?Por qu¨¦ nadie logra fotografiar al lince de Madrid?
Los archivos regionales registran m¨²ltiples avistamientos del felino, pero nunca se ha logrado una instant¨¢nea
La de un lince traspasando los l¨ªmites de Madrid debe de ser la foto m¨¢s buscada por los bi¨®logos desde hace 30 a?os. Han intentando obtenerla sin ¨¦xito cient¨ªficos, universidades, Gobierno regional, Ministerio de Medio Ambiente y hasta el Ej¨¦rcito. ?Hay o no lince en Madrid?
El ¨²ltimo informe de la Facultad de Biol¨®gicas de la Universidad Complutense, desvelado por este peri¨®dico en febrero, afirma que s¨ª. La prueba son los 46 excrementos hallados de esta especie en los montes de la regi¨®n y contrastados en laboratorio mediante an¨¢lisis de ADN. Pero los informes oficiales no son tan claros.
EL PA?S hace p¨²blico hoy el extracto del informe que la Consejer¨ªa de Medio Ambiente ha enviado a la Asamblea a petici¨®n del parlamentario Alejandro S¨¢nchez que se interesaba por los estudios redactados desde 1990 y su coste. La respuesta oficial es sorprendente: se desconoce lo abonado porque la Comunidad cambi¨® en 2015 el software para la ¡°tramitaci¨®n financiera y contable¡±, por lo que solo hay datos de los dos ¨²ltimos ejercicios. De todas formas, algunos contratos s¨ª se han hallado y su precio es reducido: van de 1.250 a 12.000 euros.
Los primeros en intentar demostrar la presencia de esta especie en peligro de extinci¨®n fueron Alejandro Rodr¨ªguez y Miguel Delibes que, entre 1988 y 1990, indicaron que la existencia de ejemplares ¡°quedaba restringida a unos pocos puntos del suroeste de la Comunidad, donde al parecer, se manten¨ªa una escasa poblaci¨®n¡±. Suger¨ªan la existencia de 13 ejemplares entre ?vila y el alto Alberche. Entre 1992 y 1996, el experto J. J. Aldama coloc¨® ¡°estaciones de olor¡± para atraerlos. Ni un solo animal se acerc¨®.
En 1992 se tuvo tambi¨¦n constancia de un ¡°individuo¡± en la sierra de Hoyo de Manzanares, dentro de una instalaci¨®n militar. El entonces coronel Zunzunegui y un grupo de soldados rastrearon la sierra sin ¨¦xito. Al a?o siguiente, y a muchos kil¨®metros de distancia (en San Mart¨ªn de Valdeiglesias), se localizaron las huellas de otro, pero ni rastro del lince.
Dos a?os despu¨¦s, un agente forestal hall¨® excrementos en Robledo. Se enviaron a la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana. S¨ª, esta vez, s¨ª: era lince. En 1994, se volvieron a avistar otros dos ejemplares en Villamantilla y en Villa del Prado. Ya en 1995, alguien asegur¨® haber visto al felino por Cenicientos.
En 1996, la situaci¨®n se repiti¨® en Navalagamella y Navas del Rey. Se envi¨® otro equipo cient¨ªfico en su busca, pero ¡°no se encontraron ni signos de rastros ni excrementos¡±, y eso que se hab¨ªan vuelto a colocar las llamadas ¡°estaciones de olor¡±. Por eso, ¡°de los datos reflejados y la recopilaci¨®n de las comunicaciones personales¡±, indican los informes, ¡°se desprende que la presencia del lince puede ser posible, pero sin certificar su presencia de forma segura¡±. Los expertos definen, incluso, ¡°tres ¨¢reas de posible asentamiento en Robledo, el embalse de Picadas y Cenicientos¡±.
As¨ª, la empresa Boscaje coloc¨® entre 1997 y 2001 por el suroeste nuevas trampas de olor y sonido. Nada. Los dos excrementos hallados en Navas y Robledo correspond¨ªan a gatos silvestres. Y as¨ª la entidad concluy¨® que los 13 ejemplares de los que hablaron Rodr¨ªguez y Delibes en 1990 ¡°no eran representativos¡± una d¨¦cada despu¨¦s. Esta empresa especializada apunt¨® que, de existir, el lince tendr¨ªa que estar asentado por Robledo, Villa del Prado y Villamantilla.
En 1998, los linces segu¨ªan sin visitar las estaciones trampa. En 2001, se hallaron otros 12 excrementos entre Robledo, Navas, Chapiner¨ªa, Colmenar del Arroyo, Navalagamella y Fresnedillas. Todo se envi¨® a la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana, pero las muestras se contaminaron en el laboratorio y los resultados no fueron v¨¢lidos.
En 2004, entr¨® en acci¨®n el Ministerio de Medio Ambiente, que envi¨® otro equipo a realizar el Censo Diagn¨®stico de las Poblaciones. Se recogieron 10 excrementos. Nada otra vez. El informe fue demoledor: ¡°No existen datos objetivos que confirmen la presencia de la especie en Madrid¡±.
En 2006, otro equipo de especialistas en carn¨ªvoros realiz¨® muestreos de huellas y deposiciones. Se peinaron los encinares de los r¨ªos Alberche y Cofio. Los resultados fueron tambi¨¦n negativos. Propusieron reintroducir la especie en El Pardo y Hoyo de Manzanares. En 2013, el cient¨ªfico Juan Luis Reguil¨®n comunic¨® a Medio Ambiente que ¡°tras diferentes seguimientos se calcula una poblaci¨®n de 20 linces¡±.
El informe oficial concluye que, adem¨¢s de no haber fotos del felino en Madrid, nunca se ha hallado un ejemplar muerto o herido en Madrid. Algo chocante si se tiene en cuenta que en Andaluc¨ªa murieron 14 atropellados solo en 2017.?
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