El peque?o ¡®mar¡¯ de Madrid que agoniza por una pelea burocr¨¢tica

El Mar de Ont¨ªgola, una laguna artificial en el t¨¦rmino municipal de Aranjuez, casi en la l¨ªnea que separa Madrid y Toledo, es uno de esos espacios en los que se acumulan las razones por las que, al menos sobre el papel, merecer¨ªa la pena conservarlo. Por la naturaleza que la rodea: es parte de la reserva natural El Regajal-Mar de Ont¨ªgola de la Comunidad de Madrid, que alberga 67 especies de aves nidificantes, 15 de reptiles, ocho de anfibios y unas 700 de mariposas. Y por su inter¨¦s hist¨®rico: su presa, construida en siglo XVI por orden de Felipe II y con enorme alarde t¨¦cnico por Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera, dio lugar en los siglos XVII y XVIII a un espacio de festejos y particulares cacer¨ªas de animales ex¨®ticos para la realeza.

Sin embargo, el humedal est¨¢ en grave peligro desde hace a?os, degradado por los lodos que van colmatando el vaso de la presa y por la invasi¨®n de carrizo (un tipo de planta) que cada vez deja ver menos agua. Adem¨¢s, la presa hist¨®rica apenas se intuye ya en algunos puntos, sepultada por la vegetaci¨®n. Aunque el mayor problema no es su invisibilidad, sino su estado: la estructura es inestable y los aliviaderos no est¨¢n preparados si vienen grandes avenidas de agua.

?C¨®mo se ha llegado a esta situaci¨®n? Para empezar, porque no est¨¢ claro qui¨¦n tiene que arreglarlo. David Estrada, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Aranjuez, recuerda que en 2012 el Consistorio decidi¨® devolver al Estado los terrenos ¡ªque incluyen el Mar de Ont¨ªgola y otra laguna m¨¢s peque?a llamada Mar Chica¡ª porque se hizo evidente que la ciudad, de 58.000 habitantes, no ten¨ªa los recursos necesarios para mantenerlos correctamente. Se los hab¨ªan cedido de forma gratuita a mediados de los a?os noventa para utilizarlos para actividades de ocio y complementar el riego de sus jardines, cosas que nunca se llegaron a hacer.

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Ahora, el problema es, contin¨²a Estrada, que el departamento de Patrimonio del Estado no ha respondido en todos estos a?os a esa reversi¨®n de terrenos. Fuentes del Gobierno central aseguran que han estado desde entonces en contacto con el Ayuntamiento y han tenido reuniones al respecto para completar un proceso que pasa por comprobar si la conservaci¨®n durante el tiempo que no ha estado en sus manos ha sido la adecuada. Estrada insiste, sin embargo, que no han vuelto a saber nada de ellos desde que les mandaron un acuse de recibo de la decisi¨®n municipal all¨¢ por abril de 2013, hace cinco a?os.

La cuesti¨®n se complica todav¨ªa m¨¢s porque, de nuevo seg¨²n las explicaciones del Ayuntamiento, la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Tajo (CHT) se niega a acometer los arreglos necesarios, tanto en la presa como en el humedal, hasta que se aclare la titularidad de los terrenos. Preguntada la confederaci¨®n al respecto, una portavoz se limita a contestar por correo electr¨®nico lo siguiente: ¡°Al no tener la CHT la titularidad, de nosotros solo depende el poder facilitar los tr¨¢mites administrativos y, si hiciera falta, tramitar alg¨²n permiso. Es decir, la puesta en marcha de esta actuaci¨®n depende del Ayuntamiento¡±.

Sin embargo, el Consistorio de Aranjuez asegura que en todo momento la iniciativa fue de la confederaci¨®n, cita el proyecto que el Ministerio de Medio Ambiente ¡ªde quien depende el organismo de cuenca¡ª encarg¨® y pag¨® a una empresa de ingenier¨ªa. Este proyecto incluye la limpieza de lodos, sedimentos y carrizo, as¨ª como arreglos estructurales de la presa, con un coste estimado de 25 millones de euros.

Adem¨¢s, recuerda que la confederaci¨®n ha acometido y pagado otras obras incluidas en el convenio de colaboraci¨®n firmado entre el ministerio y Aranjuez en 2006, que hablaba expresamente la restauraci¨®n de la presa del Mar de Ont¨ªgola. De hecho, en una nota de prensa de abril de 2013, tras la inauguraci¨®n de ¡°la recuperaci¨®n de la Azuda de La Monta?a¡±, la CHT insiste en que ese trabajo se hizo con ¡°fondos propios¡± en virtud de ese convenio y que en ese marco estaban impulsado otras actuaciones ¡°como la rehabilitaci¨®n de la presa de Ont¨ªgola y su arroyo¡±.

Dos a?os y medio despu¨¦s, sin embargo, en noviembre de 2015, la confederaci¨®n ya insist¨ªa en otra nota en ¡°la urgente necesidad de acometer las labores de conservaci¨®n y adecuaci¨®n a la normativa vigente de la presa de Ont¨ªgola, por parte de su titular¡±.