Jos¨¦ Mar¨ªa Del Corral: ¡°Nos dimos cuenta de que la educaci¨®n era clasista: divid¨ªa a los alumnos¡±

Con un mate en la mano repleto de yerba, Jos¨¦ Mar¨ªa del Corral, 1959, Buenos Aires (Argentina), no se cansa de hablar, entre sorbo y sorbo, de su amigo?el Papa Francisco y de lo mucho que est¨¢ haciendo por Scholas Ocurrentes, organizaci¨®n que preside y que tiene como objetivo cambiar la educaci¨®n ¡°desde abajo para arriba¡±. En Madrid, se ha celebrado la tercera edici¨®n de Scholas Ciudadan¨ªa, unas jornadas alentando a estudiantes de secundaria a fortalecer el compromiso ciudadano, generando cambios en su entorno. En el programa participaron cerca de 30 colegios y m¨¢s de 300 alumnos de secundaria de la Comunidad de Madrid.

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¡°Nunca nos imaginamos que ese curita qu¨ªmico del fin del mundo llegase a ser el Papa de Roma¡±, confiesa emocionado. Del Corral cuenta c¨®mo Jorge Bergoglio, antes de ser coronado Papa, le pidi¨® que pusiera en marcha un proyecto para paliar la mala situaci¨®n de los estudiantes, azotados por ¡°la miseria¡± de la crisis econ¨®mica argentina. ¡°Nos dimos cuenta de que la formaci¨®n era clasista: divid¨ªa a los alumnos por sus creencias y por su poder adquisitivo. Eso no tiene nada que ver con la cultura de la escuela. Era una paradoja: mientras que la educaci¨®n es el encuentro, esta hac¨ªa que los alumnos se desencontrasen¡±, explica.

La entidad comenz¨® reuniendo a chicos jud¨ªos, cristianos y musulmanes de Argentina para que interactuasen. ¡°Se entusiasmaron tanto que empezaron a formar un proyecto educativo que luego presentaron ante la Comisi¨®n de Educaci¨®n, que lo aprob¨® por unanimidad¡±. Cuando Bergoglio fue elegido Pont¨ªfice en 2013, nombr¨® a Scholas como una organizaci¨®n internacional de derecho pontificia. Tras casi cuatro a?os de existencia, est¨¢ presente en 190 pa¨ªses y en su red se integran m¨¢s de 446.000 escuelas de Am¨¦rica y Europa. ¡°Estos grupos han logrado que se aprueben leyes contra problemas como la bulimia, que est¨¢ matando a los pibes¡±, relata el presidente.

Para Del Corral, que fue expulsado de varias escuelas de estudiante, la escuela sigue siendo la misma, con la excepci¨®n de que ahora hay ordenadores. ¡°Lo que hay que hacer es cambiar el sistema educativo, no la reforma educativa. Es f¨¢cil que los alumnos vengan al cole con libros nuevos para reformar. No se trata de eso, se trata de cambiarlo todo desde la base. No pasa por poner vino nuevo en odres viejos; hay que cambiar los odres¡±, asegura. ¡°Su mundo es ese: la cloaca de la esquina, las drogas, el suicidio, la violencia, el abuso sexual...¡±, subraya.

El amigo del Papa propone una educaci¨®n sin aulas, donde el conocimiento que importe sea el que le resulte ¨²til en su vida diaria. ¡°Dividimos a los j¨®venes en rankings internacionales para que compitan entre ellos¡±, comenta.

Para ello, la propia Scholas afirma que est¨¢ generando una red de profesores, a veces alumnos de 15 a?os, que en su tiempo libre dan clase de f¨²tbol, arte o tecnolog¨ªa a ni?os peque?os. ¡°Se van enganchado, el docente es un enamorado, muchos son ni?os que, de la experiencia, se quieren volver profesores¡±, narra. Del Corral cuenta que este tipo de educaci¨®n es esencial para cambiar el mundo. ¡°Nos quejamos de los pol¨ªticos corruptos, pero ?de d¨®nde vienen? ?vienen de un plato volador o de nuestras aulas? Paremos de mentirnos, dejemos las caretas. Hay que cambiar la educaci¨®n¡±, reitera.

Ha sufrido tres infartos por estr¨¦s, y confiesa que aunque no le tema a nada, sigue atormentando que a¨²n hay j¨®venes a los que debe llegar para darle la ilusi¨®n suficiente para que se enganche a la vida. ¡°All¨¢ donde haya un chico, Scholas quiere llegar¡±.