Encerrados en el bucle de los ¡®sin papeles¡¯
Un colectivo de migrantes y refugiados toma indefinidamente un edificio municipal para pedir la derogaci¨®n de la Ley de Extranjer¨ªa
¡°Para conseguir los papeles te piden un a?o de contrato, pero para conseguir un contrato te piden los papeles, es as¨ª de simple¡±. As¨ª describe la vida de las personas en situaci¨®n irregular Pedro Molinas, un venezolano que lleva ocho a?os en Barcelona y que desde el s¨¢bado por la tarde est¨¢ encerrado en la antigua escuela Massana, en el barrio del Raval, para protestar contra la situaci¨®n en la que se encuentra este colectivo y para pedir la derogaci¨®n de la Ley de Extranjer¨ªa.
El laberinto burocr¨¢tico al que aterrizan las personas migrantes que buscan nuevas oportunidades es tambi¨¦n, seg¨²n lamentan los afectados, una barrera social. La administraci¨®n no los tiene en cuenta, no salen en las estad¨ªsticas, no los regulariza. Es el caso de empleadas del hogar, jornaleros o manteros que trabajan en negro y viven con el miedo a ser detenidos e ingresar en un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) o ser expulsados.
Unas cincuenta personas migrantes y refugiadas -que representan a unos 20.000 en Barcelona, seg¨²n sus c¨¢lculos- decidieron el s¨¢bado dar un paso al frente ante lo que consideran ¡°racismo institucional¡±, y ocuparon unas instalaciones de la antigua escuela de arte Massana. El Ayuntamiento ha abierto una v¨ªa de di¨¢logo con los activistas para determinar el futuro de la protesta en el edificio municipal.
El Gobierno de la alcaldesa Ada Colau extiende desde el pasado mes de diciembre un carnet que acredita el arraigo de las personas en situaci¨®n irregular, y que les permite evitar el CIE, pero los activistas no lo ven suficiente, y piden m¨¢s gestos, sobre todo por parte del Gobierno central. No tener un DNI espa?ol, explican, impide tener el padr¨®n, la misma cobertura sanitaria que las personas con nacionalidad espa?ola o las mismas oportunidades laborales. ¡°Yo llevo diez a?os en Barcelona, y s¨ª, puedo pedir la nacionalidad haciendo un examen, pero no tengo tiempo de estudiar, y luego tienes que esperar al menos tres a?os para que te digan si eres apto o no¡±, lamenta Almas, un pakistan¨ª que recuerda que, adem¨¢s, para cada gesti¨®n tienes que pedir un certificado de penales en el pa¨ªs de origen. ¡°?Si yo vivo aqu¨ª! ?C¨®mo voy a delinquir, a distancia?¡±, se queja.
El laberinto burocr¨¢tico tiene tambi¨¦n un impacto en la salud de las personas. Un reciente estudio elaborado por el Instituto de Econom¨ªa de Barcelona y por la Universidad Pompeu Fabra afirma que la mortalidad entre las personas en situaci¨®n irregular aument¨® de media un 15% desde que, en 2012, se aprobara la ley que deja sin cobertura sanitaria a los sin papeles.?
¡°Hemos decidido encerrarnos aqu¨ª hasta que se derogue la Ley de Extranjer¨ªa¡±, dice Natalia, que desde el 2 de abril participa en asambleas para reivindicar los derechos de los migrantes. El colectivo retoma con esta acci¨®n los encierros en distintas iglesias de Barcelona con los que los sin papeles protestaron en distintas ocasiones en la d¨¦cada de los 2000, y la ¨²ltima el pasado diciembre.
¡°Gracias a esos encierros se agiliz¨® el tema del padr¨®n y conseguimos cosas, pero todo es poco: las leyes son muy r¨ªgidas y criminalizan a la migraci¨®n¡±, asegura Enrique, un veterano de las protestas. El venezolano Andr¨¦s ?lvarez conf¨ªa en el poder de las redes sociales para dar a conocer su situaci¨®n: ¡°Estoy seguro de que el mensaje llegar¨¢¡±.
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