Los due?os de la torre Agbar buscan de nuevo inquilinos

La inmobiliaria Merlin Properties, propietaria de la torre Agbar, retomar¨¢ en breve la comercializaci¨®n de sus 30 plantas. La firma compr¨® el edificio en enero de 2016 con la idea de alquilar oficinas. Pero ante la petici¨®n de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de reservar el edificio para la candidatura de la Agencia Europea del Medicamento, la retiraron temporalmente del mercado. Descartada la EMA, Merlin busca de nuevo inquilinos mientras acaba las obras de rehabilitaci¨®n.

Fue la misma alcaldesa Ada Colau quien lo vio claro: la torre Agbar pod¨ªa reforzar la candidatura de Barcelona para albergar la EMA. Un edificio ic¨®nico, de firma, sin inquilinos, ubicado en una zona estrat¨¦gica de la ciudad y en una plaza que est¨¢ en obras para transformarla en un gran parque. Se reuni¨® con los directivos de Merlin, la mayor inmobiliaria cotizada de la bolsa espa?ola, en el Ayuntamiento y reserv¨® la torre para la EMA. Colau incluso se ha esforzado en cambiar el nombre al edificio, a la que se ha referido como torre Gl¨°ries y no Agbar. Pero de nuevo el tercer edificio m¨¢s alto de la ciudad, la torre gafada, sufre un rev¨¦s.

La torre cil¨ªndrica y cuya piel que se ilumina dise?ada por el archifamoso arquitecto franc¨¦s Jean Nouvel, fue inaugurada en 2005. Fue un encargo de Aguas de Barcelona (Agbar) que construy¨® Layetana y cost¨® 130 millones de euros. Pero sus 34 plantas nunca han estado plenamente ocupadas. Agbar no lo llen¨® y tuvo poco ¨¦xito al alquilar las plantas vac¨ªas. Desde enero de 2016 pertenece a Merlin, que lo compr¨® por 142 millones de euros.

El problema de la torre ha sido en parte el mismo que su atractivo: es demasiado ic¨®nica. Cuando Agbar puso metros en alquiler, a las empresas les cost¨® instalarse en casa de otra firma. Hasta que la propia compa?¨ªa de aguas se mud¨® de nuevo a partir de 2015. El edificio, adem¨¢s era poco pr¨¢ctico. Lo cuentan quienes han trabajado en ¨¦l. Plantas circulares donde es dif¨ªcil encajar despachos cerrados, demasiada luz, los ascensores y los ba?os est¨¢n en el centro de las plantas, no ves a los compa?eros... y hasta hubo episodios de lipoatrofia.

El a?o pasado, antes de tener la candidatura de la EMA sobre la mesa, vivi¨® la ¨²ltima pol¨¦mica, cuando se filtr¨® que el Ayuntamiento hab¨ªa dificultado los tr¨¢mites a la actual propiedad para que la reconvirtiera en hotel. En realidad, el problema no eran los tr¨¢mites sino la complejidad de reciclar un edificio tan peculiar pensado para oficinas en habitaciones para turistas o congresistas.

Un ¡°palo¡± inmobiliario

Los expertos del sector inmobiliario consultados ayer calificaron de muy mala noticia que Barcelona haya perdido la EMA. Fernando Encinar, jefe de estudios del portal Idealista, lo consider¨® ¡°un desastre¡±. ¡°Para el sector inmobiliario, que ya viene tocado desde septiembre, supone un ¡®palo¡¯ que se notar¨¢ a medio y largo plazo. Desde la vuelta del verano se han deshecho varias operaciones que ya no saldr¨¢n, llevamos ya semanas en las que apenas se cierran operaciones de compraventa. El mercado est¨¢ parado¡± hasta pasadas las elecciones, valor¨® y vaticin¨® un ajuste en los precios en el cuarto trimestre¡±.

La directora general de la consultora Aguirre Newman en Barcelona, Anna Gener, entiende que la EMA hubiera supuesto ¡°un gran salto adelante para la ciudad por el enriquecimiento social que supone la integraci¨®n de perfiles profesionales de tanto nivel cient¨ªfico y empresarial¡±. ¡°A nivel inmobiliario, la torre Gl¨°ries otorgaba mucha seriedad a la candidatura, por la inmediatez de disponibilidad de las superficies¡±, dice y resalta la ubicaci¨®n ¡°en la zona de negocios con mayor atractivo para las empresas multinacionales que buscan sede en Barcelona¡±. ¡°Los profesionales de la EMA se quedan sin poder trasladarse a la ciudad que hab¨ªan elegido mediante encuesta interna con una abrumadora mayor¨ªa¡±, lamenta.