El amigo que retrat¨® a Picasso en la ba?era

La primera vez que la mirada de Pablo Picasso se cruz¨® con la del fot¨®grafo y reportero estadounidense David Douglas Duncan (Kansas City, 1916) corr¨ªa el a?o 1956. Su amigo, el tambi¨¦n fot¨®grafo Robert Capa, fallecido dos a?os antes en la guerra de Indochina, no hab¨ªa podido cumplir su promesa de presentarle a aquel pintor ¨²nico con quien hab¨ªa trabado relaci¨®n, as¨ª que aprovech¨® un viaje a Cannes (Francia) para presentarse en La Californie, la suntuosa casa taller en la que por entonces resid¨ªa y creaba el artista.

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Pablo Picasso en la intimidad

Era el 8 de febrero y le abri¨® la puerta Jacqueline, segunda esposa de Picasso, ante quien expuso sus intenciones y la memoria del amigo com¨²n desaparecido. Seg¨²n relat¨® a EL PA?S en 2013, ella le condujo de la mano hasta el segundo piso, donde el pintor tomaba pl¨¢cidamente un ba?o. ¡°Le dije que si le pod¨ªa hacer una fotograf¨ªa y me dijo que s¨ª. Esa fue la primera vez¡±. Y as¨ª naci¨® una amistad de 20 a?os interrumpida por la muerte del genio de la que dan testimonio 25.000 fotograf¨ªas, muchas obtenidas en la intimidad, que han aportado una perspectiva singular sobre la vida, la personalidad y el proceso creativo de uno de los genios de la pintura universal.

163 de aquellas im¨¢genes fueron donadas por el propio David Douglas Duncan al Museo Picasso de Barcelona hace cinco a?os. A partir del pr¨®ximo 10 de mayo, y hasta el 22 de julio, 60 piezas de ese lote se expondr¨¢n temporalmente en la sede de la Colecci¨®n Eugenio Arias en Buitrago de Lozoya bajo el t¨ªtulo Picasso por Duncan. La mirada c¨®mplice. El museo de la localidad serrana alberga desde 1985 una peque?a colecci¨®n de obras y objetos que el artista regal¨® a Eugenio Arias, su barbero, cuando ambos viv¨ªan en Vallauris, un peque?o pueblo al sur de Francia. Se abre as¨ª, con esta muestra, una puerta m¨¢s a la vertiente cotidiana que, en palabras del consejero de Cultura de la Comunidad, Jaime de los Santos, permite profundizar en el lado ¡°m¨¢s personal del genio malague?o a trav¨¦s de las fotograf¨ªas de otro gran artista que nos lo presenta desde la intimidad, como ser humano¡±.

La exposici¨®n, comisariada por Emmanuel Guigon y S¨ªlvia Dom¨¨nech ¡ªdirector y jefa de investigaci¨®n del museo barcelon¨¦s¡ª, se complementa con libros y fotograf¨ªas del museo madrile?o. Los domingos, el museo fundado en memoria del barbero de Picasso, oriundo de Buitrago de Lozoya, ha programado visitas guiadas que profundizar¨¢n en una relaci¨®n personal y art¨ªstica ¨²nica.

Cuando en 2011 le preguntaron a Duncan el porqu¨¦ de aquella familiaridad con Picasso, el fot¨®grafo fue parco: ¡°Nos ca¨ªmos bien. As¨ª de sencillo¡±. No hizo falta nada m¨¢s, incluso ante la evidente dificultad de comunicaci¨®n oral entre dos personas que desconoc¨ªan la lengua del otro. El artista le abri¨® sin reparos las puertas de tres de sus casas mostr¨¢ndose ante la c¨¢mara en todo tipo de circunstancias: bailes, juegos, proceso creativo (aquella inspiraci¨®n que, en palabras del pintor, deb¨ªa de encontrarle trabajando), celebraciones... Y siempre exhibiendo aquella enigm¨¢tica mirada que el fot¨®grafo amigo nunca ha logrado descifrar del todo.