Vallecas, hu¨¦rfano de rock
El cierre de la sala Hebe deja a esta zona del sur de Madrid sin un rasgo fundamental de su personalidad
?ngeles Rodr¨ªguez Hidalgo corona la calle Pe?a Gorbea sac¨¢ndole los cuernos a quien pasa. El busto de la Abuela heavy parece un adorno m¨¢s, pero cristaliza toda una filosof¨ªa de Vallecas. Esta mujer, que falleci¨® en 1993 a los 93 a?os, pervive como un como un icono de la afici¨®n musical y de lo que se mov¨ªa aqu¨ª en los ochenta. Una escena alternativa, azotada por las drogas, que encontraba en el rock su expresi¨®n.
Proletario, solidario, combativo. Esta zona del sur de Madrid con 327.000 habitantes se revuelve entre versos de cantautores como Luis Pastor o Ismael Serrano y brinca con himnos de Ob¨²s, Mago de Oz o Ska-P, todos oriundos del anta?o Valle del Kas. Su rollo siempre ha sido el rock, como dir¨ªa Bar¨®n Rojo, otra banda bien querida por aqu¨ª. Y el cierre de la sala Hebe despu¨¦s de 38 a?os de actividad les deja hu¨¦rfanos de este g¨¦nero. Aqu¨ª se concentraban los gatos m¨¢s nocheros y las pandillas m¨¢s comedidas. Su escenario no puede alojar conciertos desde el pasado marzo por problemas con el ruido. Y sin las actuaciones, confiesan los due?os, no es rentable.
¡°Ha habido muchas quejas de los vecinos. Sobre todo a partir de la ley antitabaco, pero nunca por lo que pasaba dentro sino fuera¡±, cuenta alguien muy ligado al Hebe. ¡°La gente no controla el volumen y hay barullo, sobre todo al acabar los conciertos. Pero de los vecinos nunca ha habido denuncias¡±, expone. En marzo, contin¨²a, les avisaron de que ten¨ªan que poner un medidor. Al sobrepasar el l¨ªmite decidieron anular los conciertos para no ser sancionados ni incumplir ninguna normativa. Ampliaron la noche de mon¨®logos reservada para el lunes a los d¨ªas del fin de semana. No sal¨ªan las cuentas. ¡°Y meterse en una inversi¨®n de 40 o 50.000 euros es imposible¡±, indica.
Soluci¨®n: poner el candado ayer. ¡°La reacci¨®n en las redes y en vivo ha sido abrumadora¡±, responde esta misma persona, ¡°nos han ofrecido dinero o que hagamos un crowdfunding, pero no merece la pena estirar la agon¨ªa¡±. En este local no solo hab¨ªa alcohol, m¨²sica y pachangas de futbol¨ªn. Las primeras asociaciones y campa?as de barrio en democracia se iniciaron bajo su techo. Compon¨ªa un tejido social y cultural que, junto a otras salas extintas ¡ªcomo la Excalibur, la Urbe, la Killers o el Jimmy Jazz¡ª, dotaba a Vallecas de ese car¨¢cter callejero del que presume y del que a¨²n quedan el VKaos, el Cat House o el Stones.
Es parte de su ADN ¡ªanota con pena Manolo Ronquillo, actual due?o¡ª y no se dejar¨¢ vencer. ¡°Peores torres han ca¨ªdo¡±, suspira. A sus 62 a?os, ha tratado con la escena roquera nacional al completo. ¡°La Polla, Fito, Boikot o los actuales La Ra¨ªz, Vallekana Sound System¡ ?Todo grupo que se te ocurra ha pasado por aqu¨ª!¡±, exclama. Es ¡°un s¨ªmbolo¡±, ¡°un refugio¡±, ¡°un monumento¡±, seg¨²n los calificativos que le dedican sus allegados. ¡°Supone perder un referente. Es un delito que un pol¨ªtico se plantee cuidar estos sitios¡±, expresan Jorge Jim¨¦nez y Bego?a Loza, de la cercana librer¨ªa La Esquina del Zorro y responsables de la editorial Desacorde. ¡°All¨ª hemos hecho presentaciones y nos han ayudado en muchos momentos. Era como nuestra casa¡±, arguyen con consternaci¨®n. ¡°Se han fraguado amistades y acogemos la noticia con cabreo y preocupaci¨®n, porque incluso sin ser de aqu¨ª, venir al Hebe era hacer la ruta del rock en Madrid¡±.
¡°Para nosotros, un grupo que estableci¨® el Hebe como centro neur¨¢lgico, ha sido un jarro de agua fr¨ªa¡±, lamenta Luis, cantante No Konforme. ¡°Antes de los 18 era un sue?o poder entrar. Luego flipabas. Sirvi¨® de inspiraci¨®n a nuestros temas por lo que pasaba dentro o las conversaciones que escuchabas¡±, agrega. ¡°Es un basti¨®n, es especial y siempre se ha puesto a disposici¨®n de las bandas¡±, cavila Luis despu¨¦s de tocar una decena de veces en sus tablas. ¡°El Hebe ha crecido con Vallecas y ha dignificado la figura del roquero, del m¨²sico de barrio, de la juventud trabajadora que encontr¨® en el rock las letras que representaban sus problemas¡±, relata la treinta?era Irene, amiga y clienta desde los 15 a?os. Y zanja: ¡°Mientras en el centro de Madrid los ni?os ricos se inventaban una Movida sin ideolog¨ªa, Vallecas y el Hebe hicieron cultura para el proletariado¡±.
La sensaci¨®n de orfandad es general. Jorge Segura, responsable de las noches de Comedy Central desde 2006, habla de su ambiente ¡°familiar y de total libertad¡±. ¡°Perder una sala es como perder el alma de la ciudad. Sin ellas no hay m¨²sica y en este caso era un emblema¡±, aporta Javier Olmedo, director de La Noche en Vivo. ¡°Encima, cada vez que cierra un sitio no hay sustituci¨®n sino eliminaci¨®n¡±, a?ade. Hay riesgo de que deje de decirse eso de que ¡°en materia de rock, Madrid es un barrio de Vallecas¡±.
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