Las mujeres sufren el mayor impacto del aumento del paro
Representan el 56,1% de la poblaci¨®n sin trabajo, dos puntos m¨¢s que hace un a?o
Noviembre dej¨® un aumento notable del paro en Catalu?a. Se sumaron 7.391 nuevos desocupados de una tacada y no se registraba un incremento semejante desde el a?o 2009. El colectivo femenino es quien m¨¢s sufri¨® el frenazo del mercado de trabajo. Un 56,1% de las personas que est¨¢n en el paro son mujeres, casi dos puntos m¨¢s que hace un a?o, y el ritmo de desocupaci¨®n es mayor que el que padecen los hombres.
La situaci¨®n actual ha agravado las diferencias: el arre¨®n del sector de la construcci¨®n, mayoritariamente masculino, y el pinchazo del sector servicios ha penalizado a la ocupaci¨®n femenina. De las 7.391 personas que se quedaron sin trabajo en Catalu?a durante el mes de noviembre, m¨¢s de la mitad son mujeres, dato que ensancha el escal¨®n que separa a hombres y mujeres a la hora de encontrar trabajo. Seg¨²n las cifras de paro registrado, hay 422.500 parados en Catalu?a, y las mujeres representan un 56,1% del total. En el global de Espa?a el salto es aun mayor: el peso del paro femenino se eleva hasta el 57,8%, pero el caso catal¨¢n presenta una tendencia alarmante. Hace un a?o, las mujeres representaban el 54,4% del colectivo sin trabajo. Analizando la evoluci¨®n de estos doce meses se observa que mientras el paro global ha descendido un 8,7%, el peso de la mujer en la bolsa de desocupaci¨®n ha crecido casi dos puntos.
Una de las causas se esconde en la estructura del mercado de trabajo. Catalu?a ha vivido durante el oto?o el final de una temporada tur¨ªstica muy fruct¨ªfera y, como consecuencia, la afiliaci¨®n a la Seguridad Social se ha precipitado en el sector de la hosteler¨ªa. ?ngela Garrido tiene 51 a?os y acumula una d¨¦cada y media de experiencia trabajando como cocinera en restaurantes y cocinas de la zona de Barcelona. Est¨¢ en paro y busca trabajo, pero su tel¨¦fono no suena. Dice que le sobran conocimientos y que la faena no la arredra: ¡°En mi ¨²ltimo trabajo hac¨ªa un turno de nueve horas del tir¨®n sin parar ni para comer¡±. Cobraba 1.200 euros por enlazar seis d¨ªas de trabajo entre sartenes. Sospecha que la edad comienza a ser ¡°un impedimento¡± para que la llamen pero, a la vez, apunta que la hosteler¨ªa es un terreno que exige sacrificio: ¡°La experiencia se acaba valorando¡±.
Ielena Andrei es rumana y lleva m¨¢s de diez a?os viviendo en Catalu?a. Aqu¨ª, su nombre ha mutado en Lorena. Tiene 38 a?os y es madre de una chica de 18 que sufre una discapacidad intelectual. Se han instalado en Girona tras pasar el verano en Pineda de Mar (Maresme). ¡°Hace dos meses se me termin¨® el contrato y estoy buscando algo pero desde entonces, nada¡±, cuenta. La hosteler¨ªa es su terreno. Ha trabajado detr¨¢s de la barra, sirviendo mesas, en la cocina e incluso de friegaplatos. ¡°He hecho algunas entrevistas y ya veremos¡±, explica cuando se le pregunta que perspectiva contempla.
El Ministerio de Empleo ha relacionado los malos datos del paro en Catalu?a con el clima de tensi¨®n pol¨ªtica. El secretario de Estado de Ocupaci¨®n, Juan Pablo Riesgo, ha destacado que el paro ha aumentado en Catalu?a ¡°casi el doble de lo que lo hizo en 2016¡±, lo que, seg¨²n ¨¦l, constata ¡°una realidad ciertamente preocupante¡±.
Carmen Morales tiene 31 a?os y es madre de un beb¨¦ de nueve meses. Lleg¨® a Barcelona hace dos meses, procedente de Madrid, donde trabaj¨® durante a?os en una conocida cadena de restauraci¨®n. Se mud¨® persiguiendo una mejor ocupaci¨®n en el sector de la hosteler¨ªa. ¡°Aqu¨ª es m¨¢s f¨¢cil encontrar trabajo y se gana m¨¢s que en Madrid¡±, opina. Sin embargo, en el tiempo que lleva en la capital catalana apenas ha trabajado en un hotel que le ofrec¨ªa un contrato por d¨ªas. El salario, 10,5 euros la hora. Sufre los efectos de la estacionalidad. ¡°Ahora es temporada baja¡±, explica. Mientras, sigue buscando.
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