24 a?os enganchada a la hero¨ªna

Ambas son toxic¨®manas. Gema no pelea contra su adicci¨®n. Todos los martes acude a un CAID a recoger su dosis semanal de metadona. ?ngeles s¨ª tiene que hacer esfuerzos por no pincharse. ¡°Hace tres meses que no me inyecto y gracias al Migue, que me ayud¨®¡±, dice descubriendo su cuello en el que son visibles los rastros de los pinchazos. ?ngeles ha perdido de nuevo a un compa?ero de vida. No le ha durado mucho: apenas tres meses. ¡°Lo m¨ªo no tiene cura¡±, dice. ¡°Esta vida es la que conozco. Empec¨¦ a drogarme con mi padre a los 16 a?os. En cuanto lo dejo y empiezo a estar bien, vuelvo. Hace unos a?os ten¨ªa novio, nos hab¨ªamos mudado juntos. Pero me qued¨¦ en el paro y empezaron los problemas y volv¨ª rapidito al redil¡±.

El aumento del control contra los narcopisos, llev¨® a la polic¨ªa en Barcelona a encontrar el pasado 21 de noviembre 330 kilos de hero¨ªna y saltaron las alarmas. Las estad¨ªsticas de aprehensiones de drogas del ¨²ltimo lustro no superan los 300 kilos al a?o: 253 kilos en 2016, 256 en 2015, 244 en 2014, 291 en 2013, 282 en 2012. Por eso, que en un solo decomiso hubiera tanta cantidad de droga, preocup¨® a todo el mundo. M¨¢s tras la pandemia que asola Estados Unidos, que ya ha matado a 200.000 personas desde 1999, reduciendo la esperanza de vida en el pa¨ªs dos meses en los hombres y un mes en las mujeres.

El origen de la adicci¨®n all¨ª hay que buscarlo en los opi¨¢ceos sint¨¦ticos recetados por los m¨¦dicos para luchar contra alg¨²n tipo de dolor. Cuando se dejaron de recetar, muchos de ellos quedaron abocados al mercado negro: a la hero¨ªna y el fentanilo.

En Espa?a, sin embargo, apenas aumenta el consumo ni las muertes por hero¨ªna. En todo Madrid solo muri¨® una persona el a?o pasado por sobredosis. En 2016 el 0,2% de la poblaci¨®n espa?ola consum¨ªa hero¨ªna. Quienes tratan a los consumidores de esta sustancia dicen que no han notado cambios ni mucho menos un repunte: son los mismos que sobrevivieron a los ochenta y noventa que van creciendo con su adicci¨®n a cuestas. Apenas hay nuevas incorporaciones. En 2016 solo entraron 181 nuevos consumidores de hero¨ªna (siempre con otras sustancias asociadas) a la red del Instituto de Adicciones del Ayuntamiento de Madrid, informa Beatriz Mes¨ªas, directora del centro. Unos 5.000 consumidores de hero¨ªna acudieron a tratamiento por abuso de esta sustancia en la regi¨®n. Solo el 20% se la inyectaba, frente al 74,2% que lo hac¨ªa en 1990.

Gema y ?ngeles se concieron en el cole de mayores. As¨ª llaman a la c¨¢rcel. ¡°Tambi¨¦n Marina D? Or, hotel Cinco estrellas¡±, interviene Gema. Tiene suerte de tener unos padres que la cobijan y estos han abierto sus brazos a ?ngeles, que desde hace dos semanas vive en casa de su amiga. A ella su madre la ech¨® de casa cuando muri¨® su padre. ¡°La madre de Gema me llama hija¡±, dice con l¨¢grimas en los ojos. ¡°Qu¨¦ voy a hacer¡±, dice la madre de Gema al tel¨¦fono. ¡°Es mi hija y yo la quiero¡±.

Ambas conceden a hablar para ayudar a los j¨®venes y que no se droguen como ellas. Llegan a la parada. Gema, que trabaja de aparcacoches en la calle, saca cinco euros del bolsillo y compra una litrona. Bajando las escaleras que llevan al metro se cruzan con otro conocido. ¡°T¨ªo, que se ha muerto mi Migue¡±, le dice ?ngeles dando un trago de la botella.