Catalu?a sale m¨¢s dividida del 21-D
El resultado electoral retrata el creciente enfrentamiento de la sociedad catalana
El viernes postelectoral en Canovelles discurre entre fiestas escolares de Navidad y los corrillos que las abuelas del municipio forman en la calle mientras vigilan a sus nietos. Las abuelas charlan en los bancos de la calle Diagonal rodeadas por los ni?os. Alguna de ellas deja caer un comentario sobre los resultados de las elecciones, pero lo hace con discreci¨®n, para no abrir una indeseada discusi¨®n. Canovelles, pueblo en el circuito industrial del Vall¨¨s Oriental (provincia de Barcelona) y con buena parte de sus 16.000 habitantes con ra¨ªces fuera de Catalu?a, era de hegemon¨ªa socialista hasta que lleg¨® Ciudadanos. El 70% de sus vecinos ha votado por partidos no independentistas. A cinco kil¨®metros de all¨ª, en L¡¯Ametlla del Vall¨¨s, la situaci¨®n es opuesta: el 64% opt¨® por las listas de las fuerzas separatistas.
Los resultados del 21-D han confirmado la polarizaci¨®n. La equidistancia de los comunes ¡ªla candidatura en la que se integr¨® Podemos, esta vez con el nombre Catalunya en Com¨²¡ª y el catalanismo moderado del PSC pierden peso: entre los dos sumaban 27 diputados en 2015; ahora bajan a 25. Catalu?a est¨¢, tras el jueves, m¨¢s dividida en dos mitades.
En L¡¯Ametlla del Vall¨¨s (8.300 habitantes) se impuso Junts per Catalunya con el 36% de los votos y ERC fue segunda con el 24%. L¡¯Ametlla forma parte de la minor¨ªa en una suerte de corredor geogr¨¢fico que recorre el litoral de Tarragona hasta las puertas de Girona, y que incluye las comarcas del prelitoral industrial del Vall¨¨s y el Llobregat. Es un territorio en el que Ciudadanos ha sido el vencedor en la mayor¨ªa de las circunscripciones electorales, arrebatando el primer puesto al PSC y jug¨¢ndose el liderazgo con los republicanos. Canovelles sigue el patr¨®n de lo sucedido en gran parte de esta Catalu?a que mira al mar: Ciudadanos ya arrebat¨® en 2015 el primer puesto al PSC y en 2017 afianza su posici¨®n aumentando los votos conseguidos: del 28% al 37%. Los socialistas se mantienen segundos con un apoyo del 20%. Frente al corredor naranja se levanta la Catalu?a interior, un mapa casi monocolor donde el dominio de Carles Puigdemont y de ERC es casi incontestable.
La divisi¨®n social queda patente sobre el mapa y en el d¨ªa a d¨ªa. Las escuelas de Canovelles se reunieron el viernes en el pabell¨®n deportivo Tagament para celebrar una fiesta navide?a. Hubo actuaciones y sorteo de premios. En la puerta, Nicol¨¢s Mico, trabajador de los servicios de emergencia de la Cruz Roja, corroboraba que Canovelles y L¡¯Ametlla, donde vive su hermano, son mundos paralelos, las dos Catalu?as que se oponen: Canovelles es un municipio obrero que creci¨® en suelo edificado para albergar a la inmigraci¨®n de las d¨¦cadas del desarrollismo; L¡¯Ametlla es un pueblo residencial con sus villas de veraneo, muchas de ellas modernistas, testimonios del pasado glorioso de principios del siglo XX, como can Millet, hoy una residencia geri¨¢trica propiedad de una rama de los Millet, la gran estirpe de la burgues¨ªa catalanista. Desvinculado de la residencia, la oveja negra de la familia, F¨¨lix Millet, juzgado por el saqueo del Palau de la M¨²sica, reside en L'Ametlla
Mico es contrario a la independencia y teme por la estabilidad social. ¡°Estoy muy preocupado porque la sociedad est¨¢ fracturada. La divisi¨®n va a m¨¢s¡±, dice. Y admite que en el trabajo no hablan de la cuesti¨®n para evitar broncas: ¡°Antes hab¨ªa una convivencia desde el respeto, ahora se ha perdido el respeto. Espero que el nacionalismo entienda que el pa¨ªs no est¨¢ preparado para la independencia sin una gran mayor¨ªa absoluta¡±.
Un grupo de amigas
Isabel Gendre, frutera jubilada de Canovelles, aunque oriunda de L¡¯Ametlla, se identifica como ¡°la catalana¡± del grupo de vecinas de la Calle Diagonal. Explica que recientemente tuvo un encontronazo con una amiga por la cuesti¨®n de la independencia y esta todav¨ªa no ha vuelto al sanedr¨ªn de los mediod¨ªas. Al lado de Gendre se sienta Dolores Mar¨ªn, de 80 a?os, granadina de origen y la mitad de su vida en Catalu?a. Se instal¨® en Canovelles siguiendo a su marido, empleado en Murtra, hist¨®rica empresa textil de la cercana Granollers. Mar¨ªn no quiere discutir y solo dice que la independencia no la quiere ni en pintura. Gendre a?ade que a ella en verdad lo que le interesa es, pase lo que pase, que le mantengan la pensi¨®n.
Se apunta al di¨¢logo Adela Morilla, de 58 a?os y con ganas de resaltar que ha votado por Miquel Iceta porque en su familia, nacidos en Sevilla, el socialismo es un sentimiento y una tradici¨®n. Morilla comenta que en Canovelles la mayor¨ªa no est¨¢ por la independencia, pero ella ha pasado malos tragos con amigos: ¡°Algunos se han hecho independentistas porque dicen que Catalu?a les ha dado un hogar y una vida confortable. Si t¨² no eres independentista, te llaman botiflera [traidora] pese a que, en mi caso, estoy plenamente integrada en la cultura catalana: hablo catal¨¢n, en casa celebramos el ti¨® [la tradici¨®n catalana para los regalos de Nochebuena]¡ Esta divisi¨®n no la hab¨ªamos vivido nunca¡±.
Los dos bloques ganan en poblaciones ricas y pobres
Sectores del independentismo esgrimen que el ¨¦xito de Ciudadanos radica en su tir¨®n en municipios con un menor nivel adquisitivo y educativo, pero lo cierto es que el dominio de la lista de In¨¦s Arrimadas se ha producido tanto en zonas ricas como en pobres. M¨¢s que el nivel de bienestar parece pesar el sentimiento nacional de cada votante, su deseo o no de romper con el resto de Espa?a y el origen de sus ra¨ªces familiares.
Ciudadanos ha ganado en barrios acomodados de Barcelona como Pedralbes o Tres Torres y se ha impuesto en municipios de la costa con una renta per c¨¢pita superior a la media catalana como Premi¨¤ de Mar o Sitges, tambi¨¦n en la rica comarca pirenaica del Valle de Ar¨¢n. Por su parte, el independentismo no solo lider¨® el 21-D en zonas de clase media acomodada, tambi¨¦n gan¨® en municipios con una renta per c¨¢pita notablemente inferior a la de la media en Catalu?a: es el caso del dominio de Esquerra Republicana (ERC) en las comarcas del Ebro o el de Junts per Catalunya en las comarcas de Lleida. El "voto identitario, el nacionalismo, suele ser interclasista", recordaba ayer en La Vanguardia el analista Carles Castro.
¡°Lo de la divisi¨®n social no es verdad. En mi familia hay de todo y nos llevamos bien, y en el pueblo tengo amigos del PP. Son mentiras, como las del PSC. Ellos tambi¨¦n quieren aniquilar la identidad catalana¡±, dice Emilia C¨®zar, empleada de la pasteler¨ªa Sant Jordi de L¡¯Ametlla. Sergi, uno de sus clientes, a?ade que la separaci¨®n en bloques siempre ha existido: ¡°Antes era entre izquierda y derecha, ahora es por lo nacional. Al final unas elecciones son un s¨ª o un no a un proyecto. Y los que no se mojan son los que salen m¨¢s perjudicados¡±, sostiene.
Educaci¨®n y dinero
Nacida en Albacete, C¨®zar ha vivido en Ecuador y en Sevilla, donde fue militante socialista. C¨®zar dice votar por los anticapitalistas de la CUP y espera que ERC y el PDeCAT gobiernen de nuevo ¡°para conseguir la independencia, pero haciendo las cosas con m¨¢s cautela, con m¨¢s tiempo y sin que sea algo dr¨¢stico¡±. C¨®zar no tiene duda de por qu¨¦ en L¡¯Ametlla predomina el secesionismo: ¡°Porque aqu¨ª hay gente m¨¢s catalana y con un nivel cultural m¨¢s elevado. En Canovelles hay m¨¢s inmigraci¨®n, tambi¨¦n de origen africano y latino, y sienten miedo a perder lo que tienen¡±, afirma.
Ram¨®n Cotarelo, catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica de la UNED, propagandista del independentismo y componente de la lista electoral de ERC, populariz¨® el an¨¢lisis clasista de la divisi¨®n social en Catalu?a con un mensaje en Twitter el pasado 6 de diciembre: ¡°Los m¨¢s antindependentistas, los analfabetos seguidos de los que no tienen estudios. Que cada cual saque sus conclusiones¡±, escribi¨®. El jueves, en la jornada electoral en Viladecans, el municipio de la corona metropolitana de Barcelona en el que ha crecido m¨¢s Ciudadanos, el apoderado de Junts per Catalunya ?lex Gallo expon¨ªa a EL PA?S el mismo razonamiento: ¡°Viladecans y Cornell¨¤ son los municipios del Llobregat en los que la renta per c¨¢pita y el nivel educativo son m¨¢s bajos; por eso crece tanto Ciudadanos¡±.
Si parte del separatismo niega que haya fractura social, los votantes constitucionalistas parecen tener pocas dudas al respecto, y as¨ª se expresaron vecinos de Viladecans preguntados por este peri¨®dico: ¡°La sociedad continuar¨¢ muy dividida, cada grupo tiene sus ideas y de ah¨ª no salen. Mi mejor amigo y yo, por ejemplo, ya no nos hablamos¡±, explic¨® Pablo Rama; ¡°se han creado dos bandos; en la vida hay matices y ahora no cuentan¡±, reflexionaba Luz Correa, qu¨ªmica gallega llegada hace seis a?os a Catalu?a.
Emilio Cordero, alcalde socialista de Canovelles, espera a la salida del pabell¨®n Tagamanent para despedir a las familias y a los equipos de maestros. Cordero responde a C¨®zar sobre las diferencias sociol¨®gicas: ¡°En Canovelles hay mucha gente trabajadora venida de toda Espa?a, mientras que L¡¯Ametlla es una poblaci¨®n m¨¢s burguesa; no hay mucho m¨¢s secreto¡±, dice. Cordero tambi¨¦n intenta razonar la progresiva sustituci¨®n del PSC por Ciudadanos en los municipios industriales de la provincia de Barcelona como el que ¨¦l gobierna: ¡°Ciudadanos ha ofrecido un mensaje f¨¢cil del que no sabemos la receta pero que es claro. Nosotros hemos sido claros, pero hemos introducido matices, y hoy el ganador es el que usa discursos de blanco o negro¡±.
Fran Rosa dirige junto a su mujer la empresa de cerrajer¨ªa MarFran de L¡¯Ametlla del Vall¨¨s. Compraron en 2004 una nave que cuatro a?os despu¨¦s, poco antes de estallar la burbuja inmobiliaria, podr¨ªan haber vendido por el doble de precio. Rosa tiene 49 a?os y emigr¨® de Extremadura hace 20 para probar fortuna en el Vall¨¨s Oriental. Con mucho esfuerzo levant¨® una empresa que hoy tiene siete empleados. Rosa dice tener miedo, ¡°miedo a que vuelva el jaleo¡±. ¡°Me da igual si Catalu?a es independiente, lo que quiero es tranquilidad¡±, se?ala. ¡°En octubre el trabajo cay¨® y sufrimos. Mis inicios fueron muy duros, y no quiero volver a empezar¡±.
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