La denunciante del ¡®caso De Miguel¡¯ teme que no fue la ¨²nica a la que reclamaron ¡°pasar por caja¡±
La empresaria Ainhoa Alberdi denunci¨® el cobro de comisiones ilegales a cambio de la adjudicaci¨®n de contratos p¨²blicos
La empresaria Ainhoa Alberdi ha declarado este lunes, durante el juicio del caso de Miguel, que la "alegr¨ªa y facilidad" con la que la que los presuntos responsables de esta presunta trama de corrupci¨®n le reclamaban que "pasara por caja", le hace temer que ella no fue "la ¨²nica" persona a la que se le reclamaba el pago de comisiones ilegales a cambio de la adjudicaci¨®n de contratos p¨²blicos.
Alberdi, cuya denuncia ante la Fiscal¨ªa de Alava en diciembre de 2009 destap¨® esta presunta red de corrupci¨®n vinculada a Alfredo de Miguel y otros exdirigentes del PNV, comparece este lunes como testigo ante el tribunal de la Audiencia Provincial de Alava que juzga este caso, en el que los 26 acusados se enfrentan a posibles penas de entre 4 y 54 a?os de c¨¢rcel.
La empresaria y abogada, de cuya comparecencia no se est¨¢n ofreciendo im¨¢genes para preservar su intimidad, se ha ratificado en las afirmaciones que realiz¨® durante la fase de instrucci¨®n del caso, abierta a ra¨ªz de la denuncia que ella misma present¨® ante la Fiscal¨ªa el 2 de diciembre de 2009.
A preguntas de la Fiscal¨ªa, Alberdi ha reconocido este lunes la autenticidad de las grabaciones de audio y de los correos electr¨®nicos que aport¨® junto a su denuncia.
Estas pruebas acreditar¨ªan las presuntas presiones de los exdirigentes del PNV Alfredo de Miguel y Aitor Teller¨ªa, as¨ª como de otros supuestos miembros de la trama, para que pagara en torno a 100.000 euros en concepto de comisi¨®n por un contrato que se adjudic¨® su empresa (Urbanorma) para la ampliaci¨®n del Parque Tecnol¨®gico de ?lava.
Aquel contrato fue firmado en diciembre de 2006, cuando la empresa Urbanorma ten¨ªa como principal accionista a Jon I?aki Echaburu -uno de los 26 acusados en este juicio--, que seg¨²n las grabaciones aportadas por Alberdi habr¨ªa reconocido haber pactado el pago de las comisiones a De Miguel.
Alberdi, que inicialmente era la socia minoritaria de esta empresa, asegura haberse enterado de todo esto una vez que, al comprar su parte de Urbanorma a Echaburu, se convirti¨® en la ¨²nica propietaria de la sociedad, momento en el que los presuntos miembros de la trama empezaron a reclamarla el pago de comisiones como contrapartida por el contrato que se hab¨ªa adjudicado a Urbanorma para participar en los trabajos de ampliaci¨®n del Parque Tecnol¨®gico de Alava (PTA).
La primera demanda para que abonara dichas comisiones se habr¨ªa producido en una reuni¨®n con Alfredo de Miguel, celebrada en noviembre de 2008 en el despacho oficial que ¨¦ste ten¨ªa en la Diputaci¨®n Foral de ?lava, en la que era el responsable de Administraci¨®n Local y Equilibrio Territorial.
En aquel encuentro, al que Alberdi se ha referido como "el D¨ªa D", De Miguel le reclam¨® "textualmente" que ten¨ªa que "pasar por caja", seg¨²n ha ratificado la empresaria en su declaraci¨®n. La empresaria, que ha destacado que hasta ese momento no sab¨ªa nada de las condiciones que el anterior propietario de Urbanorma hab¨ªa pactado para acceder a este contrato, ha explicado que De Miguel llam¨® en su presencia a Alfonso Arriola, tambi¨¦n acusado y entonces gerente del PTA, para preguntarle por la "cantidad" concreta que deb¨ªa abonar, aunque este ¨²ltimo no pudo "precisarlo", por lo que De Miguel le anunci¨® que ya se lo dir¨ªan m¨¢s adelante.
La grabadora
La testigo ha explicado que fue en ese momento cuando entendi¨® que "me estaban pidiendo dinero como compensaci¨®n por el contrato de Urbanorma" con el PTA. Alberdi ha explicado que a partir de ese momento, empez¨® a pensar en la necesidad de "protegerse", por lo que decidi¨® ir a un establecimiento conocido como 'La Tienda del Esp¨ªa' para comprar la grabadora con la que, posteriormente, efectu¨® las grabaciones que aport¨® como prueba ante la Fiscal¨ªa, en las que se recogen otras peticiones de pago y supuestas presiones.
La empresaria, no obstante, ha querido precisar que su objetivo al adquirir la grabadora, de la marca Olympus, no fue recabar pruebas "para denunciar a ese gente", sino protegerse frente a eventuales denuncias que pudieran presentar otras potenciales v¨ªctimas de intentos de cobro de comisiones.
"Hab¨ªa visto que esa petici¨®n de dinero se hac¨ªa con tanta facilidad y alegr¨ªa, que igual yo podr¨ªa estar ahora ah¨ª (entre los acusados) si alguien lo denunciaba. Lo hice para protegerme y para demostrar que ni ten¨ªa intenci¨®n de pagar", ha manifestado.
En la misma l¨ªnea, ha hablado de la "tranquilidad" con la que se le reclamaba que ten¨ªa que pagar "un tercio" del valor del contrato, cuando "nunca antes hab¨ªan hablado conmigo de esto", y de la "contundencia" de las expresiones de otro de los acusados, Aitor Telleria, aludiendo a la "barra libre". "Tem¨ª que si esto era tan f¨¢cil de hacer, yo no ser¨ªa la ¨²nica a la que se le hab¨ªan hecho", ha indicado.
Una vez adquirida la grabadora, Alberdi registr¨® las conversaciones que manten¨ªa con De Miguel, Telleria y otros acusados, a las que llevaba este aparato oculto "en el bolso o en las medias". En una de esas conversaciones, cuya grabaci¨®n se ha reproducido durante la vista, Telleria asegura a Alberdi que exist¨ªa un "acuerdo" con el anterior miembro de la empresa (Echaburu), para dividir los pagos "en tres partes".
"Una para ti, otro para ¨¦l (Echaburu) y la otra parte, que es la que nosotros recaudamos", habr¨ªa dicho Telleria, seg¨²n la transcripci¨®n elaborada por la Ertzaintza de la grabaci¨®n, cuyo sonido no es muy claro. Alberdi ha afirmado que estas grabaciones evidencian que los miembros de la red actuaban desde una sensaci¨®n de "impunidad".
En otro momento de su declaraci¨®n, ha aludido al coste "personal" que ha sufrido por denunciar los hechos ante la Justicia. Alberdi ha explicado que "desde el principio" y, "casi hasta el d¨ªa de hoy", ha sido v¨ªctima de "venganzas". "Mi denuncia no gust¨® a nadie", ha afirmado.
El veto
De hecho, ha explicado que a partir de ese momento, sufri¨® un "veto" que le impidi¨® acceder a nuevos contratos p¨²blicos, y que incluso padeci¨® la rescisi¨®n de alg¨²n contrato que ten¨ªa vigente sin recibir "explicaci¨®n alguna". La empresaria ha manifestado que, en un momento dado, una "persona pol¨ªtica", le dijo que "durante muchos a?os "mejor no hici¨¦ramos el trabajo de presentarnos a concursos" p¨²blicos.
Aunque la Fiscal¨ªa y el presidente del tribunal le han pedido que identificara a dicha persona, Alberdi ha explicado que preferir¨ªa no tener que hacerlo, dado que ese pol¨ªtico -al parecer del territorio de Bizkaia- le traslad¨® ese mensaje ¨²nicamente como "consejo", y que si revelara su identidad ella podr¨ªa verse a¨²n m¨¢s "perjudicada".
El presidente del tribunal, el magistrado Jaime Tapia, ha accedido a la petici¨®n de la testigo como medida de "protecci¨®n" para la propia Alberdi. En todo caso, la empresaria ha asegurado que dio "credibilidad" a ese consejo, dado que se trataba de una persona que hablaba "con autoridad" puesto que "sab¨ªa como funcionan este tipo de asuntos".
Alberdi ha afirmado que en estos ¨²ltimos a?os tambi¨¦n ha tenido discusiones con algunos de sus familiares que son militantes del PNV, pese a que -seg¨²n ha destacado-- ella en ning¨²n momento ha "mencionado" a la formaci¨®n nacionalista. Todos estos problemas, seg¨²n ha explicado, le han llevado a estar en tratamiento por depresi¨®n y ansiedad. "Me met¨ª en esto quiz¨¢ por convencimiento y por justicia; y deber¨ªa haber reflexionado m¨¢s sobre las consecuencias que iba a tener para m¨ª", ha indicado. El juicio se reanudar¨¢ este martes, cuando las defensas tomar¨¢n el testigo de la Fiscal¨ªa y empezar¨¢n su interrogatorio a Ainhoa Alberdi.
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