Un aprendiz de pintor llamado Salvador Dal¨ª
La Fundaci¨®n Gala-Salvador Dal¨ª recrea la primera exposici¨®n individual del pintor de 1925 para presentar su ¨²ltima adquisici¨®n
¡°Los retratos que me hace mi hermano en esta ¨¦poca son innombrables. Muchos de ellos son estudios de los rizos cayendo sobre el hombro descubierto. Pinta pacientemente, infatigablemente, y a m¨ª no me cansa nada posar porque nunca me he aburrido estar quieta y silenciosa¡±. La que escribe es Anna Maria, hermana de Salvador Dal¨ª, que relat¨® en su libro de 1949 los primeros a?os de su hermano pintor. ¡°Durante las horas que le serv¨ªa de modelo no me cansaba de observar este paisaje que siempre ha formado parte de m¨ª misma. Siempre mientras me pintaba, era cerca de alguna ventana¡±, prosigue. El texto de Anna Maria se visualiza en muchas de las obras que Salvador Dal¨ª present¨® en su primera exposici¨®n individual que se celebr¨® en la Galer¨ªas Dalmau de Barcelona en noviembre de 1925, ahora justo hace 92 a?os.
La coincidencia ha servido para que la Fundaci¨®n Gala-Salvador Dal¨ª de Figueres presente su ¨²ltima adquisici¨®n, Figura de perfil, una de las pinturas que particip¨® en la muestra y que desde entonces no se hab¨ªa vuelto a ver. Y lo ha hecho de la mejor manera posible: recreando la atm¨®sfera de la sala de la Dalmau, la galer¨ªa que apost¨® en Barcelona por mostrar la modernidad y las vanguardias. Para la ocasi¨®n las paredes de la sala de las Logias del Teatro Museo Dal¨ª se han entelado en rosa palo y se ha colocado un enorme z¨®calo de madera. Figura de perfil aparece rodeada de cuatro de las pinturas que estaban en la exposici¨®n de 1925: Figura de espaldas, la contundente Retrato de mi hermana, uno de los pocos cuadros en los que Anna Maria aparece de frente, Retrato de la Ramoneta Montsalvatge, una joven de Figueres que pint¨® sobre madera y Sif¨®n y botella de ron (pintura cubista), cuatro obras que junto a la recientemente adquirida pertenecen a la Fundaci¨®n del pintor y que para que luzcan m¨¢s se les exponen en marcos de los a?os veinte.
La exposici¨®n, en la que es posible ver en una pantalla los otros ¨®leos identificados de la exposici¨®n de 1925 lleva por t¨ªtulo Salvador Dal¨ª. Aprendiz de pintor que remite a una de las notas que apunt¨® el notario Salvador Dal¨ª Cus¨ª en uno de los recortes de las primeras muestras de su v¨¢stago. Por entonces Dal¨ª ten¨ªa solo 21 a?os, algo que no impidi¨® que la prensa destacara que el joven mostraba una remarcable incidencia cubista y un estilo que remit¨ªa a la tradici¨®n, concretamente a Ingres, pintor que se sabe ten¨ªa en mucha consideraci¨®n Dal¨ª durante estos primeros a?os.
De las 17 pinturas (y cinco dibujos) que Dal¨ª mostr¨®, en seis la protagonista era su hermana, algo que permite entender el gran enfado que caus¨® en 1929 a Anna Maria la llegada de Gala a la vida de Dal¨ª que acab¨® reemplaz¨¢ndola como musa y modelo. Especialistas como Rafael Santos Torroella denominan las doce obras que pint¨® Dal¨ª de su hermana como el ¡®periodo Anna Maria¡¯.
Figura de perfil (un ¨®leo sobre cart¨®n de 74 por 49,5 cent¨ªmetros) fue adquirida durante la celebraci¨®n de la exposici¨®n por 500 pesetas, seg¨²n escribi¨® el propio padre en las notas. Y la compr¨®, tambi¨¦n anot¨® el notario, el farmac¨¦utico Joaquim Cus¨ª, amigo de la familia que ya hab¨ªa comprado obras del joven y sigui¨® haci¨¦ndolo durante los primeros a?os. La pintura siempre hab¨ªa estado en manos privadas, pero no se hab¨ªa vuelto a ver hasta que la casa inglesa Bonhams de Londres anunci¨® su subasta en marzo pasado momento en que la Fundaci¨®n la compr¨® por algo m¨¢s de dos millones de euros, seg¨²n se anunci¨® d¨ªas despu¨¦s del remate.
Para Montse Aguer, directora de los Museos Dal¨ª y comisaria de la muestra que podr¨¢ verse hasta finales de 2018, la obra es muy importante: ¡°Anna Maria contempla el paisaje del Sortell, una pen¨ªnsula propiedad de la familia Pichot y transmite una sensaci¨®n de quietud y de tranquilidad gracias a la simplicidad de las l¨ªneas y el tratamiento de los vac¨ªos¡±. Para ella, ¡°dentro de unos a?os esta obra tendr¨¢ mucho inter¨¦s, porque refleja muy bien el Dal¨ª de este periodo joven. Hasta ahora ha estado escondida y no ha generado tanta literatura como otras obras del momento¡±.
17 pinturas, tres sin localizar
Cinco de las 17 pinturas est¨¢n en la Fundaci¨®n Gala-Salvador Dal¨ª de Figueres; cuatro, Ni?a sentada, Muchacha en la ventana, Retrato de mi hermana y Pierrot tocando la guitarra en el Reina Sof¨ªa de Madrid. En el Museo Nacional de Arte de Catalu?a, MNAC, Retrato de mi padre. En el Museo de Bellas Artes de Montreal, Retrato de Maria Cardona. En el Museo Dal¨ª de Sant Petersburgo, Paisaje de Cadaqu¨¦s y en el Ikeda Museun de Jap¨®n, Venus y un marinero, mientras que Figura en una mesa es de un coleccionista privado. Las otras tres obras que se expusieron en 1925: Paisaje del Emporda, con figuras, Bodeg¨®n y Naturaleza muerta no est¨¢n localizadas.
Se refiere a Muchacha en la ventana que tambi¨¦n se expuso en la muestra de 1925 y que Dal¨ª acab¨® dando a su amigo Luis Marquina Pichot como regalo de bodas. Cuando Marquina en 1988 decidi¨® desprenderse de ella para que pasara a forma parte de la colecci¨®n del Museo Espa?ol de Arte Contempor¨¢neo pidi¨® permiso al pintor: ¡°Los regalos est¨¢n para que sean ¨²tiles¡±, le contest¨®. Hoy en d¨ªa, Muchacha en la ventana forma parte de la colecci¨®n permanente del Reina Sof¨ªa y genera casi tantas ventas de p¨®sters y postales como el Guernica de Picasso.
Sobre si Picasso pudo admirar y alabar estas obras expuestas en 1925 durante una visita suya a las Dalmau, como el propio Dal¨ª escribi¨® en su La vida secreta de Salvador Dal¨ª, Aguer es prudente. ¡°Es curioso, porque esta visita solo la cuenta Dal¨ª, pero no hay ninguna referencia m¨¢s y en ese momento Picasso ya era muy famoso. Lo que pasa es que Dal¨ª siempre nos hace dirigir la mirada hacia donde quiere. Luego hay que investigarlo para poder decir: Te hemos descubierto¡±, remacha Aguer.
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