De Badajoz a Madrid sin pisar Chicago

Mientras aguarda a la sesi¨®n de fotos, sus dedos dibujan escalas pentat¨®nicas por el m¨¢stil. La extreme?a Susan Santos (Badajoz, 1981) se ha tra¨ªdo la guitarra el¨¦ctrica, dice, como atrezo. Pero cuando uno ve c¨®mo toca el instrumento, mudo sin amplificador, con la mirada perdida en alg¨²n escenario imaginario, sospecha que es una excusa y que le cuesta separarse de las seis cuerdas.

Esta artista tard¨ªa, que cierra el festival Gigantes del Blues en la sala Clamores el domingo que viene, se col¨® por la guitarra justo con la mayor¨ªa de edad. ¡°Empec¨¦ tocando como todo el mundo. Con algunos acordes que me ense?aban repet¨ªa las canciones que escuchaba en la radio. Pero mi flechazo con el blues y el rock and roll lleg¨® cuando me top¨¦ con un programa, casi de casualidad, en el que pon¨ªan temas de John Lee Hooker y otros cl¨¢sicos. Sent¨ª unas ganas irrefrenables de comprarme una guitarra el¨¦ctrica y empezar a crear esos sonidos¡±.

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Hoy tiene m¨¢s de una decena en casa (¡°son mi vicio¡±, confiesa), adem¨¢s de un dobro que se lleva a los conciertos. Tiene cuatro discos en el mercado y este a?o lanzar¨¢ el quinto. Pero le ha costado casi una d¨¦cada volverse una imagen habitual sobre los escenarios. ¡°En Badajoz trabajaba en una tienda de instrumentos e impart¨ªa clases de guitarra en una academia. Pero cuando me acercaba a los 30 a?os, decid¨ª que era el momento de dedicarme en serio a la m¨²sica. Ten¨ªa la sensaci¨®n de que era mi ¨²ltima oportunidad¡±, recuerda Santos.

Empez¨® a ir a Madrid cada semana, a recorrerse salas y productoras. ¡°Al principio no fue f¨¢cil. El blues, o mejor dicho la americana, que es lo que mejor define lo que yo hago, es un entorno muy masculino¡±, explica la artista, ¡°notaba que iba siempre con la carga de mont¨®n de prejuicios a cuestas. Una chavala de apenas 30 a?os no casa mucho con la imagen t¨®pica de un bluesman. En muchas salas ni siquiera me dieron el beneficio de la duda¡±.

Santos no cej¨® su empe?o. Logr¨® instalarse definitivamente en la capital cuando empez¨® a tocar para un programa de televisi¨®n y en una obra de teatro. Mont¨® un tr¨ªo con dos m¨²sicos (ella es voz y guitarra y la acompa?an un bajista y un bater¨ªa) y desde hace dos a?os no para de girar, dentro y fuera de Espa?a: Alemania, B¨¦lgica e Italia son sus citas extranjeras en los pr¨®ximos tres meses, por poner un ejemplo. Su m¨²sica copa su tiempo, y ha tenido que dejar cualquier otra ocupaci¨®n.

¡°Tengo suerte de poder dedicarme a esto, me siento afortunada¡±, reconoce Santos, cuya m¨²sica ha evolucionado en este tiempo de un blues el¨¦ctrico can¨®nico con denominaci¨®n de Chicago a composiciones que dejan la puerta abierta a influencias como el swing o el country. ¡°No me cierro a nada. Escucho desde m¨²sica india a bossa nova. Lo que le define a cada uno es su manera de componer, no el estilo que toca¡±.