La agon¨ªa del presunto asesino de Susqueda
Jordi Magent¨ª no paraba de hablar de los Mossos y la investigaci¨®n con su entorno
El 2 de febrero, Jordi Magent¨ª volvi¨® al pantano de Susqueda. Le acompa?aba la unidad de Mossos que llevaba casi medio a?o investigando la desaparici¨®n de Marc y Paula. El ahora encarcelado por el crimen pase¨® a los Mossos por la zona del embalse donde apareci¨® el coche de los j¨®venes. Se puso de barro hasta las rodillas, seg¨²n luego le cont¨® a su hermano. Y a su madre, y a su hija, y a la novia de su hijo. Durante los ¨²ltimos d¨ªas, los Mossos se convirtieron en su obsesi¨®n. As¨ª lo recogen los micros que la polic¨ªa coloc¨® en su casa y en su coche.
Entonces ya hab¨ªa declarado en dos ocasiones ante los Mossos: el 4 de diciembre, de manera informal, y el 5. En ambos relatos se contradijo: en uno oy¨® tiros, en otro no; en uno dijo no recordar fechas, y en el otro dijo que estuvo en el pantano el 28 y 29 de agosto. Lo ¨²nico que sostuvo de forma s¨®lida es que el 24 de agosto, cuando desaparecieron Marc y Paula, no fue al pantano. Para entonces, los Mossos ya ten¨ªan las im¨¢genes del veh¨ªculo de Magent¨ª, un Land Rover Defender blanco, ese d¨ªa en la zona.
¡°Los Mossos son unos cabrones y no tienen derecho a lo que hacen¡±, se quej¨®
As¨ª que empezaron a presionar a Magent¨ª. Con las fechas y con las versiones. El 4, 6 y 7 de febrero los micros graban a un hombre al l¨ªmite. ¡°Yo no estoy bien, estos alborotos no me van bien¡±, le dice a su madre. Los Mossos han llamado a la mujer de Magent¨ª, en Colombia, y le han preguntado por ¡°muchas cosas¡±: lo que hab¨ªa visto en el pantano, si iban siempre los dos o si iba ¨¦l solo o por qu¨¦ se fue de manera precipitada a Colombia, su pa¨ªs de origen.
¡°Los Mossos son unos cabrones y no tienen derecho a lo que hacen¡±, se queja, por Skype, a su pareja. ¡°Estoy harto, no se puede colaborar, estos se hacen una pel¨ªcula de lo que no existe, hubiese preferido no haber dicho nada¡±, sigue. Y reprocha que le ¡°den por culo con las fechas y que ¨¦l no se puede acordar¡±. ¡°Los Mossos quieren sacar petr¨®leo de donde no hay nada¡±, concluye. Y asegura que si siguen presion¨¢ndole, les dir¨¢ que ¡°basta¡±, ¡°que se busquen a otra fuente que sepa m¨¢s¡±. Y si se pasan con ella, ¡°ir¨¢ all¨ª y se cagar¨¢ en la madre que los pari¨®¡±.
Y todo, dice, por haberla llevado ¡°en el peor momento¡± al lugar donde luego apareci¨® el coche. Magent¨ª fue por primera vez a esa zona del pantano con su mujer, con la excusa de ense?¨¢rselo. Los Mossos sospechan que la us¨® como coartada para comprobar (la dej¨® dos horas sola) si el coche y los cuerpos se hab¨ªan hundido debidamente.
La tensi¨®n llega a su punto ¨¢lgido el 8 de febrero, cuando le llama su hijo.
¡ªYo creo que tienes raz¨®n t¨². Que sospechan algo de nosotros, porque ahora he encontrado un art¨ªculo que han colgado y sal¨ªa que la polic¨ªa quiere ir con un georadar para encontrar el arma...
¡°?Y si tienen el tel¨¦fono pinchado?¡±, le sugiri¨® a su madre
¡ªPueden hacer lo que quieran. Yo no s¨¦ nada. A m¨ª qu¨¦ me explicas...
¡ª S¨ª, pero en el diario, al final de todo pone: la polic¨ªa mantiene su mirada sobre los belgas y sobre un coche blanco visto en el lugar del crimen.
El hijo de Magent¨ª, con el que compart¨ªa negocios de marihuana en el pantano, sigue insistiendo. ¡°No me llames mucho¡±, le advierte su padre. Pero ¨¦l sigue, sin darse por aludido, hasta que Magent¨ª pone fin a la conversaci¨®n:
¡ª Esc¨²chame, lo que deber¨ªas hacer es no llamarme para estas cosas. ?Lo entiendes?
Al colgar, el hombre se desahoga con su madre: ¡°?Y si tienen el tel¨¦fono pinchado? Que no me meta en marrones, que no tiene nada en la cabeza¡±. La madre le quita hierro, dici¨¦ndole que ya se lo ha dicho. A lo que Magent¨ª responde: ¡°S¨ª, pero ya ha llamado¡±.
Al ingresar en prisi¨®n, Magent¨ª culp¨® a su hijo del doble crimen con su compa?ero de celda, algo a lo que los Mossos no dan credibilidad. La investigaci¨®n les ha llevado hasta ¨¦l, aunque no tienen pruebas directas, como ADN de las v¨ªctimas o el arma o un m¨®vil. Eso hizo dudar a las familias de los j¨®venes asesinados, hasta el punto que los investigadores y el fiscal se reunieron con ellos para explicarles la investigaci¨®n. Aunque con prudencia, la acusaci¨®n, que representa el abogado Carles Monguilod, ha decidido apoyar la postura del Ministerio Fiscal, que cree que Magent¨ª es el asesino de Marc y Paula.
Magent¨ª es ansioso, inestable e irritable
Desde antes de matar de cuatro tiros a su primera mujer en 1997, las visitas a psiquiatras ya eran una constante en la vida de Jordi Magent¨ª. Acude al centro de salud mental normalmente acompa?ado por su madre o su mujer. Las diferentes psiquiatras que le han visitado los ¨²ltimos meses coinciden en que es una persona ansiosa, que se irrita f¨¢cilmente y magnifica su abatimiento. Su car¨¢cter tiene rasgos de impulsividad, rigidez de pensamiento, su personalidad es histri¨®nica con un ligero tono narcisista y no tolera la frustraci¨®n. Dos semanas antes del crimen de Susqueda fue a la psiquiatra. Sent¨ªa menos ansiedad que un mes atr¨¢s y volv¨ªa a ir a pescar. Se sent¨ªa usado por su familia: ¡°Me piden muchos favores y no me lo agradecen¡±. Se refiere sobre todo a su hijo Jordi de 28 a?os de quien dice ¡°le ha pedido ayuda en un tema y al final ¨¦l ha acabado solo tirando del carro¡±. No est¨¢ a gusto y quiere ahorrar para volver a Colombia con su mujer. Magent¨ª vivi¨® dos a?os en Colombia con su nueva mujer, pero no se adapt¨®. En 2016, regres¨® a Angl¨¨s, con su madre. Al a?o siguiente, se sumaron su mujer y su hija. La convivencia con su hijo no fue buena y acabaron en casa del t¨ªo. El regreso a Angl¨¨s le trajo recuerdos del crimen de su primera esposa, y ante las psiquiatras se justificaba, repitiendo que era buena persona. No mejoraba y se pasaba los d¨ªas haciendo papiroflexia, hasta volvi¨® a pescar en Susqueda, que define como ¡°mi casa¡±. Tras el doble asesinato, el 4 de septiembre, anul¨® una prueba m¨¦dica. En noviembre, retom¨® sus sesiones y acudi¨® con su madre. Se lament¨® de tener que ¡°estar cuidando ancianos en lugar de ser cuidado¡±, y ella confirm¨® que viv¨ªa una situaci¨®n ¡°estresante a nivel familiar¡±. Pidi¨® un alta que no le dieron.
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