Una lucha de 40 a?os
Presidentes y militantes hist¨®ricos y actuales de la Federaci¨®n Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) rememoran las cuatro d¨¦cadas de la entidad
¡ª¡°Al principio est¨¢bamos en la clandestinidad y nos reun¨ªamos en las iglesias, igual que el movimiento obrero¡±, dice Juli¨¢n, que mantiene el mismo bigote de hace cuatro d¨¦cadas, ya cano.
La FRAVM aglutina a 277 asociaciones que integran unos 120.000 socios
¡ª¡°No ¨¦ramos todav¨ªa legales pero ya est¨¢bamos haciendo democracia desde los barrios. Era cuesti¨®n de tiempo que nos legalizaran¡±, a?ade Prisciliano, con una vehemencia que tambi¨¦n se adivina perenne.
As¨ª rememoran el surgimiento del movimiento vecinal durante el final del franquismo Juli¨¢n Rebollo y Prisciliano Castro, dos presidentes hist¨®ricos de la Federaci¨®n Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM). La entidad acaba de cumplir 40 a?os ¡ªel 2 de noviembre¡ª y, para conmemorarlo, EL PA?S re¨²ne a cinco miembros de entonces y de ahora: Rebollo (presidente de la FRAVM de 1978 a 1979), Castro (al frente de la entidad desde 1987 a 2005), Justa Garc¨ªa (militante hist¨®rica de la federaci¨®n) junto a Enrique Villalobos (actual presidente, desde febrero de 2017) y Silvia Gonz¨¢lez, la m¨¢s joven de la nueva junta directiva.
A pesar de que, desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas, se lleva pronosticando el fin de estas organizaciones, la federaci¨®n mantiene una salud de hierro: aglutina a 277 entidades federadas, lo que supone unos 120.000 socios en la regi¨®n. ?Cu¨¢l es su secreto? ¡°Las asociaciones son muy abiertas, aqu¨ª cabe todo el mundo, de cualquier partido y de cualquier ideolog¨ªa¡±, dice Justa Garc¨ªa. ¡°La asociaci¨®n de vecinos es el sitio donde la gente se puede reunir siempre. Pero no solo para hablar de los problemas del barrio, sino para hablar de lo que quieran¡±, tercia Juli¨¢n Rebollo.
Pero volvamos al principio. ¡°La federaci¨®n no surgi¨® de la nada en 1977, viene de mucho antes¡±, dice Castro, uno de sus dirigentes m¨¢s longevos ¡ªestuvo casi dos d¨¦cadas al frente¡ª. ¡°A finales de los sesenta, a Madrid llegaron millones de personas y se encontraron sin casa, en barrios sin calles, con barro, sin servicios¡ Entonces empiezan a surgir asociaciones en San Blas, Orcasitas, Carabanchel¡ Ah¨ª ya est¨¢bamos haciendo democracia, y nos ten¨ªan que recibir los concejales del franquismo porque est¨¢bamos dando guerra¡±. Lo ejemplifica Justa Garc¨ªa: ¡°Nos organiz¨¢bamos para construir chabolas por la noche, porque si te pillaban haci¨¦ndola de d¨ªa te la derribaban¡±.
As¨ª que la primera lucha fue por la vivienda. Y por la democracia: ¡°En 1976 la federaci¨®n, todav¨ªa ilegal, convoca la primera manifestaci¨®n por la democracia en la calle de Preciados¡±, apunta Castro. Y por la igualdad: ¡°Las mujeres particip¨¢bamos en todas las acciones reivindicativas. En las manifestaciones nos daban palos igual que a los hombres¡±, a?ade Garc¨ªa. Y muchas otras: ¡°Yo he visto en nuestros locales vender pan, porque las panader¨ªas cobraban m¨¢s de lo que deb¨ªan, repartir comida de la que tiraban en el supermecados...¡±, cuenta Rebollo.
¡°En las protestas, a
El 2 de noviembre de 1977 lleg¨® la ansiada legalizaci¨®n. ?C¨®mo han cambiado las cosas en estas cuatro d¨¦cadas? ¡°En el fondo, la federaci¨®n sigue teniendo las mismas peleas que hace 40 a?os¡±, responde Enrique Villalobos, presidente actual. ¡°Las ciudades siguen creciendo de espaldas a lo que la gente necesita, as¨ª que hay que organizarse por la vivienda, el trabajo, la sanidad¡±, a?ade Silvia Gonz¨¢lez, de la actual junta directiva, da otra clave: ¡°Las asociaciones generan comunidad, el orgullo de ser de barrio. Por ejemplo, los vecinos de Villaverde consiguieron que llegara el metro a la zona gracias a sus movilizaciones¡±. Y se suman a otras luchas: ¡°Si surge un movimiento y necesita un local para reunirse, las asociaciones se lo ceden gratis¡±, dice Gonz¨¢lez.
Murgui, de la FRAVM al Ayuntamiento
"El movimiento vecinal ha sido capaz de mantenerse durante muchos a?os y en todo el territorio. No siempre ocupa los titulares, pero siempre est¨¢ ah¨ª. Cuando uno necesita saber qu¨¦ pasa en un barrio, ah¨ª est¨¢ su asociaci¨®n de vecinos", explica Nacho Murgui, que fue presidente de la FRAVM de 2007 a 2015 y ahora es concejal de Coordinaci¨®n Territorial y Cooperaci¨®n P¨²blico-Social del Ayuntamiento de Madrid.
¡°De la FRAVM me he llevado una concepci¨®n que es muy propia de las asociaciones y debe ser propia de una forma de entender la pol¨ªtica, que es que uno debe gobernar y emplear su tiempo para conseguir mejoras concretas, que la vida en la ciudad sea mejor, que la gente tenga acceso a mejores servicios, que los servicios p¨²blicos sean mejores, que la ciudad sea un espacio donde vivir¡±, dice. En su opini¨®n, ¡°gracias a las asociaciones de vecinos, en los barrios empez¨® la democracia antes que en el Estado¡± y destaca que el movimiento vecinal ha impulsado todo tipo de luchas, contra la privatizaci¨®n de la sanidad y contra los desahucios.
?Los j¨®venes est¨¢n tan implicados como los mayores? "S¨ª, los j¨®venes se han acercado para organizar bancos de alimentos y luchar contra la pobreza con la crisis. Tambi¨¦n suelen estar muy interesados en las instalaciones deportivas", se?ala Silvia Gonz¨¢lez. "Yo procedo del 15-M, que tiene un gran concepto del movimiento vecinal. Ahora, a los j¨®venes, nos toca sobre todo luchar por el trabajo", a?ade. En su opini¨®n, "el movimiento vecinal se activa o permanece en espera seg¨²n el contexto, pero no desaparece".
Para conmemorar su aniversario, el pr¨®ximo 18 de noviembre celebrar¨¢n una gran fiesta en la Nave de Terneras del Matadero, a la que est¨¢ previsto que acudan la alcaldesa, Manuela Carmena, y la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes -que todav¨ªa no ha confirmado su presencia-. La idea es que sea una jornada festiva para reivindicar el papel de las asociaciones de vecinos. "Habr¨¢ una exposici¨®n fotogr¨¢fica, teatro, bailes, m¨²sica, un gran cocido..", dice Villalobos.
Seg¨²n el presidente, ¡°los retos de futuro de la FRAVM son los que tengan la ciudad y la regi¨®n. Si en cualquier pueblo o en cualquier barrio existen necesidades, ah¨ª tendremos que estar para participar. Y siempre vamos a estar en las emergencias sociales, la habitacional, el hambre, los problemas ambientales¡¡±. Castro puntualiza: ¡°En los setenta cambiamos realidades, porque las que hab¨ªa no nos gustaban, y ahora se hace lo mismo¡±. ?Seguir¨¢n existiendo dentro de otros 40 a?os? ¡°Se lleva vaticinando nuestro final desde hace 25 a?os, y aqu¨ª seguimos. Mientras que haya necesidades, las asociaciones estar¨¢n ah¨ª¡±, concluye Villalobos.
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