Antonio L¨®pez, lecciones de un pintor sabio en el Palau
El artista dice que plasmar¨¢ Barcelona en la inauguraci¨®n de una exposici¨®n en la ciudad
Antonio L¨®pez (Tomelloso, 1936) era, hasta hace poco, una rara avis en tierras catalanas. Su aterrizaje se produjo en Lleida en mayo de 2012 cuando la Fundaci¨®n Sorigu¨¦ present¨® por primera vez la obra de uno de los pintores m¨¢s reconocidos tanto en Espa?a como afuera. Artista de Marlborough desde 1970 esta galer¨ªa lo expuso en octubre de 2015, aunque solo cuatro d¨ªas, en su primera individual en Barcelona y ahora tambi¨¦n exhibe una de sus ¨²ltimas obras, F¨¢tima, hasta el 12 de mayo. Pero esta n¨ªvea figura de mujer no estar¨¢ sola en la ciudad. Desde ayer el artista manchego muestra una peque?a selecci¨®n de 12 de sus obras: tres esculturas, Hombre (2001), Carmen dormida (2007), una enorme cabeza de ni?a peque?a, su nieta, que recibe al visitante en la plaza del Palau y la pareja formada por Hombre (2001) y Mujer (2017). Estas dos obras, como la primera, de bronce, obtenidas de las de madera policromada que pueden verse en el Reina Sof¨ªa de Madrid se exponen hasta el 24 de junio en la sala Llu¨ªs Millet, junto a cuatro dibujos, cuatro ¨®leos y un relieve en los que es posible recorrer algunos de los temas de la obra de L¨®pez: el bodeg¨®n, el ser humano y su entorno y el paso del tiempo.
La presentaci¨®n ayer de la muestra permiti¨® ver a un ¨¢gil pintor pese a los 82 a?os que cumpli¨® el pasado mes de enero. F¨ªsicamente, como demostr¨® al entrar a la sala de Ensayo del Orfe¨® Catal¨¤ donde se celebr¨® la presentaci¨®n: cuando Mariona Carulla, la presidenta del Palau le dijo que la piedra fundacional de este templo de la m¨²sica era la que se ve¨ªa en el suelo cubierta por un cristal, no dudo en ponerse a cuatro patas para verla mejor y leerla, y as¨ª se pas¨® un rato. Intelectualmente, porque durante cerca de una hora explic¨® con sencillez, locuacidad y gran emotividad, las claves de su obra y casi de su vida en di¨¢logo con V¨ªctor Garcia de Gomar y Violant Porcel, comisarios de la muestra, en lo que result¨® ser, m¨¢s que una rueda de prensa, una clase magistral de lujo.
Comenz¨® hablando de bodegones ¡°s¨ªmbolo de vida ya que tienen que ver con cada momento, son documentos, como el que se puede ver aqu¨ª que realic¨¦ en los a?os sesenta y habla de una forma de vivir que se ha perdido¡±. Y termin¨® hablando de Barcelona y de su deseo de pintar la ciudad, como lo ha hecho con Madrid y est¨¢ haciendo con Bilbao y Sevilla. ¡°Es una ciudad para ser pintada, pero hasta ahora no hab¨ªa encontrado el emplazamiento¡±, asegur¨® ante un auditorio entregado y desvelando por primera vez sus intenciones. Pero hace poco ha descubierto una foto en la que se ve ¡°a la ciudad tupida, con el mar al fondo, con una franja de cielo gris¡±. El pintor realista busca la localizaci¨®n de la imagen y se plantea empezar a pintarla del natural.
Entre medio habl¨® de su pasi¨®n y obsesi¨®n por la figura humana; en concreto de su figura de madera policromada titulada Hombre, cuya copia en bronce puede verse en la exposici¨®n. Met¨®dico con su trabajo, asegur¨® que despu¨¦s de venderla ¡°me persegu¨ªa¡± y tuve que volver una y otra vez para perfeccionarla, tras reclam¨¢rsela a su due?a, que no la volvi¨® a verla m¨¢s en su casa. Pasados los a?os, harta seguramente de no tenerla, la vendi¨® a Repsol que la don¨® al Reina Sof¨ªa donde se conserva. ¡°Hay 15 cuerpos diferentes, la cabeza siempre es la misma, la de un amigo m¨ªo, pero el cuerpo lo he ido cambiando hasta encontrar el canon¡±, dijo.
Autorretrato y Pla
La enorme cabeza de la entrada hace referencia a otras de sus pasiones: la infancia y la ni?ez. ¡°Un ni?o peque?o es algo prodigioso, lo m¨¢s hermoso que hay. He hecho 25 cabezas de los cuatro nietos que tengo, pero solo las cabezas, porque crecen tan r¨¢pido que no me da tiempo a hacerlos enteros¡±. Ahora trabaja en una escultura; un ¡°autorretrato¡± a partir de una fotograf¨ªa suya con pocos meses, confes¨®.
La presentaci¨®n, que se vio acompa?ada por el canto de los estudiantes que ensayaban en la sala contigua, tuvo un momento para repasar las m¨²sicas que m¨¢s han gustado al artista. ¡°De peque?o me qued¨¦ impresionado por Claro de Luna de Beethoven, no el de Debussy, que es una decepci¨®n. Luego lleg¨® Bach, universal, y Purcell, prodigioso, pero tambi¨¦n Bob Dylan, Frank Sinatra y la Ni?a de los Peines, que canta de forma ancestral y poderosa¡±.
Tambi¨¦n habl¨® de sus ¨²ltimas lecturas: ¡°Estoy leyendo a Jos¨¦ Pla, su Quadern Gris¡±, del que dijo que admiraba ¡°su forma de describir las cosas, los objetos, el sabor de las cosas o el movimiento y la brisa del mar. Pero me produce tristeza que no hable de personas¡±, remach¨®.
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