Las caras de la muerte

La muerte es un l¨ªmite para casi todo, el gran enigma al que lo dem¨¢s se ve sometido: por eso es tan dif¨ªcil de tratar y hoy se ha convertido en un tab¨² para la sociedad optimista e hiperacelerada. Pero tambi¨¦n es, dicen, aquello que da sentido a esta cosa tan rara que es la existencia. El artista Edgar Martins (?vora, Portugal, 1977) llev¨® a cabo una investigaci¨®n de tres a?os en el Instituto Nacional de Medicina Legal de Lisboa ahondando en todo lo que rodea la muerte (porque la muerte misma es inaprensible) e interes¨¢ndose, sobre todo, en las formas de representarla, especialmente la muerte violenta. De esta investigaci¨®n sale el proyecto Siloquies and Soliloquies on Death, Life and Other Interludes, que se puede ver en la Galer¨ªa Pilar Serra (Santa Engracia 6, bajo centro) hasta el pr¨®ximo 17 de marzo.

Se trata de un trabajo donde predomina lo fotogr¨¢fico (que ha sido tradicionalmente la forma m¨¢s utilizada para la representaci¨®n de la muerte) y en el que Martins mezcla material propio con el hallado en la citada instituci¨®n de ciencias forenses. M¨¢s que lo documental, la v¨ªa elegida para tratar el tema es la po¨¦tica. As¨ª, vemos gafas rotas, familias con el rostro oculto, trozos de cuerda, caminos que llevan a la oscuridad, representaciones de calaveras, hombres sujetando balas. Un viejo m¨®vil Nokia en cuya pantalla se lee 4give me (perd¨®name). Todo extra¨ªdo de archivos hist¨®ricos, informes m¨¦dicos y confidenciales o evidencias recogidas en la escena del crimen (o del suicidio). Otro concepto relacionado con el proyecto, seg¨²n afirma el artista, es el de destinerrance, acu?ado por el fil¨®sofo Jacques Derrida: el riego de cada carta, de cada postal, de acabar en el destino equivocado, de ser una ¡°carta muerta¡±.