Bienvenida de vuelta a casa

Tras una larga ausencia, la Real Filharmon¨ªa de Galicia (RFG) ha vuelto al abono de la Orquesta Sinf¨®nica de Galicia con su titular, Paul Daniel, al frente. Y lo ha hecho con un repertorio que muestra la renovaci¨®n que su direcci¨®n art¨ªstica ha impuesto en las programaciones de la orquesta con sede en el Auditorio de Galicia de Santiago. Dos Poemas sinf¨®nicos de Bedrich Smetana (1825-1884), El Moldava y S¨¢rka, para dar comienzo a cada una de las dos partes del concierto del pasado viernes y dos obras de autores brit¨¢nicos como pieza medular de cada parte: el Concierto para piano de Michael Tippet (1905¨C1998) en la primera y las populares y extraordinarias Variaciones y fuga sobre un tema de Purcell (gu¨ªa de orquesta para j¨®venes, op. 34) de Benjamin Britten (1913¨C1976).

La precisi¨®n y precioso color que enmarcaron el rigor estil¨ªstico en los poemas de Smetana es vieron multiplicados en la lectura de la obra de Britten. Daniel hizo destacar en esta la calidad interpretativa de los miembros de su orquesta, tanto de los solistas que intervinieron como por secciones. La Filharmon¨ªa es una orquesta cl¨¢sica y para el repertorio elegido para este concierto se necesitan refuerzos de una secci¨®n entera como el metal grave ¨Ctrombones y tuba- y aumento de efectivos en el resto de las secciones, con la percusi¨®n como secci¨®n m¨¢s reforzada. A este respecto, hay que se?alar la buena integraci¨®n de todos ellos en el sonido caracter¨ªstico de la RFG. No en vano, muchos procerden de la Escuela de Altos Estudios Orquestales de la propia orquesta.

El Concierto para piano de Tippet es una obra at¨ªpica en su forma, con una gran integraci¨®n del instrumento solista en el sonido de la orquesta y unas caracter¨ªsticas morfol¨®gicas bien distintas de lo que se suele esperar en un concierto instrumental. Tuvo una excelente interpretaci¨®n por parte de Steven Osborne, tanto en sus momentos de ataques y din¨¢mica pr¨¢cticamente percusivos como en los m¨¢s relajados, en los que el pianista escoc¨¦s pareci¨® trasladar al auditorio el ambiente de un d¨ªa de niebla en su tierra natal.

El recibimiento inicial del p¨²blico pudo resultar algo fr¨ªo: el roce hace el cari?o y varias temporadas con la Real Filharmon¨ªa fuera del abono hacen mella. Pero se vio transformado al final en una ovaci¨®n que no solo reconoc¨ªa la calidad del concierto sino que pareci¨® tuvo el calor de la bienvenida al familiar ausente.

Es importante que ambas orquestas lleven la m¨²sica a cada rinc¨®n de Galicia en que sea posible su presencia. Pero eso es perfectamente compatible con una relaci¨®n de colaboraci¨®n entre ellas por encima de una competencia que, en este caso, solo ser¨¢ sana si se entiende como emulaci¨®n dirigida a la propia superaci¨®n y a la excelencia, nunca compitiendo por una posici¨®n de liderazgo o preminencia. Es de desear ¨Cy as¨ª deber¨ªa ser enfocado- que el acuerdo para la presencia de ambas orquestas en la sede de la otra se institucionalice. Y ya puestos a pedir, cabe a?adir un intercambio de directores, que los aficionados de cada ciudad ver¨ªan con agrado.