Quim Torra, la contradicci¨®n independentista

"Trat¨¢ndose de las cosas de Catalu?a nunca tomo precauciones". La de Eugeni Xammar ¡ªuno de los mejores periodistas catalanes de los a?os 30 y a la par agregado de prensa en la Embajada espa?ola en Berl¨ªn y funcionario en la Sociedad de Naciones¡ª es una de las citas predilectas de su bi¨®grafo, el candidato a la presidencia de la Generalitat, Quim Torra.

Sin duda alguna la falta de precauciones es lo que ha llevado a este abogado, editor y agitador cultural a meterse antes de ser elegido para su cometido en el lodazal de los pol¨¦micos tuits despectivos hacia los espa?oles publicados seis a?os atr¨¢s. Los borr¨® y se ha disculpado aunque acaso s¨®lo su actuaci¨®n futura servir¨¢ para aplacar las cr¨ªticas.

La falta de precauci¨®n que pregonaba Xammar, seguramente porque hasta hace bien poco no pod¨ªa suponer que ser¨ªa el ungido por Carles Puigdemont para relevarle "provisionalmente" en el cargo, llev¨® a Torra tambi¨¦n en los ¨²ltimos a?os a participar en homenajes a los hermanos Josep y Miquel Badia, dirigentes de las Juventudes de Esquerra Republicana-Estat Catal¨¤ (JEREC) y de Daniel Cardona, l¨ªder de Nosaltres Sols!, grupo separatista de inspiraci¨®n irlandesa (de ah¨ª la traducci¨®n de Sinn F¨¦in) en los a?os 30.

De los primeros aborreci¨® el presidente Francesc Maci¨¤ y, sin ascendente sobre ellos, se le descontrolaron a Llu¨ªs Companys. Cardona por su parte fue implacable con el excoronel por haber transigido en su idea de un Estado catal¨¢n y por haber aceptado una Catalu?a aut¨®noma en el marco de la Segunda Rep¨²blica en 1931. Los tres fueron representantes de un pu?ado ¡ªen el sentido m¨¢s estricto¡ª de nacionalistas catalanes con veleidades fascistoides. El hispanista Stanley G. Payne no consider¨® ni que cumplieran la definici¨®n de fascistas. Este es un debate historiogr¨¢fico que se repite en Catalu?a como el d¨ªa de la marmota sin consenso alguno.

Para el caso lo mismo da. A pesar de haberse ligado los desmedidos tuits con la presencia de Torra en estos homenajes, el candidato toma de ellos su papel como incipientes separatistas (la ERC de Maci¨¤ y Companys era autonomista por definici¨®n) y nacionalistas catalanes desacomplejados, pero no su discurso xen¨®fobo o pseudototalitario. "Representan la libertad", solt¨® en uno de los homenajes a los Badia. "Que no se les denomine nunca m¨¢s fascistas", exclam¨® en otro. Y es que Torra considera que los fascistas eran los otros, los de la FAI, que asesinaron a Josep y Miquel, y los falangistas.

Por otra parte el presidenciable bebe, como buena parte de los ide¨®logos del independentismo actual, de la idea de los primeros a?os 30 como un mito no completado de una Catalu?a que no fue porque la Guerra Civil cort¨® el sue?o. De ah¨ª que a trav¨¦s de su proyecto editorial haya recuperado art¨ªculos y vidas de un elenco de periodistas excelso que cop¨® las p¨¢ginas de la mejor prensa barcelonesa del momento, como Just Cabot, Dom¨¨nec de Bellmunt, Paco Madrid, Jaume Passarell o el propio Xammar, a quienes nadie recuerda pero que compartieron con Josep Pla una mirada abierta a las influencias literarias europeas. Vinculados algunos de ellos a Acci¨® Catalana, partido ¡ªque tambi¨¦n admira Torra¡ª, no independentista, liberal, catalanista y republicano.

No es dif¨ªcil pues darse cuenta de que la contradicci¨®n ideol¨®gica del ungido es fruto de la propia falta de coherencia interna del independentismo, donde a parte de la voluntad ¨²ltima de conseguir un Estado para Catalu?a cada miembro toma a la carta aquello que de su tradici¨®n cultural y pol¨ªtica le place, a¨²n sin comprender en ocasiones exactamente las fuentes a las que acude.

Dado a asistir a homenajes de figuras relevantes del ed¨¦n de los 30, el candidato acudi¨® en diciembre a un acto en memoria de Josep Maria Planes, promotor del periodismo de investigaci¨®n catal¨¢n. ?ntimo de Pla y del escritor Josep Maria de Sagarra muri¨® acribillado por las balas de la FAI en 1936 tras haber acusado a la organizaci¨®n del asesinato de los Badia. Lo que sabe de sobra Torra es que su admirado y modern¨ªsimo Planes fue tambi¨¦n hostigado, y mucho, por los hombres de las JEREC que no atend¨ªan a razones aunque fueran catalan¨ªsimas.

Despu¨¦s del ingente trabajo de Josep-Llu¨ªs Carod-Rovira, Joan Manuel Tresserras y otros ide¨®logos de ERC promotores de los dos tripartitos de izquierdas, con Maragall y Montilla, para vaciar de toques etnicistas la ideolog¨ªa independentista y tratar de darle una dimensi¨®n abierta e integradora, la elecci¨®n de un perfil sin precauciones y procedente, aunque de manera fugaz de Reagrupament, una escisi¨®n derechista de ERC, ha inquietado a m¨¢s de uno.

Si no quiere llevar a Catalu?a al viaje a ninguna parte Torra deber¨¢ ser tajante y soltar lastre. Le puede ayudar en ello uno de los ide¨®logos de Junts per Catalunya, el historiador Agust¨ª Colomines, que en su d¨ªa dej¨® claro ¡ªpor otra parte como el grueso del independentismo, que dicho sea de paso, mayoritariamente desconoce sus nombres¡ª que los Badia y su juego fascistoide no formaba parte ni por asomo de su tradici¨®n pol¨ªtica. A partir del lunes si le salen las cuentas deber¨¢ elegir entre la Catalu?a abierta y europe¨ªsta de los columnistas que ha publicado o la estrechez mental del independentismo, en su argot, de "piedra picada".