Lari, un magn¨ªfico regalo de aniversario

El nuevo espect¨¢culo del Mag Lari empieza con una densidad m¨¢gica incre¨ªble. En tres minutos hay apariciones, desapariciones¡­ en todo tipo de cajones y urnas. Un ritmo, que de prolongarse, ser¨ªa insostenible no ya para el f¨ªsico de los artistas si no para el propio p¨²blico. Una dosis tan generosa y concentrada de milagros es aceptable como presentaci¨®n de la antolog¨ªa, pero tambi¨¦n demuestra que la magia no solo consiste en la ejecuci¨®n perfecta de un truco si no en transmitir emociones. La velocidad de este inicio da una idea cabal de lo que es capaz Lari, pero la verdadera ilusi¨®n llegar¨¢ en los 87 minutos restantes, m¨¢s sosegados, con tiempo para generar suspense, lirismo y esos di¨¢logos bromistas y pu?eteros de Lari con su, amado, p¨²blico. Un p¨²blico que participa no solo cuando un espectador es invitado a subir al escenario sino cuando toda la sala baraja, siguiendo las indicaciones del mago, siete cartas que se ha encontrado en la butaca para llegar todos, o casi, a un mismo final.

Lari celebra en el Condal 25 a?os de arte y, tambi¨¦n, de oficio porque la buena magia pide ensayos, pensar la presentaci¨®n, el orden de la ilusiones¡­ trabajarla. En el Condal, por ejemplo, hay un excelente labor en la banda sonora. Su espect¨¢culo antol¨®gico recoge, algunos repensados, 25 juegos de su repertorio. No es una cronolog¨ªa. Aqu¨ª, al margen de su a?ada, Lari los presenta madurados, perfectos. Hay una generosa raci¨®n de grandes efectos, incluso demasiados, pero tambi¨¦n deja espacio para juegos m¨¢s peque?itos, igualmente sorprendentes e incluso m¨¢s emotivos. Lari Juega con esta alternancia y con cari?osa iron¨ªa le da el mismo valor contable a un juego de gran aparato que al diminuto efecto de sacar un pa?uelo de una mano desnuda. ?ste, como aclara desde el escenario, tambi¨¦n cuenta para sumar los 25. No s¨¦ si cuenta el juego con una peque?a bola que, engatusado por sus buenos auxiliares que le vendan los ojos, deja a la vista del p¨²blico el truco. Amante de tomar el pelo con elegancia -practica un humor con empat¨ªa- Lari tambi¨¦n se lo toma a s¨ª mismo.

Una cifra, 25, a la que se llega con el p¨²blico habiendo disfrutado visiblemente de hora y media de magia. El d¨ªa del estreno, Lari hizo un homenaje a la actriz Meritxell Huertas, que fue su partenaire al inicio, y a Joan Gimeno con quien coincidi¨® hace a?os en El Llantiol, un antro singular. Los dos estaban en la platea. Y termin¨® el espect¨¢culo con un elogio a la llufa, una figurita que se cuelga a otro para re¨ªr pero que, al mismo tiempo, es el dibujo de una persona. Una combinaci¨®n, dedicada a su p¨²blico, que resume la po¨¦tica de Lari.

El espect¨¢culo se presenta en un escenario vac¨ªo, rodeado de cortinajes que aluden a espect¨¢culos anteriores del propio Lari. Unos cortinajes que, al final, son bajados hasta el suelo dejando a la vista la tramoya. Quiz¨¢s sea una alusi¨®n a la idea que tiene el mago de que su pr¨®ximo espect¨¢culo no sea m¨¢s de lo mismo. Le est¨¢ dando vueltas al concepto de "magia contempor¨¢nea". Ya veremos. En todo caso, el espect¨¢culo del Condal es un magn¨ªfico regalo de cumplea?os.

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