el pasado domingo como la primera fecha clave. Las cargas policiales en los colegios encendieron los ¨¢nimos y ese d¨ªa un grupo se apost¨® ante el hotel para hacer una cacerolada. Pero el punto de inflexi¨®n lleg¨® al d¨ªa siguiente.
El lunes, corrieron como la p¨®lvora las im¨¢genes de guardias civiles vestidos de paisano y cargando con porras extensibles en Calella ¡ªel pueblo de al lado¡ª contra los vecinos que hab¨ªan protestado all¨ª por su presencia. Adem¨¢s, se extendi¨® el rumor de que estos agentes se hab¨ªan trasladado a Pineda. Fue entonces cuando una multitud se api?¨® a las puertas del hotel. Y fue cuando se dispar¨® la tensi¨®n. A los abucheos se sumaron gritos de "asesinos" a los polic¨ªas, que respondieron con proclamas de "yo soy espa?ol" y "?que nos dejen actuar!".?
"Llegu¨¦ a temer que hubiera alg¨²n incidente porque estas situaciones son impredecibles. Pero yo no ten¨ªa dudas de que los vecinos de Pineda supieran mantener la calma. Lo que no lo ten¨ªa era tan claro con los polic¨ªas", subraya Francesc Horta, concejal del PDeCat. "Empezamos a hacer gestiones para que la tensi¨®n no fuese a m¨¢s y no se nos descontrolase la calle", apostilla Amor.
El Consistorio intent¨® "negociar" para que los agentes se marcharan ¡ªlo hicieron este jueves, tras vencer el contrato¡ª y rebajar la tensi¨®n. Pero Interior decidi¨® mantenerlos all¨ª. A todo esto, aterriz¨® Xavier Albiol, el l¨ªder del PP catal¨¢n, en la localidad para respaldar a las fuerzas de seguridad. "Si os vais vosotros se ir¨ªa la dignidad de esta tierra", dijo a los polic¨ªas, que aplaud¨ªan. A lo lejos, los congregados abucheaban.
El pueblo ha vivido en horas insultos entre ciudadanos y abucheos al alcalde
Mientras, los Mossos tem¨ªan que Pineda se convirtiera en "un foco" y que llegaran grupos para aprovecharse de los ¨¢nimos caldeados. Algunos ya hab¨ªan empezado a dejarse ver infiltrados entre los vecinos, seg¨²n cuentan fuentes del Ayuntamiento. A la vez, se congregaban tambi¨¦n aqu¨ª hasta 100 personas con ense?as de Espa?a y consignas como "esta bandera se respeta". Otro factor m¨¢s a sumar al c¨®ctel.
"Hacemos una petici¨®n al mantenimiento de la convivencia y la cohesi¨®n social", manifestaron entonces todos los partidos municipales, a trav¨¦s de un comunicado conjunto que ley¨® Amor el martes a cientos de congregados en la plaza consistorial. Entre abucheos y gritos de "dimisi¨®n". Fue el primer gest¨® que permiti¨® apaciguar los ¨¢nimos. Los concejales independentistas instaron, a continuaci¨®n, a que acabara la protesta. Y, en la noche del martes, ces¨®.
"La situaci¨®n nos sobrepas¨®", reconoce el alcalde de una localidad donde el secesionismo no es predominante. Los socialistas arrasaron con el 40% de los votos en las municipales. Podemos gan¨® las nacionales con el 22%, seguido de PSC (20%) y PP (16%). La suma de JxSi y CUP se qued¨® en el 41% en las auton¨®micas. Y en el refer¨¦ndum ilegal particip¨® un tercio de los censados.
Pero los vecinos describen una tensi¨®n soterrada estos d¨ªas ¡ªuna "mala maror [malestar]", dice uno¡ª, que se traduce en la vecina de origen extreme?o que cuenta que va a casarse con un catal¨¢n independentista y teme que se l¨ªe en la boda; en el organizador de un acto para ni?os que baraja suspenderlo porque piensa que puede armarse bronca por la presencia de cargos pol¨ªticos o en los j¨®venes que preguntan a los for¨¢neos si son guardias civiles o polic¨ªas.
Por ello, Amor insiste en llamar a la calma. Y se lo dice a David Barrientos, un independentista de 31 a?os que le reprocha ante el Ayuntamiento que no cediese locales para el refer¨¦ndum y que no echase a los polic¨ªas de Pineda. Tras una larga conversaci¨®n, ambos hablan de la importancia del di¨¢logo para frenar la escalada de tensi¨®n. Y el treinta?ero acaba: "Ante el borde de un precipicio, el mejor paso es un paso atr¨¢s".
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