Puigdemont se aparta pero mantiene el pulso con Rajoy proponiendo a Jordi S¨¤nchez
El expresidente hace caso omiso a los avisos del Gobierno de que no tolerar¨¢ que la Generalitat est¨¦ en manos de un dirigente con cargas judiciales
Carles Puigdemont oficializ¨® ayer su renuncia a presidir la Generalitat. Una decisi¨®n que todos, incluidos los independentistas, daban por hecha desde hac¨ªa semanas pero que no llegaba por falta de acuerdo sobre la legislatura. El expresidente catal¨¢n, huido de la justicia en Bruselas, envi¨® un v¨ªdeo grabado a modo de alocuci¨®n institucional para anunciar su renuncia ¡°provisional¡± y proponer como sustituto a Jordi S¨¤nchez, n¨²mero dos de su lista. Las posibilidades reales de S¨¤nchez de ejercer el cargo tambi¨¦n son m¨ªnimas porque est¨¢ en prisi¨®n.
El expresidente catal¨¢n se echa a un lado pero aspira a seguir condicionando la vida pol¨ªtica catalana (y de toda Espa?a) desde la capital belga, al reservarse la presidencia del llamado ¡°Consejo de la rep¨²blica¡±. Se trata de un organismo que el independentismo defiende como el ¡°Parlament en el exilio¡± y que busca no solo influir sobre las pol¨ªticas de la Generalitat sino seguir generando tensi¨®n con el Gobierno central mediante la internacionalizaci¨®n de la causa separatista.
¡°Hoy he informado al presidente del Parlamento de Catalu?a de que, provisionalmente, retire mi candidatura a ser investido presidente de la Generalitat y le he pedido que inicie lo antes posible la ronda de contactos con los diferentes grupos parlamentarios para proceder a la elecci¨®n de un nuevo candidato a ser investido como presidente del Gobierno auton¨®mico¡±, dijo Puigdemont admitiendo que el Ejecutivo catal¨¢n tendr¨¢ un car¨¢cter exclusivamente autonomista.
El expresidente, adem¨¢s, anunci¨® que su formaci¨®n propondr¨¢ al expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) Jordi S¨¤nchez como nuevo presidenciable. ¡°S¨¤nchez es el n¨²mero dos de nuestra lista y representa como nadie los valores de Junts per Catalunya y es un hombre de paz, injustamente encerrado en una prisi¨®n espa?ola¡±, dijo Puigdemont. La cuenta de Twitter administrada por el entorno de S¨¤nchez respondi¨® al anuncio: ¡°Es un gran honor y una enorme responsabilidad poder representar al pueblo de Catalu?a¡±.
Un portavoz del Parlament explic¨® ayer que el presidente de la C¨¢mara, Roger Torrent, comenzar¨¢ la pr¨®xima semana la ronda de contactos con los grupos pol¨ªticos para poder convocar as¨ª otro pleno de investidura. Antes, sin embargo, tendr¨¢ que desconvocar la sesi¨®n en la que se escoger¨ªa a Puigdemont como presidente catal¨¢n. En el calendario tambi¨¦n est¨¢ un acto en Bruselas, previsiblemente el martes, para escenificar la puesta en marcha del ¡°Consejo de la rep¨²blica¡±.
La decisi¨®n de Puigdemont de optar por S¨¤nchez como recambio supone hacer caso omiso a las advertencias del Gobierno central en el sentido de que no considerar¨ªa viable que alguien que se encuentra en prisi¨®n preventiva con cargos de rebeli¨®n y sedici¨®n pudiera ocupar la presidencia de la Generalitat. De hecho, el Gobierno de Mariano Rajoy ya ha dejado claro que mantendr¨¢ la intervenci¨®n de la Generalitat, v¨ªa art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n, mientras no haya un candidato con garant¨ªas de poder ser elegido. Ajeno a estas advertencias, Puigdemont asegur¨®: ¡°Ahora, Madrid no tendr¨¢ ninguna excusa para continuar con la ocupaci¨®n de nuestras instituciones. Ninguna excusa para que Madrid ignore nuestra voz¡±.
¡°Sin salida¡±
¡°Puigdemont no puede ser presidente y ahora pretende dejar como legado otra propuesta sin salida. Pedimos que se proponga un presidente viable y que saque a Catalu?a de la par¨¢lisis¡±, dijo ayer Salvador Illa, secretario de Organizaci¨®n del PSC. Desde Catalunya en Com¨²-Podem, Xavier Dom¨¨nech lament¨® que el nombre del expresidente de la ANC no ayuda a desbloquear la situaci¨®n en Catalu?a, si bien consider¨® que tiene todo el derecho a aspirar al cargo.
Tras muchas semanas asegurando que ¨¦l y solo ¨¦l ser¨ªa candidato a la Generalitat, Puigdemont quiso justificar su decisi¨®n de abandonar en la necesidad de que se cree un Gobierno capaz de gestionar la autonom¨ªa. ¡°Obviamente esta decisi¨®n no garantiza completamente la restauraci¨®n de nuestra autonom¨ªa, que se ha visto gravemente damnificada por el autoritarismo del Estado¡±, dijo, insistiendo en su discurso inflamado contra el Gobierno y la Justicia. ¡°Pero nos dar¨¢ la libertad para poder emprender la pr¨®xima fase del camino hacia la independencia y el despliegue de la rep¨²blica catalana desde espacios m¨¢s libres y democr¨¢ticos que el actual Estado espa?ol y el actual sistema institucional que se encuentra bajo libertad vigilada¡±. Puigdemont anunci¨® que ha presentado una denuncia contra Espa?a ante las Naciones Unidas por ¡°violaci¨®n de la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos y la Carta de Derechos Civiles y Pol¨ªticos¡±.
El expresident tambi¨¦n quiso insistir en negar que lo suyo sea una renuncia formal. ¡°Que todo el mundo lo tenga claro: no claudicar¨¦, no renunciar¨¦, no me retirar¨¦, ante la actuaci¨®n ileg¨ªtima de los que han perdido en las urnas. Ni ante la arbitrariedad de quienes est¨¢n dispuestos, dicen, a pagar el precio de abandonar el Estado de derecho y la justicia por defender la unidad de la patria. Tengo plena confianza de que ganaremos. Y que un d¨ªa, espero que bien pronto, podr¨¦ volver a Catalu?a como un hombre libre¡±, afirm¨®.
El discurso de Puigdemont no despej¨® m¨¢s inc¨®gnitas que su propia retirada. Ahora est¨¢ por ver c¨®mo el independentismo intenta defender la candidatura de Jordi S¨¤nchez, que muchos ven fallida antes de comenzar. Por este motivo tienen ya a otro candidato en la rec¨¢mara. Se trata del exconsejero Jordi Turull, tambi¨¦n encausado por el proc¨¦s, pero que, a diferencia de S¨¤nchez, se encuentra en libertad condicional. En este caso su presidencia ser¨ªa m¨¢s factible, al menos mientras no sea inhabilitado.
Si esto ocurre se activar¨ªa el plan b del separatismo, que pasa por investir a un diputado sin cargas judiciales. Ah¨ª entra en escena el nombre de Elsa Artadi, exmano derecha de Puigdemont en la Generalitat, o el de algunos alcaldes del PDeCAT.
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