¡°Hay que recuperar la disciplina y la autoridad en la escuela¡±
La exasesora en educaci¨®n del Gobierno sueco Inger Enkvist se posiciona en contra de las nuevas metodolog¨ªas educativas
No es f¨¢cil encontrar una opini¨®n como la de Inger Enkvist (V?rmland, 1947). Mientras la mayor¨ªa de los gur¨²s educativos abogan por terminar con las filas de pupitres, con los formatos de clase encorsetados y por dar m¨¢s libertad a los alumnos dentro del aula, Enkvist, exasesora del Ministerio de Educaci¨®n sueco, cree que hay que recuperar la disciplina y la autoridad de los docentes en las clases. ¡°Los ni?os tienen que desarrollar h¨¢bitos sistem¨¢ticos de trabajo y para eso necesitan que un adulto les gu¨ªe. Aprender requiere esfuerzo y si se deja a los alumnos elegir, simplemente no sucede¡±.
Catedr¨¢tica de Espa?ol en la Universidad de Lund (Suecia), Enkvist comenz¨® su carrera educativa como profesora de Secundaria y durante m¨¢s de treinta a?os se ha dedicado a estudiar y comparar los sistemas educativos de diferentes pa¨ªses del mundo. Adem¨¢s de la publicaci¨®n de libros como La buena y la mala educaci¨®n (Encuentro, 2011), ha publicado m¨¢s de 250 art¨ªculos sobre educaci¨®n.
Enkvist compareci¨® el pasado marzo en la comisi¨®n de Educaci¨®n del Congreso de los Diputados para aportar su visi¨®n sobre el modelo educativo en Espa?a, del que echa en falta motivaci¨®n por parte del profesorado y una reformulaci¨®n de los grados en Maestro en Educaci¨®n Infantil y Primaria -nombre de la carrera de Magisterio tras el Plan Bolonia- para intentar captar a los mejores estudiantes.?
Pregunta. Las nuevas corrientes de innovaci¨®n educativa reclaman un papel m¨¢s activo por parte de los alumnos. Acabar con las clases magistrales y crear metodolog¨ªas que impliquen acci¨®n por parte del estudiante. ?Por qu¨¦ se opone a ese modelo?
Respuesta. La nueva pedagog¨ªa promueve la antiescuela. Los colegios se crearon con el objetivo de que los alumnos aprendieran lo que la sociedad hab¨ªa decidido que era ¨²til. ?Cu¨¢l es el prop¨®sito de la escuela si el estudiante decide lo que quiere hacer? Estas corrientes quieren enfatizar al m¨¢ximo la libertad del alumno, cuando ¨¦ste lo que necesita es una ense?anza sistem¨¢tica y muy estructurada, sobre todo si tenemos en cuenta los problemas de distracci¨®n de los ni?os. Si no se aprende en Primaria a ser ordenado y a aceptar la autoridad del maestro, es dif¨ªcil que se haga m¨¢s tarde. El alumno no siempre va a estar motivado para aprender. Hace falta esfuerzo.
P. En su libro cuestiona la creencia de que todos los ni?os quieren aprender y, por lo tanto, es una buena opci¨®n dejar que tomen la iniciativa y aprendan solos. ?Cu¨¢les son sus argumentos en contra?
R. Esto nunca ha sido as¨ª. Es una idea rom¨¢ntica que viene de Rousseau; dar por hecho que el ser humano es inocente, bien intencionado y bueno. Un ni?o puede concentrarse en una tarea por iniciativa propia, pero normalmente ser¨¢ en el juego. Aprender a leer y escribir o matem¨¢ticas b¨¢sicas requiere trabajo y nadie se siente llamado a dedicar un esfuerzo tan grande a asimilar una materia tan complicada. Se necesita apoyo, est¨ªmulos y alg¨²n tipo de recompensa, como la sonrisa de un profesor o la felicitaci¨®n de los padres. ?
Si no se aprende en Primaria a ser ordenado, ?es dif¨ªcil hacerlo despu¨¦s
P. ?Qu¨¦ se deber¨ªa recuperar del antiguo modelo de educaci¨®n?
R. Tener claro que el profesor organiza el trabajo del aula. Si los alumnos planifican su propio trabajo se hace muy complicado que obtengan buenos resultados y eso desmotiva al profesor, que no quiere responsabilizarse de algo que no funciona. Estas metodolog¨ªas est¨¢n alejando de las aulas a los profesores m¨¢s competentes. Ya no se considera beneficioso que el adulto transmita sus conocimientos a los alumnos y se fomenta que los j¨®venes se interesen por las materias siguiendo su propio ritmo. En un ambiente as¨ª no es posible ense?ar porque no existe la confianza necesaria en la figura del profesor. Vivir en lo inmediato sin exigencias es todo lo contrario a la buena educaci¨®n.?
P. Usted ha calificado el autoaprendizaje como contraproducente. Pero una vez que finaliza la formaci¨®n obligatoria y los estudiantes consiguen un trabajo, el mercado laboral cambia r¨¢pido y se pueden ver obligados a reciclarse y cambiar de profesi¨®n. ?No cree que es buena idea ense?arles desde peque?os a tomar la iniciativa en el aprendizaje?
R. Esa es la gran falacia de la nueva pedagog¨ªa. Los ni?os tienen que aprender contenidos, y no el llamado aprender a aprender. Solo con decir a los alumnos que tomen decisiones no van a saber hacerlo. Pongo un ejemplo. El Gobierno sueco ofrece cursos de formaci¨®n para adultos y su desesperaci¨®n llega cuando solo se apuntan ciudadanos con un perfil educativo alto. Les interesa y lo encuentran ¨²til y por eso tienen ¨¢nimos para empezar. Si uno aprende un contenido, piensa que es capaz y que en el futuro podr¨¢ volver a hacerlo. ?Qui¨¦n es m¨¢s adaptable y m¨¢s flexible al perder un trabajo? El que ya tiene una base de conocimientos, el que cuenta con m¨¢s recursos interiores y eso lo proporciona la educaci¨®n. Cuanta m¨¢s autodisciplina, m¨¢s posibilidades tienes por delante y menos desesperado te sentir¨¢s ante una situaci¨®n l¨ªmite.
P. Hay un gran debate en cuanto a la utilidad de los ex¨¢menes. Algunos expertos defienden que en la vida adulta no se dan ese tipo de pruebas y que lo importante es haber desarrollado habilidades para adaptarse a diferentes entornos.
R. Esa es la visi¨®n de alguien que no sabe c¨®mo funciona el mundo de los ni?os. En la vida adulta, todos tenemos fechas tope, momentos de entregar un texto y esto se aprende en la escuela. Con los ex¨¢menes el ni?o aprende a responsabilizarse y entiende que no presentarse a una prueba tiene consecuencias; no lo repetir¨¢n para ¨¦l. Si no cumplimos con nuestras obligaciones en la vida adulta, pronto nos veremos descartados de los ambientes profesionales. Los ex¨¢menes ayudan a desarrollar h¨¢bitos sistem¨¢ticos de trabajo.?
P. ?Por qu¨¦ cree que el modelo actual de escuela no permite que nadie destaque?
R. El colegio no es neutro, no todos van a aprender igual. En las aulas se dan unos desequilibrios enormes en un mismo grupo, puede haber hasta seis a?os de diferencia intelectual entre los alumnos. La escuela deber¨ªa mantener a los ni?os con diferentes capacidades juntos hasta los once a?os y a partir de ah¨ª ofrecer diferentes niveles para las asignaturas m¨¢s complejas. En algunas escuelas p¨²blicas de Alemania se hace. Para los que no lo entiendan pongo un ejemplo. Imagina meter en una misma clase a 30 adultos con niveles socioculturales e intereses totalmente dispares y pretender que aprendan juntos. Eso es lo que estamos pidiendo a nuestros hijos. En menos de una semana habr¨ªa una rebeli¨®n.?
Los ex¨¢menes ayudan a desarrollar h¨¢bitos sistem¨¢ticos de trabajo
P. La escuela mata la creatividad, seg¨²n el pedagogo brit¨¢nico Ken Robinson.
R.?Lo m¨¢s sencillo es pensar en un m¨²sico de jazz. Parece que est¨¢ improvisando, jugando. ?C¨®mo puede hacerlo? Sabe 500 melod¨ªas de memoria y usa trozos de esas piezas de forma elegante. Lo ha repetido tantas veces que parece que lo hace sin esfuerzo. La teor¨ªa es necesaria para que surja la creatividad.?
P. Si hablamos de los contenidos que se aprenden en la escuela. ?Cree que habr¨ªa que modernizarlos?
R. Una profesora espa?ola me cont¨® que uno de sus alumnos le dijo en clase que para qu¨¦ le servir¨ªa estudiar a Unamuno, que qu¨¦ aplicaci¨®n pr¨¢ctica pod¨ªa tener. Necesitamos conocer la situaci¨®n de nuestro pa¨ªs, saber de d¨®nde venimos. Con Unamuno se aprende un modelo de reacci¨®n, que no tiene porqu¨¦ adoptarse, pero conocerla te ayuda a elaborar tu propia forma de ver el mundo.?
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