Alquileres prohibitivos
Los problemas cotidianos deben hacerse un lugar en la guerra de banderas que ha secuestrado la pol¨ªtica espa?ola
Cristina, Roger o Dennis son potenciales v¨ªctimas de los llamados desahucios silenciosos. La subida disparatada de los alquileres los echa de sus casas. Todos ellos pueden competir por el papel de protagonistas de esa gran ¡°leyenda urbana¡± que son los lanzamientos, en fugaces palabras del director general de Negocio de Caixabank, Juan Antonio Alcaraz, el pasado 25 de enero. Seis d¨ªas despu¨¦s, Alcaraz rectific¨® y lament¨® ¡°profundamente¡± sus afirmaciones: al despertar, la realidad segu¨ªa ah¨ª.
Cristina es una de las 150 personas que viven en un edificio de Sant Joan Desp¨ª recientemente adquirido por un fondo. La propiedad le ha notificado que, a partir del mes de marzo, el alquiler pasar¨¢ de los 585 euros actuales a 1.350, lo que en la pr¨¢ctica supone la expulsi¨®n de su actual vivienda. Ser¨¢ un nuevo desahucio silencioso dentro de la m¨¢s estricta legalidad.
Roger, como contaba Clara Blanchar hace unos d¨ªas en las p¨¢ginas de este diario, es inquilino de una vivienda en el barcelon¨¦s barrio de Sant Andreu. Es una casa de planta baja y primer piso. El contrato es antiguo y el propietario nuevo quiere vender. Los inquilinos quisieron ejercer la opci¨®n de compra. Pero eso no formaba parte de los ambiciosos planes de la propiedad. Les dejaron de cobrar el alquiler en diciembre y ahora cada mes depositan las cuotas ante el juzgado. Roger est¨¢ convencido de que el propietario pretende que dejen de pagar durante tres meses para as¨ª poderlos echar.
Dennis, por ¨²ltimo, es v¨ªctima de una de las manifestaciones externas m¨¢s desacomplejadas de especulaci¨®n urban¨ªstica. Carles Cols explicaba hace unos d¨ªas en El Peri¨®dico de Catalunya que una agencia inmobiliaria del barrio de Gr¨¤cia anunciaba la venta, por 169.000 euros, de una finca ¡°con inquilino de 78 a?os con renta antigua de 350 euros¡±. Dennis vive ah¨ª desde 1982 y, como un acicate para inversores, la publicidad inclu¨ªa la edad y g¨¦nero del inquilino, por aquello de las expectativas de vida.
Esos tres ejemplos ilustran c¨®mo act¨²a la subida de los precios de los alquileres en las grandes ciudades y sus conurbaciones. En Barcelona se firmaron el a?o pasado 36.138 contratos de alquiler, cuyo precio medio es de 872,57euros mensuales. Si el 65% de los j¨®venes de la ciudad ingresa menos de mil euros mensuales, es f¨¢cil entender que el concepto ¡°vida digna¡± forma parte del a?orado mundo de ayer. Actualmente, m¨¢s del 60% de los lanzamientos ya son por impago del alquiler. En Espa?a, el 43% de los inquilinos ¡ªfrente al 27% de la UE¡ª destinan m¨¢s del 40% de su salario al pago mensual de la vivienda.
La mayor¨ªa absoluta del PP modific¨® en 2013 la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). Era un secreto a voces que, debido a la precariedad laboral y salarial, los menores de 45 a?os ya no compraban piso. Y la especulaci¨®n financiera se centr¨® en el alquiler. Las Sociedades Cotizadas de Inversi¨®n en el Mercado Inmobiliario (SOCIMI) ¡ªexentas del impuesto de Sociedades, con una bonificaci¨®n del 95% en el impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y, las m¨¢s agresivas, ofreciendo una alta rentabilidad¡ª han contribuido activamente desde entonces al aumento de los precios del alquiler, que se ha agravado con el boom de los apartamentos tur¨ªsticos.
Desde algunos sectores ciudadanos se apuesta por una pol¨ªtica de regulaci¨®n de los precios de los alquileres como la que se practica en Berl¨ªn o Par¨ªs. Jaime Palomera, portavoz del Sindicat de Llogaters (Sindicato de Inquilinos) asegura que la demanda no justifica un aumento tan disparatado de los alquileres (un 28% en Barcelona desde 2014). En barrios como l¡¯Esquerra de l¡¯Eixample hay un 14% de pisos desocupados, una cifra a englobar en ese 30% de viviendas vac¨ªas que sit¨²an a Espa?a como una de las primeras potencias europeas en ese ranking lamentablemente singular. Por eso el Sindicat de Llogaters tiene la mirada puesta en la propuesta de Ley de Vivienda que la Plataforma de Afectados por la Hipoteca registr¨® el pasado 10 de enero en el Congreso, despu¨¦s de que el PP pervirtiera en su d¨ªa la Iniciativa Legislativa Popular que la misma PAH hab¨ªa presentado. El ambicioso texto pide, en el terreno del alquiler, que se contemple el poder adquisitivo de la poblaci¨®n y que los contratos sean por un m¨ªnimo de cinco a?os ¡ªsi el tenedor es un peque?o propietario¡ª o de 10 si es un banco o una inmobiliaria.
Los problemas cotidianos deben hacerse un lugar en la guerra de banderas que ha secuestrado la pol¨ªtica espa?ola en nombre de la legalidad y de los momentos hist¨®ricos. Tal vez habr¨ªa tiempo para paliar los desahucios, los sonoros y los silenciosos. Ser¨ªa una contribuci¨®n a que la pesadilla pasara a leyenda urbana.
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