El pueblo que fren¨® un ej¨¦rcito de camiones de basura

Un r¨ªo de camiones cargados con residuos de toda Galicia ha alimentado desde hace una d¨¦cada la gran boca negra abierta en Grixoa (Santiago), a apenas cuatro kil¨®metros de la residencia oficial de Monte P¨ªo y a seis de la tumba apost¨®lica hacia la que caminan cientos de miles de peregrinos cada a?o. Estas fauces que despiden una poderosa halitosis forman parte del llamado Complejo Ambiental Miramontes, una UTE que hasta principios de a?o estaba integrada por una cantera de ¨¢ridos de cuarzo, un vertedero de residuos calificados oficialmente como "no peligrosos" que rellena el viejo cr¨¢ter agotado y una planta de tecnosuelos (o terrenos restaurados con desperdicios urbanos tratados) que hoy permanece clausurada por la Xunta despu¨¦s de que los an¨¢lisis revelaran par¨¢metros muy superiores a los permitidos para metales contaminantes y nitratos. De todas estas empresas, seg¨²n denunciaron la semana pasada en rueda de prensa los vecinos, solamente la cantera de ¨¢ridos cuenta con permiso municipal para circular con veh¨ªculos de m¨¢s de 5,5 toneladas por la carretera rural, de cuatro metros de ancho y sin pintar. Los dem¨¢s, seg¨²n la Plataforma de Afectados polo Vertedoiro de Santiago, lo han hecho siempre de manera "ilegal", cargados con toneladas de basura en cantidades "prohibidas", superiores a las que permite la se?al de limitaci¨®n que hace tiempo lleg¨® a desaparecer.

Hasta despu¨¦s de denunciar los hechos p¨²blicamente, seg¨²n la plataforma la frecuencia era de "50 o 60 tr¨¢ileres diarios, a veces ciento y pico". Pero ante la "insoportable inactividad de las autoridades", "en especial la Guardia Civil de Tr¨¢fico de Santiago" aunque tambi¨¦n el Ayuntamiento, la lucha en solitario de residentes en las aldeas que rodean el vertedero, una de ellas a 400 metros, ha frenado ese trasiego de desperdicios. "A pesar de los obst¨¢culos y connivencias", tal y como expresaron este martes en un comunicado los miembros del colectivo de afectados, desde la semana pasada la vieja cantera reconvertida en vertedero ya no recibe esos residuos que engull¨ªa desde 2008. Mientras, en otra nota de prensa el Complejo Ambiental Miramontes advert¨ªa el domingo sobre la insostenibilidad de su situaci¨®n: "Miles de toneladas se acumulan, en decenas de empresas, sin alternativa de tratamiento adecuado".

La insistencia de los vecinos (que cuentan c¨®mo el intenso tr¨¢fico de camiones causa "grietas en las casas", "v¨®mitos y malestar por el insoportable olor" y "destrozos" en un vial incapaz de asumir veh¨ªculos pesados para los que nunca estuvo previsto) ha cambiado la suerte del "complejo ambiental" que las Administraciones autorizaron tan cerca de las casas y de un arroyo que da de beber al Tambre. Entienden que fue por su movilizaci¨®n que la Xunta acab¨® llevando a cabo las inspecciones que condujeron a la clausura de la planta de tecnosuelos justo cuando la Sociedade Galega de Historia Natural denunci¨® la "peligrosidad" de la instalaci¨®n. Y fueron sus continuas visitas al consistorio y sus sucesivos intentos con la Guardia Civil los que vetaron el paso a los camiones rotulados con nombres de empresas muy conocidas, o cargados con rechazos de importantes "plantas de tratamiento de residuos de Galicia como Nosti¨¢n", que recurr¨ªan a la capacidad g¨¢strica del vertedero para deshacerse de los indigestos desperdicios que genera la sociedad. Ahora, igual que se hizo con la planta de tecnosuelos, la plataforma de afectados pide que "la Xunta compruebe lo que han metido ah¨ª dentro", en la cantera rellenada.

En su nota del domingo, desde un punto de vista diametralmente opuesto la UTE tambi¨¦n criticaba la "inacci¨®n" del gobierno municipal compostelano, "agravada por la desinformaci¨®n de la Conseller¨ªa de Medio Ambiente". Los gestores de la planta, explicaban, "se han visto obligados" a suspender la actividad de la instalaci¨®n como consecuencia de una acci¨®n de la plataforma vecinal que pide el cierre del vertedero y que lleg¨® a "cortar la carretera". Se trata, puntualizaba la empresa, de un "cierre temporal" motivado en "los cambios unilaterales" y "de dudosa legalidad" llevados a cabo por el Ayuntamiento, que brinda as¨ª "argumentos a unas actuaciones vecinales ileg¨ªtimas". El Complejo Ambiental anunciaba adem¨¢s "acciones legales" para "depurar responsabilidades" y la "subsanaci¨®n de los perjuicios causados", y criticaba que la Xunta estuviese "m¨¢s preocupada por evitar los costes de imagen de un enfrentamiento con una plataforma parcialmente integrada por vecinos": "Se est¨¢ poniendo en riesgo el conjunto del sistema de gesti¨®n de residuos de Galicia, dilatando en el tiempo decisiones y poni¨¦ndose de perfil ante eventuales pol¨¦micas pol¨ªticas".

Los vecinos aseguran que supuestamente la escorrent¨ªa de lixiviados ya ha contaminado un abastecimiento de agua que "ha dejado de ser potable" y que en aquel camino que fue trazado para el uso de las aldeas, no para el tr¨¢nsito de "2.000 toneladas diarias", se han producido "numerosos incidentes" como la "invasi¨®n de fincas e incluso el vuelco de un cami¨®n". "Nosotros solo queremos que se cumpla la ley", protestan miembros de la plataforma, "pero hay un garantismo exagerado para las empresas y ninguno para las personas". Seg¨²n ellos, la Guardia Civil solo se present¨® en dos ocasiones desde noviembre de 2017, por eso la semana pasada el colectivo vecinal? "adopt¨® la decisi¨®n" de presentarse en el camino e "informar a los conductores de camiones destinados al vertedero de que ser¨ªan denunciados a t¨ªtulo particular" si transgred¨ªan la se?al de limitaci¨®n de tonelaje.

La campa?a dur¨® dos d¨ªas, en v¨ªsperas de las fiestas patronales de la Ascensi¨®n, y seg¨²n la plataforma desde entonces ya no han cruzado este Cami?o da Igrexa de Grixoa m¨¢s tr¨¢ileres que los de la cantera de ¨¢ridos, con permiso desde 1991. Estos "llegan vac¨ªos y marchan llenos", al contrario que los que abastec¨ªan de residuos y lodos de depuradora, respectivamente, el vertedero y la planta de tecnosuelos cerrada. La victoria provisional en esta guerra declarada que ha condicionado la vida de los habitantes de aldeas de Grixoa como Miramontes o Vilas ha coincidido con la publicaci¨®n del documental Vivir ao p¨¦ do lixo, de Lentes Diverxentes, donde varios miembros del colectivo de afectados relatan su lucha en primera persona. No es un problema de 900 vecinos, "es un problema de pa¨ªs", defiende en el v¨ªdeo David Mart¨ªnez, uno de los integrantes m¨¢s activos del grupo al que ya han pedido asesoramiento algunos pueblos de Galicia que ven c¨®mo sus antiguas canteras planean rentabilizar el obligado proceso de "restauraci¨®n" como vertederos. El vecino avisa a los compostelanos: "El aire es imparable, y el agua llega a todas partes".