La semana tr¨¢gica en la cuna de Podemos

Podemos fue Lavapi¨¦s antes de ser Podemos. El teatro, la librer¨ªa, el bar y la primera sede del movimiento compart¨ªan cuatro estrechas calles del c¨¦ntrico barrio madrile?o. En Lavapi¨¦s, los actuales dirigentes de la organizaci¨®n olieron el potencial del 15-M. Era la catarsis de la Transici¨®n y contra ella lanzaron sus dardos. Lograron cinco millones de votos en su primera candidatura, pero su hito m¨¢s importante fue alcanzar el gobierno de la capital en 2015. Madrid se convirti¨® en su escaparate y trampol¨ªn para demostrar las virtudes de un "cambio" al que aspiraron ser sus principales int¨¦rpretes. En estos tres a?os, el Ayuntamiento super¨® varias crisis. Aunque la de Lavapi¨¦s "es una de las m¨¢s duras", admite un miembro del gobierno de Manuela Carmena, que rompe el silencio sobre los altercados de la semana pasada, con una pizca de iron¨ªa: "Esperamos que termine pronto".

Oficialmente todo ha sido "correcto", reiteran desde el Consistorio. El gobierno municipal no asume errores ni dimisiones tras la muerte de Mame Mbaye, el mantero fallecido por un ataque cardiaco el 15 de marzo. Pero la realidad es otra. La fractura interna ha vuelto a ensancharse. El jueves, dos ediles del gobierno se enfrentaron a gritos porque unos, los del sector radical, quer¨ªan desmarcarse de una moci¨®n de apoyo a la Polic¨ªa Municipal. Ped¨ªan votar a mano alzada, pero el grupo se lo impidi¨®.

Una peque?a demostraci¨®n de fuerza, despu¨¦s de que el lunes Carmena evitara desautorizar a los que asociaron la muerte de Mbaye a la de Lucrecia P¨¦rez, v¨ªctima de un asesinato racista en Madrid en 1992. Ese lunes, por primera vez, la alcaldesa claudic¨® ante el sector radical. Un hecho relevante en el contexto ya preelectoral que vive la coalici¨®n, con la lista electoral por cerrar.

En 2015, Ahora Madrid arras¨® con el 49% de los votos en Centro, al que pertenece Lavapi¨¦s. Esta zona impuls¨® el movimiento Podemos, que naci¨® en las redes antes que en las plazas. Las mismas que en la noche del 15 de marzo propagaron una versi¨®n inexacta de la muerte de Mbaye, apuntando a un operativo contra el top manta. Algunos de Podemos, como Juan Carlos Monedero o Ram¨®n Espinar, lamentaron la muerte del hombre y la falta de respeto de derechos humanos. "Llegaron al barrio muchos antisistemas", relatan los vecinos de Lavapi¨¦s.

El 16 de marzo, las calles de Lavapi¨¦s ol¨ªan a quemado. La Polic¨ªa Nacional patrullaba y grupos de j¨®venes se dirig¨ªan hacia la plaza Nelson Mandela, coraz¨®n negro del barrio. Hab¨ªa llegado el c¨®nsul de Senegal, pero su visita result¨® ser un bumer¨¢n: tuvo que cerrarse en un bar para evitar el linchamiento. Unos ancianos acusaron a los africanos de estar rompiendo la paz. "Hemos hecho miles de kil¨®metros para vuestro futuro. ?frica son muchos pa¨ªses, pero aqu¨ª estoy con mis hermanos", contestaba uno.

Jurados vecinales

No es la primera vez que Lavapi¨¦s est¨¢ en el centro de la pol¨¦mica. Tras llegar a la alcald¨ªa, Carmena propuso crear jurados vecinales que recibieron cr¨ªticas de las fuerzas de seguridad. La labor de los agentes es central en un barrio donde los vecinos creen que "no existen problemas de convivencias, pero s¨ª de criminalidad". Los problemas de venta de drogas y okupas no descienden, relatan los residentes.

El edil de Seguridad est¨¢ ahora en el foco de las cr¨ªticas. Javier Barbero fue uno de los inspiradores de la candidatura de Carmena en 2015. Pero ahora se enfrenta a la petici¨®n de cese de los sindicatos policiales, que le acusan de haber silenciado su Twitter en la noche de los altercados y de alentar las dudas sobre el cuerpo. Barbero volvi¨® el jueves a asociar la muerte del mantero a un operativo policial. Pero el gobierno sigue sin explicar en base a qu¨¦ prueba fundamenta la nueva teor¨ªa de que Mbaye se hallaba en la Puerta del Sol "con su manta" minutos antes de morir.

Los retrasos en reaccionar, las piedras contra los agentes, tildados de "asesinos", y una orden de no patrullar Lavapi¨¦s son la muestra de que algo no ha funcionado en la sala de m¨¢quinas del gobierno de Carmena. Todos los partidos piden el cese de Barbero: los m¨¢s duros, PP y Ciudadanos, pero tambi¨¦n el PSOE, socio de investidura de Carmena y ¨²nico apoyo del ejecutivo en todas sus crisis.

Aun as¨ª, nadie del ejecutivo ha asumido errores. La crisis fue el resultado, aseguran, de un "cruce de factores", que tiene en la Ley de Extranjer¨ªa ("racista, xen¨®foba y sexista") el origen del problema. La semana tr¨¢gica de Lavapi¨¦s concluy¨® con la reprobaci¨®n en el pleno municipal de Barbero. Y con duras cr¨ªticas contra la alcaldesa por parte de la oposici¨®n, que ya ve en su actuaci¨®n una sustancial p¨¦rdida de liderazgo.