El exregidor jerezano Pedro Pacheco disfruta su primer permiso navide?o

Su poder era tan omnipresente que fue capaz de crear una terminolog¨ªa propia en Jerez: ¡®pachequismo¡¯ fue su tiempo y peculiares formas; ¡®pachequistas¡¯ eran -y a¨²n son- sus ac¨¦rrimos seguidores. El efecto y afecto de Pedro Pacheco en la localidad gaditana era tan potente que, el 14 de diciembre de 1986, unas 60.000 personas se lanzaron a la calle para defender a su alcalde. Fue por las represalias a una famosa frase que hoy resulta casi ingenua: ¡°La justicia es un cachondeo¡±. Tras 24 a?os de alcald¨ªa (de 1979 a 2003), la era Pacheco parec¨ªa muerta cuando, asediado por la corrupci¨®n y condenado a cinco a?os y medio de prisi¨®n, el exalcalde entr¨® en la c¨¢rcel de Puerto III en 2014. Pero no era del todo as¨ª.

Tres a?os despu¨¦s de su defenestraci¨®n, este pasado martes, m¨¢s de 300 personas se retrataron p¨²blicamente en un manifestaci¨®n con una clara petici¨®n. ¡°Por un trato igualitario para Pedro Pacheco¡±, rezaba la pancarta de la cabecera. En lo no escrito ni manifestado, unas dudas flotaban en el ambiente, que resume Jos¨¦ Rodr¨ªguez Carri¨®n, amigo del alcalde y concejal durante 13 a?os: ¡°?Por qu¨¦ le trasladan a un m¨®dulo que ya no es de respeto? ?Por qu¨¦ lleva tres a?os y dos meses en la c¨¢rcel sin acceder al tercer grado cuando otros pol¨ªticos s¨ª han podido? Lo ¨²nico que queremos es que la ley sea para ¨¦l igual que para el resto. Hay casos en los que el apellido se convierte en condena¡±.

Aunque Rodr¨ªguez Carri¨®n siempre estuvo ah¨ª -¡°los que somos amigos, lo ¨¦ramos y lo seguiremos siendo¡±, apostilla-, la mayor parte de sus incondicionales ¡®pachequistas¡¯ desaparecieron con su entrada en prisi¨®n el 24 de octubre de 2014. Atr¨¢s quedaron los ba?os de masas, las manifestaciones multitudinarias y las contrataciones en el Ayuntamiento sin que mediasen oposiciones. Por enchufar a compa?eros de su partido (primero el Partido Andaluz del Progreso, luego el Partido Socialista Andaluz) acab¨® condenado a cinco a?os y medio en el conocido como ¡®caso Asesores¡¯. A esa pena, se sumaron dos condenas m¨¢s: a?o y medio y a?o y diez meses de prisi¨®n por los casos 'Estaci¨®n de Autobuses' y 'Casa del Roc¨ªo¡¯.

En total, Pacheco acumula (pese a sus recursos a estas penas) un total de ocho a?os y nueve meses. Sin tener en cuenta que a¨²n le quedan dos juicios m¨¢s que podr¨ªan incrementar su tiempo en prisi¨®n, si cumple su condena al completo deber¨ªa salir de la c¨¢rcel el 12 de agosto de 2023. ¡°Ya lleva cumplidos tres a?os y dos meses, un 35,86% del total¡±, cuantifica Carri¨®n. De entrada, no parece haber trabas insalvables que le impidan tajantemente acceder al tercer grado y el posterior r¨¦gimen abiertos o libertad condicional.

La Ley Org¨¢nica General Penitenciaria (LOGP) establece que, en penas mayores de cinco a?os y por delitos como los de Pacheco, ¡°un juez podr¨¢ ordenar que la clasificaci¨®n en tercer grado no se efect¨²e hasta el cumplimiento de la mitad de la pena¡±. ¡°Sin embargo, eso nunca se ha producido, por lo que no hay nada que indique que deba llegar a esta mitad¡±, explica Carri¨®n. A eso se suma que Pacheco ya pag¨® los 200.000 euros de responsabilidad civil, derivada del ¡®caso Asesores¡¯, condici¨®n tambi¨¦n necesaria para acceder a esta clasificaci¨®n penitenciaria.

Pero no es tan f¨¢cil, como reconoce Manuel Hortas, abogado de Pacheco en sus causas judiciales, ya que el propio exregidor (letrado de profesi¨®n) lleva los recursos a su situaci¨®n penitenciaria. Para acceder a condiciones de semilibertad, es necesario escalar en el sistema de grados (¨¦l sigue en el segundo, en el mismo que entr¨®) por medio de progresiones. Estas dependen de informes de la direcci¨®n de la prisi¨®n, en base a evaluaciones de conducta o psicol¨®gicos. ¡°Aunque todo est¨¢ sujeto a la ley, el r¨¦gimen de los internos tiene una importante dosis de discrecionalidad y flexibilidad que hace que las resoluciones var¨ªen en funci¨®n de las prisiones¡±, reconoce Hortas.

Lo que en buena parte de los presos eso no es un problema, en Pacheco lo es. ¡°Es pasional y soberbio, fruto de sus a?os en el poder¡±, reconoce sin cortapisas Carri¨®n. ¡°Digamos que tiene un car¨¢cter consciente de su val¨ªa. Cumple las normas, pero no se somete¡±, a?ade Hortas. Pero, ante todo, Rodr¨ªguez Carri¨®n tiene claro que no le ha ayudado su oficio en prisi¨®n, la asesor¨ªa legal a sus compa?eros: ¡°Creo que su labor estaba bien vista por la direcci¨®n de la prisi¨®n cuando ganaba recursos al juez de vigilancia penitenciaria. Pero cuando recurri¨® tambi¨¦n contra la prisi¨®n ya todo cambi¨®¡±.

Hortas a?ade: ¡°Mantiene un enfrentamiento soterrado con la prisi¨®n¡±. De hecho, Pacheco ¡°ha tenido que pelear cada uno de los permisos que ha conseguido¡±, como reconoce el abogado. As¨ª ha logrado pasar esta Navidad por primera vez en su casa. Un consuelo que le llega justo despu¨¦s de un agrio encontronazo con la direcci¨®n de Puerto III. A finales de noviembre, en un registro fortuito, la prisi¨®n le decomis¨® varios libros de m¨¢s, una almohada y un crucifijo de madera por su peligrosidad.

¡°Estaba hecha por un preso y hab¨ªa 20 compa?eros m¨¢s que ten¨ªan la misma¡±, dice el amigo del exalcalde. Despu¨¦s de este conflicto, la direcci¨®n le traslad¨® desde el m¨®dulo de respeto, el 12, al ocho. ¡°Ya no tiene acceso a ciertas actividades y est¨¢ con otro tipo de presos. Adem¨¢s, ya no tiene la asesor¨ªa. Creo que quer¨ªan desmontarla¡±, a?ade Carri¨®n. ¡°Formalmente, el traslado no es una sanci¨®n, aunque materialmente s¨ª. Casualidad no es, alg¨²n fundamento debe tener¡±, a?ade Hortas.

Desde Instituciones Penitenciarias eluden hacer declaraciones y se ci?en a la privacidad del expediente de Pacheco. Lo cierto es que, sea como fuere, la salida a la luz de este ¨²ltimo movimiento carcelario ha despertado la sorpresa y la indignaci¨®n de parte de la sociedad jerezana que se pregunta como otros pol¨ªticos presos como Carlos Fabra ya est¨¢n en libertad y ¨¦l no. Incluso el senador gaditano del PSOE, Francisco Gonz¨¢lez Caba?a, no ha dudado en trasladar tres preguntas orales sobre Pacheco a la comisi¨®n de Interior.

¡°No se pueden hacer preguntas nominales, por eso he aprovechado las generales para preguntar por qu¨¦ se aplica ese trato a Pedro Pacheco¡±, reconoce el socialista. ¡°Lo hago por que es un ciudadano de mi provincia. Se est¨¢ aplicando de forma extrema el reglamento, tanto en permisos como en el trato¡±, abunda Caba?a. Unas 300 personas parece que opinan de forma similar, a juzgar por la manifestaci¨®n del pasado martes.

Aunque para Carri¨®n, la clave de la concentraci¨®n ¡°no fue la cantidad, si no la calidad, hab¨ªa una gran diversidad de asociaciones y representantes de partidos¡±. ¡°Cuando Pacheco entr¨® en prisi¨®n exist¨ªa una necesidad de ejemplaridad, pero la gente ya ha visto cosas mucho m¨¢s gordas y eso est¨¢ generando una reacci¨®n¡±, reconoce Caba?a.

Mientras, el excalcalde disfruta ya de sus d¨ªas navide?os en casa. A su salida de prisi¨®n, se limit¨® a reconocer que lo suyo ¡°es una marat¨®n y lo importante es que hay que llegar al final¡±. De la manifestaci¨®n en su apoyo, no hizo referencia alguna. Aunque quien le conoce tampoco deb¨ªa esperarla. Por si acaso, al t¨¦rmino de la concentraci¨®n del martes, Rodr¨ªguez Carri¨®n ya lo dej¨® claro: ¡°Que nadie espere que salga con una pancarta dando las gracias. No es su car¨¢cter¡±.