Espa?a tiene dos millones de problemas
Ser¨ªa interesante que quienes niegan que Espa?a es una democracia indicasen qu¨¦ Estado s¨ª lo es, para saber qu¨¦ modelo de referencia tienen¡
El pasado 21 de diciembre se celebraron elecciones al Parlamento de Catalu?a convocadas por el presidente del Gobierno espa?ol. En dichas elecciones dos millones sesenta y tres mil catalanes votaron por la independencia de Catalu?a, mientras que dos millones dos cientos sesenta y dos mil catalanes votaron por otras opciones pol¨ªticas que no ten¨ªan como prioridad la independencia. Es decir, la mitad de la poblaci¨®n est¨¢ a favor de la independencia y la otra mitad no lo tiene como prioridad o est¨¢ en contra de ella. La sociedad catalana est¨¢ pues tremendamente fraccionada por este tema. La situaci¨®n es muy compleja ya que ambos sectores est¨¢n fuertemente consolidados y esta grave fractura no se aborda como problema pol¨ªtico, que es lo que deber¨ªa hacerse.
La mitad de los votantes de Catalu?a manifiestan abiertamente su voluntad de independencia y de rechazo al Estado mediante las sucesivas y masivas manifestaciones del 11 de septiembre; la participaci¨®n en el refer¨¦ndum, declarado ilegal, del 1 de octubre; la campa?a, con lazos amarillos, en favor de los pol¨ªticos encarcelados o huidos a Bruselas; el rechazo del rey como jefe del Estado y la sustituci¨®n de la senyera por la estelada, entre otras muestras. Para los independentistas muchas de las actuaciones del Estado perjudican directamente a Catalu?a y ello tiene como consecuencia la progresiva consolidaci¨®n de la desafecci¨®n de esta parte de la poblaci¨®n catalana respecto al Estado, por el principio de acci¨®n - reacci¨®n. Mientras que para los sectores independentistas la culpa de la mayor parte de los d¨¦ficits de Catalu?a la tiene el Estado, ¨¦ste se limita a aplicar una visi¨®n determinada de la ley, como la represi¨®n policial desproporcionada de quienes fueron a votar el 1 de octubre, sin conseguir, parad¨®jicamente, paralizar la votaci¨®n; el encarcelamiento provisional, desproporcionado a criterio de numerosos juristas, de determinados pol¨ªticos y dirigentes de organizaciones sociales, entre otras actuaciones, lo que ocasiona m¨¢s y m¨¢s agravios.
Por otra parte, todo ello enmascara y evita que se aborden los graves problemas que afectan a la sociedad como el paro, la corrupci¨®n sist¨¦mica que hay en Espa?a, la p¨¦rdida del poder adquisitivo de los salarios y de las pensiones en relaci¨®n con el incremento del coste de la vida, etc.
Recientemente diez catedr¨¢ticos de universidades de Catalu?a, del Pa¨ªs Vasco, de Madrid y de Andaluc¨ªa han elaborado un documento que propone la reforma de la Constituci¨®n en diversos aspectos. Este podr¨ªa ser uno de los documentos para abordar seriamente la reforma de la Constituci¨®n, norma que nos ha permitido ser una democracia occidental homologada, con diversos d¨¦ficits, desde 1978 hasta hoy. Sorprende que desde determinadas posiciones pol¨ªticas se niegue que hoy Espa?a sea una democracia. Ser¨ªa interesante que estos sectores indicasen qu¨¦ Estado consideran una democracia, para saber qu¨¦ modelo de referencia tienen¡
La reforma de la Constituci¨®n deber¨ªa incorporar, entre otros aspectos, una Disposici¨®n Adicional espec¨ªfica para preservar la identidad y la lengua catalana; la reforma del Senado para convertirlo en una c¨¢mara donde las comunidades aut¨®nomas en cuanto a tales estuviesen representadas, de manera an¨¢loga a como los l?nder est¨¢n representados en el Bundesrat alem¨¢n; la reforma del sistema de financiaci¨®n, estableciendo, entre otros par¨¢metros, el principio de ordinalidad para evitar que aquellas comunidades que m¨¢s contribuyen al Estado acaben percibiendo menos recursos y la clarificaci¨®n del sistema de reparto de competencias para evitar las constantes pugnas ante el Tribunal Constitucional. Ciertamente la reforma de la Constituci¨®n es muy dif¨ªcil de llevarla a cabo porque en algunos de los aspectos mencionados no est¨¢n de acuerdo ni el Partido Popular, ni Ciudadanos, ni una parte importante del PSOE, pero mucho m¨¢s dif¨ªcil es alcanzar la independencia si quienes la tienen como prioridad no llegan a la mitad de los electores y enfrente est¨¢ el Estado, con los medios de que dispone para oponerse, y la prueba es la regresi¨®n auton¨®mica en la que est¨¢ sumida Catalu?a.
La situaci¨®n actual es la manifestaci¨®n de un grave problema pol¨ªtico, que no jur¨ªdico, y es preciso que nuestros representantes, con urgencia, negocien una salida pol¨ªtica a la cr¨ªtica situaci¨®n actual.
Francesc Pau i Vall es profesor de Ciencias Pol¨ªticas de la UPF.
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