Un millar de ni?os a la carrera

Casa de Campo, 10.30 de la ma?ana. En el paseo de Mar¨ªa Teresa una hilera de autobuses maniobra para salir de la arena. Acaban de dejar a cerca de un millar de ni?os de todos los colegios p¨²blicos del distrito Centro. Son benjamines, alevines, juveniles y cadetes que, acompa?ados de sus profesores y algunos padres, recuperaron ayer una carrera popular Cross Navide?o que llevaba desde 2009 sin celebrarse. ¡°Ten¨ªamos un poquito de miedo de los empujones, de caernos, pero ha sido muy divertido¡±, explica Matilde, de nueve a?os y del colegio San Idelfonso. El circuito, entre ¨¢rboles, cont¨® con pruebas de ni?as, ni?os y mixtas en el caso de los mayores.

M¨¢s informaci¨®n

La Asamblea apoya aumentar a tres horas semanales las clases de Educaci¨®n F¨ªsica en los colegios

Un 40% de los ni?os de 3 a 12 a?os madrile?os sufre sobrepeso u obesidad

¡°Lleg¨® a convertirse en una tradici¨®n. Queremos que vuelva a ser la cita anual en la encontrarnos en un espacio verde, disfrutando del deporte y fomentando h¨¢bitos saludables entre los m¨¢s j¨®venes¡±, explica Jorge Garc¨ªa Casta?o, concejal de Centro y desde ayer de Econom¨ªa y Hacienda. En la mesa, junto al narrador de la carrera, aguardaban medallas, trofeos, manzanas y agua.

Cloe, una ni?a con trenza rubia y enormes ojos azules de San Ildefonso, ha quedado cuarta en su categor¨ªa, se la ve feliz y va dando saltitos buscando a sus amigas. ¡°Lo han hecho s¨²per bien, todo el mundo ha corrido guay, qu¨¦ divertido¡±, cuenta entusiasmada. Magdalena, madre de una ni?a de esa escuela, ha venido a animar. ¡°Estoy feliz con la iniciativa, es muy saludable animar a todos a correr, no hacer una selecci¨®n, sino que vienen todos los chicos, eso es importante¡±.

Saturnino aguarda entusiasmado a sus chicos. Es el profesor de Educaci¨®n F¨ªsica del Isabel La Cat¨®lica. ¡°Lo has hecho fant¨¢stico, muy bien, estoy muy orgulloso¡­¡±, les va diciendo con un gesto en el hombro. ¡°Estoy feliz porque han trabajado su esfuerzo de forma muy buena, dosificando, controlando su energ¨ªa y por la ilusi¨®n de participar, y luego, una fruta¡±. Explica que para evitar la competitividad entre iguales, desde sus clases trabajan los ¡°puntos de respeto. No debe chulear el primero que llegue, intentamos que vayan en grupo, que vayan hablando y se vayan dado ¨¢nimos¡±.

Algunos han entrenado para preparar la carrera. Otros saben calentar, otros lo intentan. Y los hay, incluso, que del cansancio acaban aprovechando la pila de abrigos para echar un sue?ecito. Los benjamines Redouan y Mohssin, de nueve y diez a?os, son del Emilia Pardo Baz¨¢n. Los dos, aficionados al f¨²tbol, han entrenado para la carrera. Uno en el barrio de San Crist¨®bal y el otro en el Casino de la Reina, junto a Embajadores. ¡°Nos lo hemos tomado en serio¡±, explican.

A¨²n queda polvo en suspensi¨®n cuando comienza la entrega de medallas. Los alevines Mateo y Dioni, del Isabel la Cat¨®lica aguardan cerca de la meta. ¡ª ¡°?A qui¨¦n esper¨¢is?¡± ¡ª¡°Estamos viendo si falta alguien¡±, responde Dioni. Los chicos han quedado en los puestos 21 y 35 respectivamente. Est¨¢n orgullosos. ¡°?Se nos ha hecho muy corto, yo habr¨ªa puesto metro y medio m¨¢s!¡±, explica Mateo, que se afana en defender la posici¨®n de su amigo: ¡°Es que se ha quedado en el camino ayudando a los dem¨¢s, habl¨¢ndoles para que se animaran, toc¨¢ndoles el hombro y d¨¢ndoles ¨¢nimos¡±. Dioni sube los hombros con una sonrisa discreta: ¡°Claro, ?c¨®mo no lo iba a hacer? Si son de mi cole¡±.