¡°Volvemos a estar en el punto de partida¡±
Las elecciones han pasado pero la incertidumbre sigue. Vecinos de Barcelona explican su voto del 21-D y piden di¨¢logo a los partidos para acabar con la crisis
Anoche tuvo una pesadilla. ¡°So?¨¦ con las elecciones¡±, confiesa Ari Vigueras, barcelonesa de Sarri¨¤. Su marido no se lo cre¨ªa, la mala noche y el susto. ¡°He pasado muchos nervios¡±, cuenta en una plaza de su barrio. Es 22-D, el d¨ªa despu¨¦s de unas elecciones en las que ha cambiado todo y nada. El bloque independentista mantiene la mayor¨ªa necesaria pese a una hist¨®rica victoria de Ciudadanos, con ocho puntos m¨¢s en la comunidad y nueve en el distrito m¨¢s saneado de Barcelona, en el que Vigueras pasea con su hijo en un carrito y un lazo amarillo prendido de la mochila.
In¨¦s Arrimadas es primera en este y otros seis distritos de los 10 de Barcelona. Pero seguida muy de cerca por el partido de Puigdemont. En Barcelona, como en Catalu?a, el bloque que m¨¢s suma es el independentista. La ganadora Arrimadas ofreci¨® un discurso casi ¨ªntegro en castellano ¡ªsalvo una frase¡ª en la noche electoral en el que celebraba que los partidos nacionalistas ¡°nunca m¨¢s podr¨¢n hablar en nombre de toda Catalu?a¡±. Eso explica en parte las pesadillas de Vigueras: ¡°Est¨¢ subiendo el odio y la intolerancia. Ciudadanos no quiere la independencia y mucha gente les apoya. Temo que la lengua y la cultura est¨¦n en peligro¡±.
A pocos metros, sentados en unos bancos, cuatro jubilados pasan la ma?ana. Pedro Armengol, de 82 a?os, ve con otros ojos a la l¨ªder del partido naranja: ¡°Me gusta c¨®mo habla. Deber¨ªa gobernar, yo no creo que vaya en contra de Catalu?a¡±. Culpa a Mariano Rajoy y ¡°los de Madrid¡± de lo que est¨¢ pasando en su tierra. Como su amigo Vicente Prats (81), que defiende un gobierno con Puigdemont al frente. No comparten candidato pero s¨ª diagn¨®stico: el Espanya ens roba que Prats transforma en: ¡°Hay que ver lo apretados que nos tienen desde Madrid¡±. Y hace una regla de tres: ¡°No nos mandan lo que deber¨ªan: cont¨¢bamos con 10 y nos dan dos¡±. Armengol se despide con una duda: ¡°?Nos aumentar¨¢n la pensi¨®n?¡±.
Las tres amigas que bajan por el Carrer Major De Sarri¨¤, jalonada de pasteler¨ªas y tiendas de productos org¨¢nicos, votaron el jueves por primera vez. O casi. Las tres universitarias, de 18 a?os, participaron en el refer¨¦ndum ilegal del 1 de octubre. Y lo que vieron aquel d¨ªa ¡ªlas cargas policiales que el independentismo ha recordado de forma continua durante la campa?a¡ª explica su ¨²ltimo voto. ¡°No me considero independentista pero s¨ª defiendo el derecho a decidir¡±, explica Roser Brugarolas, alumna de Derecho en la UAB. ¡°Si me lo hubieran permitido, habr¨ªa elegido el no. Pero tras la represi¨®n, vot¨¦ que s¨ª¡±. ¡°Estamos frente a un Gobierno espa?ol que nos quita libertad¡±, a?ade Ana Norberto, que estudia Integraci¨®n Social. La tercera amiga, Carla Grau, que estudia Sport Managment en la Ramon LLull, tiene claro el resultado: ¡°Sale independentismo, aunque no sabemos c¨®mo va a reaccionar el Gobierno espa?ol¡±. Norberto lleva una semana sin poner la tele porque solo hablan de la crisis catalana: ¡°Esto es muy repetitivo. Estamos estancados. Volvemos al punto de partida¡±.
En El Raval, el administrativo Sergio Esteban (42), lo resume en t¨¦rminos parecidos: ¡°Seguimos igual¡±. Mientras vigila por el rabillo del ojo los juegos de su hija en la plaza, explica que est¨¢ en medio: ¡°Ni soy independentista ni me gusta Ciudadanos, ilusiones y esperanzas pocas¡±. Defiende, como intent¨® la candidatura de En Com¨²-Podem, que el debate deber¨ªa haber sido ideol¨®gico. ¡°Como votante de izquierda, la situaci¨®n actual me decepciona. Vamos a seguir oyendo hablar de Catalu?a y de Espa?a¡±. Coincide con la vecina de Sarri¨¤ que pasea con su lazo amarillo, con los jubilados y las tres amigas: El Gobierno de Rajoy ¡°no ha hecho ni de lejos lo mejor para rebajar la tensi¨®n¡±.
¡°S¨ª, Rajoy es la antipol¨ªtica¡±, comparte Xavier, al que lo que ha ocurrido en los ¨²ltimos meses en Catalu?a le ha llevado a dar de lado a su partido de toda la vida. Este profesor universitario de 54 a?os, que prefiere figurar sin apellido, vive en el distrito m¨¢s pobre de Barcelona, Nou Barris, exfeudo socialista que gan¨® Ciudadanos en 2015. All¨ª, el PSC ha registrado un resultado similar al del conjunto de Catalu?a: un t¨ªmido despegue de apenas un punto porcentual. Xavier, que lleg¨® a militar en el PSC, lo ha abandonado estas elecciones para respaldar ¡°a un vicepresidente en la c¨¢rcel y un presidente que ha tenido que irse a Bruselas por la imposici¨®n de Madrid¡±. El 21-D, minutos antes de bajar al colegio electoral, todav¨ªa le daba vueltas al asunto con su madre: ¡°?A qui¨¦n votamos, hijo?¡±. Metieron una papeleta de ERC en un sobre y una de JxCat en el otro. La madre las tir¨® al aire y cada uno cogi¨® una. As¨ª que Xavier no sabe a qui¨¦n ha apoyado. Pero s¨ª que vot¨® independentismo.
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