De cine X a espacio cultural
Un nuevo local mezcla proyecciones, cocteler¨ªa y gastronom¨ªa
Los que pasaran hace unos a?os por el n¨²mero 4 de la calle del Duque de Alba quiz¨¢ recuerden el penetrante olor a lej¨ªa que emanaba de esa pasarela que daba acceso a la que fuera la ¨²ltima sala X de Madrid. Ese cine de sesi¨®n continua ¡ªcuyo esp¨ªritu reflej¨® el documental Paradiso, rodado antes de su cierre en 2015¡ª, reabre ahora convertido en un espacio cultural, de la mano del equipo del local vecino, El Imparcial. Rebautizado como Sala Equis, el cine sigue formando parte de su programaci¨®n, aunque, eso s¨ª, dejando de lado las pel¨ªculas X y apostando por proyecciones de todo tipo, desde cine independiente a matinales infantiles.
¡°Este proyecto surgi¨® como un sue?o¡±, explica Nacho Rodr¨ªguez, uno de los cinco socios de Sala Equis. ¡°En El Imparcial tenemos una parte cultural muy activa, pero quer¨ªamos que creciese en el edificio que ocupaba el cine¡±. Tras su cierre y despu¨¦s de casi un a?o de obras, Sala Equis abri¨® el 24 de noviembre. Estructuralmente, sus responsables han tratado de ser conservacionistas, recuperando elementos que no estaban a la vista, como las paredes y los suelos originales. En un espacio semejante, la historia ha ido apareciendo mientras llevaban a cabo las obras: desde los indicadores de edad recomendada de las pel¨ªculas ¡ªque muestran c¨®mo la sala fue evolucionando del cine convencional al del destape, hasta llegar al porno¡ª hasta alguno de los c¨¦lebres carteles que Rafael, el antiguo proyeccionista, realizaba a mano para cada uno de los pases.
¡°Es llamativo c¨®mo este cine forma parte de la memoria de todo el mundo sin haber entrado en ¨¦l¡±, cuenta Rodr¨ªguez, que dice que cada d¨ªa reciben a un buen n¨²mero de curiosos, que se quedan fascinados con el espacio. Tambi¨¦n han pasado por all¨ª varios antiguos clientes habituales del cine; entre ellos ha habido reacciones de todo tipo. ¡°Algunos nos han dicho que les encanta c¨®mo ha quedado; otros nos han recriminado que las pel¨ªculas de ahora no ense?en lo suficiente¡±.
Las butacas de la planta baja han desaparecido para convertir esa zona en una especie de plaza central donde la gente puede tomar algo, comer o sentarse en una de las tumbonas a ver la proyecci¨®n que haya en cada momento, habitualmente cine mudo, ya que en este espacio el bullicio es constante. All¨ª tambi¨¦n tienen lugar conciertos ac¨²sticos durante los fines de semana. La idea es crear un espacio distendido, donde la gente pueda ir desde el desayuno hasta la madrugada y donde siempre haya algo que ver.
En la planta superior han dejado intacta la barra del antiguo Ambig¨², donde se ha instalado la cocteler¨ªa de Sala Equis. All¨ª est¨¢ ahora la sala de cine, recubierta de terciopelo rojo y para 55 espectadores. Hay al menos dos proyecciones diarias, con sonido e imagen de alta calidad y en versi¨®n original. La programaci¨®n corre a cargo de Jes¨²s Mateos, de Sunset Cinema, y cambia cada mes. ¡°Queremos programar pensando mucho en los amantes del cine, pero tambi¨¦n con un punto de vista muy l¨²dico¡±.
Durante este primer mes, han apostado por tres ciclos: uno dedicado a ¨®peras primas ¡ªdonde se puede ver desde La noche del cazador a Estiu 1993¡ª, otro sobre las nuevas visiones de cine en Madrid ¡ªproyectan Diamond Flash, de Carlos Vermut, y Los Ilusos, de Jon¨¢s Trueba¡ª y un ciclo de cine y erotismo, un gui?o a la historia de Sala Equis. En cuanto a la oferta gastron¨®mica, casi toda la carta se puede comer con las manos: baos, hamburguesas, croquetas, perritos, quiches...
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