Barcelona reduce las plazas de parking para discapacitados

La tendencia ha sido esta desde que el Servicio de Movilidad de Barcelona comparte en internet sus estad¨ªsticas: en 2004, la ciudad ten¨ªa 1.946 plazas reservadas para Personas con Movilidad Reducida (PMR); en 2015, el total llegaba a 5.579. Cada a?o ha crecido esta partida ¡ªun 27% durante el anterior mandato¡ª, pero la tendencia se ha invertido. Los espacios para discapacitados se han reducido por primera vez, hasta los 5.234 aparcamientos en 2017. Esto es un 6% menos que en 2015, el a?o que cambi¨® el gobierno. El Ayuntamiento justifica la ca¨ªda por ¡°un proceso de revisi¨®n de las licencias a partir de 2015¡±. El consistorio tambi¨¦n apunta que las alteraciones urban¨ªsticas, como la ampliaci¨®n del carril bici, tienen un efecto en el n¨²mero de plazas, aunque solo a corto plazo porque estas deben reubicarse por imperativo legal.

La capital catalana ha rebajado progresivamente en los ¨²ltimos 15 a?os las plazas de estacionamiento en calzada: si en 2006 hab¨ªa 193.111 plazas en calzada, en 2016 el total era de 114.105, un 40% menos. Las ¨²nicas estad¨ªsticas al alza eran las de ¨¢rea verde para residentes y, sobre todo, la de aparcamientos reservados para PMR o con discapacidad f¨ªsica. La ley catalana de accesibilidad, de 2014, obliga a los ayuntamientos, previa presentaci¨®n de la documentaci¨®n necesaria, la reserva de estas plazas. El espacio reservado puede ser cerca del domicilio o del lugar de trabajo. Una cuesti¨®n fundamental, admiten instituciones sociales y entidades municipales, es controlar el posible uso fraudulento de los espacios reservados y de las tarjetas de discapacitado.

El Ayuntamiento confirma que la reducci¨®n de plazas para PMR se debe a una revisi¨®n del listado de beneficiarios: ¡°Se comprob¨® que hab¨ªa casos en los que el titular ya no hac¨ªa uso de la plaza por causas diversas, por cambio de domicilio, cambios de trabajo, defunci¨®n o casos de fraude¡±. Tambi¨¦n ha tenido un efecto a la baja la introducci¨®n de nuevos planes urban¨ªsticos, dice el Ayuntamiento. Una representante de Ecom ¡ªla federaci¨®n de entidades de personas con discapacidad f¨ªsica¡ª, destaca que la ampliaci¨®n de los carriles bicis ha provocado una reubicaci¨®n de plazas (por ley no pueden perderse), y se est¨¢ estudiando c¨®mo hacerlo caso por caso. Esto tambi¨¦n habr¨ªa hecho, confirma el Ayuntamiento, que el n¨²mero de plazas caiga moment¨¢neamente.

Las tarjetas para personas con discapacidad se dividen entre aquellas en las que el beneficiario es, adem¨¢s, conductor, y aquellas en las que no lo es. Para esta segunda opci¨®n, la persona que no conduce ha de tener una discapacidad de grado igual o superior al 65%. El conductor debe ser un allegado, normalmente un familiar. La S¨ªndica de Greuges ¡ªla defensora del pueblo¡ª de Barcelona indica que la falsificaci¨®n de tarjetas de discapacidad ¡°contin¨²a siendo un tema de queja recurrente¡±. Desde 2014, las autoridades municipales llevan a cabo la renovaci¨®n de las tarjetas antiguas por unas con un sistema de verificaci¨®n con holograma. Ecom apunta que el fraude detectado en plazas reservadas a un beneficiario, las que se identifican con la se?al de la matr¨ªcula en la acera, son excepcionales. Sin embargo, la S¨ªndica a?ade que ¡°son significativos los casos individuales que han sido objeto de supervisi¨®n en este sentido, muchos de ellos vinculados a se?ales de restricci¨®n de estacionamiento por tratarse presuntamente de plazas con reserva de estacionamiento que ya no eran vigentes y en relaci¨®n con las cuales, pese a las alegaciones presentadas por los interesados, no se hab¨ªa efectuado la suficiente tarea de verificaci¨®n¡±.

Las asociaciones de vecinos consultadas para este reportaje descartan que esta cuesti¨®n sea motivo especial de preocupaci¨®n. Montse Roma es la presidenta de la Asociaci¨®n de Vecinos de la Izquierda del Eixample y tambi¨¦n es titular de una tarjeta de discapacidad. Tiene una plaza reservada frente a su domicilio mientras que en la sede de la asociaci¨®n, el Ayuntamiento instal¨® una plaza de PMR. Roma no ha percibido la reducci¨®n de espacios reservados, al contrario: ¡°Se ha mejorado much¨ªsimo, se est¨¢ concediendo a much¨ªsimas m¨¢s personas una plaza reservada. En mi calle, por ejemplo, ¨²ltimamente se han instalado cuatro plazas nuevas¡±. Roma admite que puede producirse un uso irregular de estas ventajas: ¡°Personalmente, s¨¦ de un caso de una se?ora que falleci¨® hace cinco a?os y sus nietos contin¨²an utilizando su tarjeta de no conductor con discapacidad¡±.

Las plazas de estacionamiento de PMR asignadas a un veh¨ªculo concreto deben renovarse anualmente. Las tarjetas de movilidad para personas con discapacidad pueden tener una validez de diez a?os y dan derecho a estacionar ¡°en cualquier lugar de la v¨ªa p¨²blica¡± siempre que no se impida la circulaci¨®n.